UNA BIBLIOTECA DE BONDAD EN RÍO PIEDRAS
Conoce la historia de la voluntaria Lourdes Piñero y de sus pupilos en Sabana Village
El sol azota duro afuera en Sabana Village, Río Piedras. Dentro de la bibliotequita del complejo de vivienda hace un calor aún más chévere.
Es un calor humano, de gente ayudando gente, que ni siquiera el acondicionador de aire que apacigua a los estudiosos niños puede combatir.
“Aquí estamos todo el tiempo con nuestros niños, ayudándolos, especialmente en sus tareas, en aprender y estar bien”, dice Lourdes Piñero, con un aura de bondadosa hada madrina, que de un lado al otro rebota en este salón lleno de libros y materiales educativos.
Hoy con Lourdes hay una tropa de cinco. En un extremo de la mesa el pequeño Caleb juega con un figurín de Buzz Lightyear, el de Toy Story, y confiesa que quiere ser bombero. A su lado, Cristal, una futura doctora, escribe. En la misma mesa, Melanie, artista gráfica en ciernes, dibuja, mientras que Julizza trabaja en otro cuaderno. Lourdes observa con esa sonrisa de humildad que siempre aparece en los rostros de gente que hace cosas buenas.
“De aquí yo he visto niños salir adelante de distintas formas. Algunos que han seguido estudios universitarios. Toda la comunidad está orgullosa de lo que logran y aquí estoy yo para lo que necesiten”, dice.
Cuando Lourdes, una exasistente de maestro, llegó a Sabana Village hace cuatro años, ese salón donde ha ayudado a decenas de niños, era un gimnasio. Ahora, al salón lo dominan caras de niños, que felizmente realizan sus asignaciones, leen mucho y la pasan bien en un ambiente de provecho.
La administración del condominio respaldó de inmediato la intención de Lourdes de convertir ese espacio en una biblioteca. Consiguieron libros donados por una megalibrería cuando esta cerró tiendas. Se gestó un proyecto a favor de la educación comunitaria. “Es inmenso el bien que todos los días realiza por nuestros niños”, expresa Marta Forés, de Lucha, Inc., entidad de base comunitaria que administra Sabana Village. El compromiso de Lourdes es tal que en verano realiza el campamento Carcajadas.
“¡Es la mejor jefa del mundo, es mi inspiración!”, afirma con emoción la especialista en tutorías de matemáticas, Carmen Delia Mojica.
“Aquí solo hacemos lo que hay que hacer. Estamos por nuestros niños, por nuestra comunidad”, dice Lourdes, contenta y cónsona con su acto de conciencia social.
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