LA MÁGICA JORNADA DE CARLOS CORREA
CHICAGO.- En el vuelo de Fresno (California) a Chicago (Illinois), Car
los Correa tuvo ayer la oportunidad de darse cuenta de cuánta atención recibe su meteórico ascenso al equipo de los Astros de Houston del béisbol de las Grandes Ligas.
“Me impactó cuando estaba en el avión. Estaba sentado en primera clase y las dos personas al lado mío estaban con el periódico (de Fresno) leyendo el artículo sobre mí, que estaba en la portada. Me miraron, ‘¿éste eres tú?’. Les dije que sí. Comenzamos a hablar. Fue un gran momento. No pude dormir, porque estuvimos hablando todo el tiempo, pero fue divertido”, dijo ayer Correa antes del partido.
Por ser un jugador de primera selección del sorteo -que llegó a la mejor liga de béisbol del mundo en solo tres años-, la atención no se disipará.
Un día como ayer de 2012, Correa hizo historia al ser el primer puertorriqueño seleccionado en el primer turno del sorteo. Anoche su sueño se convertía en realidad. Correa es oficialmente desde ayer uno de los jugadores más jóvenes en el béisbol de las Grandes Ligas.
Pese a estar en el terreno de los Medias Blancas de Chicago, la fanaticada -que no era mucha (17,352), pues la atención de la ciudad estaba en su equipo de hockey sobre hielo, que está en la serie final-, le reconoció y le dio el más sonoro aplauso de la noche.
Consiguió el primer indiscutible de su carrera -un hit dentro del cuadro con el cual logró batir el tiro del campo corto-, en la cuarta entrada frente al estelar zurdo Chris Sale. Con el hit, también impulsó una carrera.
Horas antes, mientras la administración del equipo todavía hacía ajustes a su pantalón, la camiseta con el número 1 colgaba de su armario.
Recién llegado al camerino de Houston en el parque US Cellular Field de Chicago, Correa, de 20 años, volvió a narrar frente a un batallón de perio- distas en el camerino de los Astros lo emocionante que fue el momento en que su dirigente de los Fresno Grizzlies en la AAA, Tony deFrancesco, anunciara en medio de la celebración de la victoria del partido del domingo -la cual él decidió con un elevado de sacrificio que dejó sobre el terreno a la otra novena-, que anoche estaría en uniforme de Houston.
“Estaba atónito, salí del camerino y llamé a mis padres”, contó.
Desde el viernes, la familia de Carlos Correa conocía que el debut del principal prospecto boricua del béisbol de las Grandes Ligas de Estados Unidos era inminente.
Los Astros pensaron subir a Correa para la serie del pasado fin de semana en contra de los Azulejos de Toronto. Pero, la familia del jardinero corto y principal prospecto no iba a poder estar presente en su debut.
CON LAS MALETAS LISTAS. “Estábamos esperando la noticia. Cuando me llamó, gozamos y gritamos. Es un sueño que Carlos ha tenido desde los seis años, cuando me dijo que quería llegar a las Grandes Ligas”, indicó
Carlos Correa, padre, al llegar a Chicago junto a su esposa, Sandybel
Oppenheimer, y sus otros dos hijos, Jean Carlos, de 16, y Leibysand Kamil Correa, de 6. Sus padres no quisieron dar nada por sentado en espera del anuncio oficial. Pero estaban listos para viajar a Chicago, lo que hicieron ayer. En terreno enemigo, la familia llegó a media tarde del lunes al aeropuerto Midway de Chicago, vistiendo gorras y camisetas de los Astros.
Junto a ellos viajó el representante de Correa en Puerto Rico, Frankie
Higginbotham, gerente general de los Cangrejeros de Santurce, su hijo y
Sadi Antonmattei.
“No esperaba que ocurriera tan rápido. Pero el talento y el deseo es algo que Carlos siempre ha demostrado. Para él no hay fiestas ni cine. No deja su entrenamiento por nada. Siempre le dije que tenía que trabajar duro y Dios le recompensó todo el trabajo
A los 20 años, el siore santaisabelino debutó anoche en las Mayores
que ha hecho”, agregó Carlos, padre.
El pelotón de Santa Isabel llegará a Houston para presenciar la serie del fin de semana que inicia el viernes en contra de los Marineros de Seattle. Entrenadores, amigos y vecinos se sumarán a la avanzada.
En los últimos dos años se ha dedicado a entrenar en el tiempo muerto seis días a la semana. En las mañanas ejercicios. En las noches bateo. Solo se tomaba libre los domingos.
“Las críticas lo motivaban más. Cuando alguien le hacía una crítica, las tomaba de forma constructiva y me decía, ‘Papi, tenemos que trabajar en esto’ ”, sostuvo Correa, padre.
Como se le adelantó el domingo, su dirigente A.J. Hinch le ubicó ayer sexto en la alineación.
“Creo que era importante que bateara ya en la segunda entrada”, dijo Hinch.
La otra opción que consideró era colocarle como séptimo en la alineación.
Previo al sorteo de 2012, Hinch le visitó en Puerto Rico como asistente del gerente general de los Padres de San Diego. Desde entonces conoció la gran madurez y dedicación del boricua. Sabía, sin embargo, que por tocarle entonces a su organización el turno número siete, los Padres no tendrían oportunidad alguna de reclu- tarlo. Los Astros se lo llevaron tan pronto abrió el sorteo.
Entre AA y AAA, Correa bateaba esta temporada en las menores para promedio de .335, con 10 cuadrangulares y 44 impulsadas en 54 partidos. Hasta el domingo, Correa era líder en hits (34), total de bases (127), compartía el primer lugar en dobles (21) y estaba segundo en slugging (.596).
Hinch sostuvo que los Astros quisieron que Correa fuera paso por paso, teniendo experiencia en cada nivel de las ligas menores.
“Se ha ganado su ascenso, es obviamente uno de los jugadores más talentosos de nuestra organización”, agregó el dirigente de los Astros, que iniciaron la noche en el primer lugar de la división oeste de la Liga Ame- ricana, con medio juego de ventaja sobre Texas.
UN JUGADOR COMPLETO. Correa ha sido comparado con Alex Rodrí
guez, por su cuerpo y potencia. Higginbotham, quien jugó profesional, destaca a Correa como un jugador completo, con poder de jonronero, tremendas manos y un potente brazo. Los expertos consideran que desde
Roberto Alomar, ahora miembro del salón de la Fama del béisbol estadounidense, ningún otro boricua había generado tantas expectativas.
Por lo pronto, los planes de los Astros son que permanezca como jardinero corto, teniendo a su lado a una de las mejores segunda base del momento, el venezolano José Altuve, quien lo recibió con un fuerte abrazo. “Me siento bienvenido. Aprenderé de él. Es un gran amigo”, dijo Correa.
El novato boricua, pese a las altas expectativas, aseguró que no siente presión. “Es el mismo juego, aunque en el escenario más grande. Siento que (ayer era) otro juego más, pero consciente de que (ya) en el terreno (sería) una historia diferente”, dijo.
Correa alcanzó las Grandes Ligas en momentos en que los Astros están en el primer lugar, aunque han patinado recientemente.
“Voy a tratar de contribuir de mu- chas formas, corriendo las bases, robando bases, tratando de jugar buen béisbol. Pero, al final del día este es un equipo de 25 jugadores”, agregó.
Su ascenso le brinda nuevos bríos al béisbol boricua. “Quiero que el béisbol en Puerto Rico crezca. Quiero servir de inspiración para los jóvenes que vienen en camino”, dijo.
Durante la conversación con los periodistas, Correa hizo claro que su logro es un triunfo para su familia, que funciona en equipo. “Estoy contento, emocionado. Es un gran momento para mí y para mi familia”, dijo.
En el barrio Velázquez de San Isabel, de donde son los Correa, la fiesta comenzó el domingo.
“El teléfono no ha dejado de sonar -relató su padre-. Es algo grande para nosotros, es grande para Puerto Rico”.
“No esperaba que ocurriera tan rápido. Pero el talento y el deseo es algo que Carlos siempre ha demostrado”
CARLOS CORREA
Padre del jugador