“Estamos a un salto”
Su éxito esta campaña lo atribuye a su padre y al equipo de trabajo por su monitoreo constante
Desde mucho antes que el campocorto santaisabelino Carlos Correa hiciera historia como el primer boricua en ser la selección inicial en un sorteo de novatos de Grandes Ligas (2012), ha estado acostumbrado a trabajar para mejorar su juego con la ayuda de un equipo de allegados que incluye a su padre del mismo nombre.
Ayer, a horas de su debut en Triple A con los Grizzlies de Fresno, tras su ascenso desde Doble A, Correa volvió a resaltar la labor que hizo durante su entrenamiento.
“Estoy supercontento con la oportunidad de jugar ya en Triple A. Es algo para lo que trabajé fuerte durante el ‘off season’, y para tener la temporada que estaba teniendo (en Doble A)”, dijo Correa desde el hotel donde se hospeda en Albuquerque, Nuevo México.
Tras su firma como profesional con los Astros de Houston y su eventual debut en liga menor, su equipo de trabajo se ha formalizado y ha tomado muy en serio la labor de ayudar a la principal promesa de la franquicia.
Tanto, que le rindió dividendos sorprendentes en la Texas League. Ese respaldo de su grupo también fue vital en su recuperación tras la fractura en una pierna que sufrió a finales de junio de 2014 y que le hizo perder el resto de la temporada en Clase A.
“Simplemente trabajé durante el ‘off season’ para poner los mejores números posibles y no conformarme con lo que estaba logrando. Pero cuando llevaba como unos 15 juegos, sabía que ese momento podía llegar más temprano... y aquí estamos ahora”.
Desde la primavera 2015 a la fecha de hoy ha logrado mostrar que, no solo está recuperado de la lesión, sino que no perdió el ritmo ofensivo que llevaba cuando se lesionó. “El año pasado, pasó lo que tenía que pasar. Ahora estamos mirando hacia adelante. Estamos a un salto de las Grandes Ligas y hay que seguir haciendo el trabajo fuerte para lograr nuestro sueño”.
“Gracias a Dios el trabajo que estamos haciendo en el ‘batting cage’ antes de los juegos, y el trabajo en el ‘off season’ con mi ‘hitting coach’ y con mi papá, me ha funcionado. Mi papá siempre está viendo los juegos. Los otros días me llamó... jugábamos un doble juego y me fui de 4-0 en el primero”, relató Correa a El Nuevo Día.
“Cuando llegué al clubhouse, me llamó y me dijo, ‘tienes las piernas muy abiertas, y al tener las piernas muy abiertas eso no está dejando que generes fuerza con la parte de abajo del cuerpo. Tienes que cerrar las piernas un poquito más, para que puedas darle a esa bola con fuerza’”, recordó.
“Después me envió dos fotos del juego de por la mañana y de cuando había dado un jonrón hacía como una semana en Tulsa. Cuando empecé el otro juego, en el primer turno di hit, en el segundo di hit, y en el tercer turno la saqué (cuadrangular); y dije, ‘wow, esto es increíble como mi papá me conoce’”.
Correa se despidió de la Texas League como rey absoluto en bateo, con promedio de .385, y también en la mayoría de las otras estadísticas como hits (45), dobletes (15), carreras impulsadas (32), total de bases (85), slugging (.726), y OPS (1.185).
“Siempre ha estado ahí (su padre) viendo todos los juegos y enviándome vídeos, al igual que mi ‘hitting coach’,
José Rodríguez, que siempre está viendo el juego y analizando el swing para yo poder hacer los ajustes acá”. Como si fuera poco, más de la mitad de sus 45 hits fueron extrabases, renglón en el que también concluyó su paso por Doble A en el primer lugar, con 24. Cerró además como colíder en anotadas (25) y en cuadrangulares (7). y su por- centaje en base (.459) fue de apenas una décima por debajo del líder.
VENENO PARA LOS ZURDOS. Correa también agradece la colaboración durante la temporada muerta del pitcher profesional, Alexander Woodson, quien lanza para los Peces Voladores de Salinas en el Béisbol Superior Doble A. A él atribuyó el éxito que está teniendo este año contra los lanzadores zurdos.
“Cuando estoy en el ‘off season’, el pitcher que me tira el ‘BP’ (práctica de bateo) es Alex Woodson. Es un pitcher zurdo que todo el mundo en Puerto Rico conoce. Es una persona que ha colaborado grandemente en mi carrera y al estar todo el tiempo bateándole a él en los ‘BP’, pues me siento más cómodo contra los zurdos”, reconoció Correa, bateador derecho. “Eso ha sido de gran bendición para poder poner buenos números”.
La mejor muestra está en que masacró a los tiradores izquierdos en Doble A, al batearles .619, producto de 13 hits en 21 turnos, incluyendo dos cuadrangulares con nueve impulsadas.
“Muchas personas lo criticaron (a Woodson) porque me tiraba unos 60 pitcheos a veces. Le decían que tenía que ponerse ‘ready’ para la temporada (de Doble A en Puerto Rico). Pero en realidad, esa es la manera de él ponerse ‘ready’. Él tiene que trabajar en su pitcheo y yo en mi zona de bateo, y es algo que nos da resultado a los dos”.
En efecto, los números de Woodson, uno de los principales brazos de la liga y quien ha representado a la Isla con la selección nacional de béisbol, muestran que se ha mantenido productivo aquí con Salinas. En el 2014 tuvo marca de 4-3 con un salvamento y 2.53 de efectividad, y 59 ponches en 64 entradas. Este año concluyó con 5-2, incluyendo una blanqueada, y un ERA de 2.49 con 29 abanicados en 47 innings.
ALIADO SALINENSE. “Llevo tres años con él tirándole ‘live BP’”, dijo Woodson sobre Correa. “Al principio él tenía problemas con los bateadores zurdos, y el papá me llamó para ver si podía lanzarle. Cada año veo la diferencia y cómo va mejorando. Al principio yo lo dominaba más, pero ya llegó el momento que se hizo mejor bateador con el trabajo que ha hecho con su hitting coach”.
Woodson coincidió con Correa al decir que dicha colaboración ha sido de beneficio mutuo.
“Gracias a que trabajo con él, me he convertido en mejor lanzador. Si miras mis números, todos los años daba muchas bases por bolas, y este año estoy tirando menos”, dijo el zurdo, quien de 23 pasaportes en el 2014, dio solo 11 en la temporada regular 2015.
“Me siento muy bien de trabajar con Carlos Correa. Es tremenda persona, muy humilde y trabajador. Lo más importante es el trabajo que ese muchacho hace día a día. No descansa, y si falla unos pitcheos, él quiere seguir. (Dice) ‘sigue tirándome que quiero seguir mejorando’. Eso es importante en un deportista”.
“Estamos a un salto de las Grandes Ligas y hay que seguir haciendo el trabajo fuerte para lograr nuestro sueño”
CARLOS CORREA