Cleptocracia
El sistema democrático actual ha perdido su significado original. Decía un filósofo griego que la verdadera democracia es aquélla donde los gobernados viven mejor que los gobernantes.
Por lo visto Grecia y Puerto Rico se encuentran en el mismo bote, pero con alternativas diferentes para tratar de resolver sus respectivos problemas económicos. Hubo una época de bonanza cuando los partidos gobernantes malgastaron los ingresos existentes y no existentes para mantener el control sobre sus gobernados, convirtiéndose así en caldo de cultivo para una “cleptocracia”.
Los procesos eleccionarios se han convertido en sainetes electorales donde los políticos electos se van a la cama con los inversionistas financieros, fomentando la corrupción a espaldas de los ciudadanos de sus respectivos países. No importa quién gane el evento eleccionario, siempre aparecerán los que financiaron sus campañas para cobrar sus deudas.
Los capitales “buitres” se aprovechan de las flaquezas humanas de los políticos de turno en el poder para incrementar sus riquezas. Según estadísticas recientes, durante la crisis actual el número de multimillonarios en Occidente ha crecido alrededor de un 31 por ciento.
En este momento, Grecia está luchando con la Unión Europea para renegociar su deuda que suma alrededor de 342,000 millones de euros. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, busca una tabla de salvación acercándose a Rusia para buscar cooperación económica y firmar un memorando para construir un gasoducto en territorio griego que dará trabajo a aproximadamente 20,000 personas.
Puerto Rico, adoleciendo de poderes soberanos, se ahoga con su pesada deuda sin poder negociar con algún país interesado en suplirle un flotador de salvación sin la anuencia de Estados Unidos. Parece irónico que Rusia le haya condonado a Cuba su deuda y Estados Unidos no nos permita ni utilizar la ley de quiebras que protege a sus estados.
En Puerto Rico residen más ciudadanos estadounidenses que en 21 estados de la nación y Estados Unidos no nos apoya ni para renegociar la deuda.