Prodigio boricua del violín
El joven de 18 años debutó con la American Symphony Orchestra
Si resumiera su vida artística con una línea cronológica, el inicio sería en el año 2000. En ese tiempo de principios y fines fue que el músico puertorriqueño Gabriel Baeza se enamoró de una “guitarra chiquita” que le provocó al ojo y al oído.
Tendría entonces solo tres años y medio cuando Baeza le pidió a su madre, quien es maestra de música, que le comprara su primer violín. Ella quería que estudiara piano, pero complació el pedido de su hijo, y qué bueno que lo hizo, pues Baeza es hoy una gran promesa boricua del violín.
A sus 18 años, este puertorriqueño ya se ha presentado en concierto en Puerto Rico, Estados Unidos, Europa y Asia. El pasado mes de febrero el joven hizo su debut como solista con la American Symphony Orchestra en el Richard B. Fisher Center for the Performing Arts, en Nueva York, bajo la dirección de Leo Botstein. Esto luego de ganar en el 2014 un concurso en su universidad, Bard College Conservatory of Music, en Nueva York, donde cursa su segundo año.
“Creo que fui el primer estudiante de primer año en ganar la competencia porque casi siempre la gente lo gana en su último año”, expresó con un asomo de timidez.
Y es que este joven no presume de sus experiencias, al contrario, insiste en que le falta mucho por hacer y aprender, a la vez que reconoce que todas las oportunidades que ha tenido hubiesen sido imposible sin la educación que recibió en Puerto Rico.
“Empecé temprano, a los tres años y medio, con la profesora Marta Hernández que me enseñó el Método Suzuki, que es muy reconocido y que involucra mucha actividad de compartir. Luego empecé a estudiar más seriamente a los 11 años con el doctor Francisco Cabán en el Conservatorio de Música. En Puerto Rico se me dieron muy buenas oportunidades y siempre estuve guiado por muy buenos maestros”, precisó. Baeza, quien además de violín, estudia literatura española, sostuvo que en la Isla existen grandes músicos y talentos que lo han inspirado en su carrera. Pero criticó el que no se les dé el merecido reconocimiento.
“Cuando te vas a Estados Unidos eres la gran estrella porque te fuiste, pero eso no debe ser así. Hay muchos músicos en Puerto Rico que son excelentes”, opinó el joven, quien decidió estudiar fuera del país, tras recibir una beca completa en Bard College.
Ahora que se le presentan nuevas oportunidades en el exterior, el músico reflexiona sobre el futuro.
“Todavía no sé lo que viene por delante, pero siempre me mantengo estudiando y no me puedo ver haciendo otra cosa”, aseguró este puertorriqueño, quien se visualiza a largo plazo como solista, viajando el mundo con las cuerdas que seguirán trazando su cronología.