Insuficiente la ayuda federal
Luis Gutiérrez quisiera ver más compromiso de Obama y más presión hacia republicanos del Congreso
WASHINGTON.- Más allá de la asesoría que ofrece el Departamento del Tesoro, el congresista Luis Gutiérrez (Illinois) está aún convencido de que la administración del presidente Barack Obama tiene espacio para dar mejor ayuda al gobierno de Puerto Rico en el momento en que más la necesita.
Y piensa que -ante el hecho de que la mayoría republicana de la Cámara baja frena la la legislación que permitiría a las empresas públicas de Puerto Rico reestructurar su deuda por medio del capítulo 9 de la ley federal de quiebras-, los políticos de la Isla que se identifican con el Grand Old Party (GOP), sobre todo el exgobernador Luis Fortuño, tienen ahora una prueba de fuego para demostrar cuán influyentes son dentro de ese partido.
En entrevista con El Nuevo Día, Gutiérrez, demócrata por Illinois, habló sobre lo que considera ha sido un tratamiento demasiado pasivo del gobierno de Obama en torno a la crisis fiscal de Puerto Rico, más ahora que se teme que el gobierno puertorriqueño, con una deuda de $73,000 millones sobre sus espaldas, quede sin dinero para cumplir con todas sus obligaciones y tenga que cerrar oficinas o reducir horarios.
“La asistencia que (el gobierno del presidente Obama) ha ofrecido no es de la envergadura necesaria”, dijo Gutiérrez, quien reveló que ha conversado directamente sobre el tema -junto a su colega Nydia Velázquez (Nue- va York)-, con el secretario del Tesoro, Jack Lew, y el principal consejero económico de la Casa Blanca, Jason Furman .
La respuesta que les han dado, sostuvo, ha sido la misma que han recibido durante los últimos meses otras autoridades boricuas. “‘Qué hacen todo lo posible’. Les he dicho que pueden hacer mucho más”, dijo.
ALTERNATIVAS. Por ejemplo, Gutiérrez indicó que para mantener liquidez y el flujo de dinero, el asunto se puede resolver temporalmente con un depósito federal de fondos. Insistió además en el reclamo de utilizar el buen crédito y las garantías del gobierno estadounidense para respaldar una próxima emisión de bonos de Puerto Rico, lo que permitiría tomar prestado a una tasa de interés baja.
Otra alternativa que considera puede implantarse es adelantar la entrega de fondos de programas de infraestructura y otros a los que la Isla tendría de todos modos acceso, con la idea de potenciar desarrollo económico.
Para Gutiérrez, la responsabilidad del gobierno del presidente Obama es mayor si se toma en cuenta la sintonía política que considera existe entre las ideas del inquilino de la Casa Blanca y el gobernador Alejandro García Padilla. “No entiendo cómo no ayudar a un gobernador que dice que no va a despedir empleados públicos, ni destruir uniones laborales. No entiendo cómo irán después a Florida a buscar los votos de los puertorriqueños. Con el mismo entusiasmo que van a Puerto Rico a recoger dinero deberían res- ponder a la crisis”, agregó.
Para Gutiérrez es hora de buscar consensos en Puerto Rico y demostrar que hay unidad de propósitos.
FORTUÑO. En ese sentido, Gutiérrez tomó tiempo para destacar lo que considera han sido las ambivalencias del exgobernador Fortuño en el debate sobre la crisis fiscal.
Ahora, sostuvo, Fortuño aparece como asesor, junto al presidente del Senado Eduardo Bhatia, de la Coalición para la Estabilidad Fiscal que busca impulsar el proyecto 870 que permitiría la inclusión de las empresas públicas de Puerto Rico en el capítulo 9 de la ley federal.
Previo a vincularse con la Coalición para la Estabilidad Fiscal, Fortuño había renunciado a la junta asesora del Hispanic Leadership Fund.
La renuncia de Fortuño ocurrió una vez ese grupo conservador comenzó a atacar la legislación 870 del comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, y hacerle coro a las firmas de inversiones que buscan evitar que el gobierno boricua tenga acceso al mecanismo de la quiebra federal.
Pero, a Gutiérrez le llamó la atención que el exgobernador Fortuño se mantuviera callado cuando el Hispanic Leadership Fund -como hiciera la American Future Fund (AFF), que también tuvo vínculos financieros con un grupo cercano a los multimillonarios ultraconservadores hermanos Koch-, participó de la guerra de relaciones públicas en EEUU en contra de la imagen del gobierno de Puerto Rico y en defensa de la extinta empresa bancaria Doral.
“Es una contradicción increíble”, afirmó el legislador federal, al acentuar que la base para la campaña de publicidad que ahora realiza el grupo conservador de jubilados Asociación 60 Plus en contra del 870 fueron aquellos ataques iniciales en contra del gobierno de García Padilla.
American Future Fund llegó a indicar en sus mensajes en medios estadounidenses que García Padilla presidía “sobre corrupción pública que ha convertido a Puerto Rico en un puente para el mercado global del narcotráfico que se origina en Venezuela”, mientras Hispanic Leadership Fund describió al gobernador como “el nuevo Castro del Caribe”.
Para Gutiérrez, pensar que aquella campaña no abonó a la actitud republicana que se refleja en el estancamiento del 870 es irreal. “No deben taparse los ojos”, dijo Gutiérrez, al indicar que sin un mecanismo para reestructurar la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica sería terrible que el precio de la electricidad lo decidan inversionistas extranjeros.
Pero, además de exhortar a las autoridades a buscar consenso, mantuvo que la oposición política no debe ver la crisis “bajo los ojos de la próxima elección”.
“Si Fortuño tiene influencia para retratarse con Jeb Bush, debería tenerla para aprobar (el 870)”
LUIS GUTIÉRREZ
Congresista demócrata