Intentan envenenar a Casiano con chile habanero
El baloncesto mexicano siempre ha sido una olla de grillos, con disputas de mando durante cualquier gobierno, ya que organizaciones deportivas ajenas a este deporte son las que mandan a final de cuentas, tal como sucede actualmente con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, conocida como Conade, dirigida ahora por Alfredo Castillo, político de carrera y carnal de Enrique Peña Nieto, presidente de la República.
Castillo, que fue Procurador de Justicia del Estado de México, reemplazó a mediados de abril a Jesús Mena, medallista en clavados en la Olimpiada de Seúl, en 1988, pero quien no gozaba de la confianza de Peña Nieto; pero el nuevo incumbente ha decidido por el poder que le confiere la ley sacar de circulación a Eddie Casiano como entrenador de la Selección, tras ser nombrado en marzo por la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto, su versión de la federación puertorriqueña, y su liga profesional que comanda Juan Manuel González, quien, de hecho, fue su padrino de confirmación y el que había despedido al español Sergio Valdeolmillos en septiembre de 2014.
De hecho, Valdeolmillos, que logró la presencia azteca en el Mundial de España después de una ausencia de 40 años, sostiene un litigio en los tribunales por alegada falto de pago del 10% de su salario en 2013 y del 100 por ciento en 2014; pero es el candidato que quiere Castillo, siguiendo el pedido del estelar canastero, Gustavo Ayón, que juega con Real Madrid, y que ha amenazado con no estar en los Juegos Panamericanos y en el Preolímpico si no le complacen.
Como vemos, la falta de ética está en tacos y enchiladas por la libre, pues Castillo mete la cuchara en acuerdos ya oficializados con Casiano con la entidades baloncestistas pertinentes; y lo que es peor, Valdeolmillos ha estado opinando desde su país en todo este proceso de desbancamiento de Eddie, lo que denota claramente una conducta inmoral porque debería abstenerse en lo que se termina esta guerra de autoridad.
Da la impresión, obviamente, que Castillo saldrá vencedor porque tiene el respaldo presidencial, y Casiano no tendría más remedio que tomarse una pócima de chile habanero para vomitar su coraje y la traición que le están cocinando a fuego alto.
En México, pues no solo se cuecen habas, sino que los dirigentes del deporte con carné de la gobernación de turno se convierten en dictadores…