El Nuevo Día

El mimbre no pasa de moda

Además de su uso en el exterior, se usan en la decoración interior por su comodidad y calidez

- Texto Inmaculada Tapia EFE /Reportajes

Los materiales de los muebles ya no están en compartime­ntos, han dejado de ser para exterior o interior, en especial los realizados en mimbre o caña que han pasado a adueñarse del interior del hogar por su comodidad y el ambiente cálido que transporta­n.

Pero no solo los muebles, también los complement­os consiguen captar la atención de estos materiales, por excelencia vinculados al verano, y a decorar espacios como terraza, porches o jardines.

RECUERDOS INFANTILES.

La firma “The Flea” recupera el mimbre y la caña en su última colección y consiguen retrotraer nuestra memoria más infantil.

“¿Quién no ha visto algún sillón de mimbre o de caña en casa de sus padres o de sus abuelos?”, dice Mikel de la Cuerda uno de los creadores de la empresa.

Una excusa perfecta para crea mobiliario y recuperar objetos que están en plena tendencia.

“Igual que ocurre con la moda, todo vuelve”, comenta Mariana Fernández Olalla, la otra mitad que constituye este negocio de muebles, que ha buscado los mejores artesanos para realizar materiales con fibras naturales en su taller.

Elaborados de forma manual, cada sillón, cada mesa o casa espejo es diferentes del resto. Butacas, sillones, mesas, baúles, bajo platos o espejos son algunos de los diseños que han creado en esta colección, que puede situarse en el jardín o en el interior de casa, como armónicame­nte ha hecho el interioris­ta Guillermo García-Hoz en su última propuesta.

“Me gusta que el jardín se cuele en el interior y darme cuenta de que todo se puede compaginar”, dice García-Hoz, “incluso lo imposible”, añade.

ALMACENAJE Y MÁS.

Ropa de cama o baño, cestos para la ropa sucia o depósito de juguetes, son algunas de las propuestas en mimbre de Westwing. Todo un alarde de creativida­d que nos permite ver y tener a mano lo que contienen estos vistosos y rústicos contenedor­es.

El alma marinera con nudos, cuerdas y toda una ansiedad por salir fuera de casa es lo que promueve su decoración en la que el mimbre se expresa en todo su esplendor. Butacones plagados de cómodos cojines, en beige y azul, o bien con colores intensos. Si lo que buscamos es mayor dinamismo e intensidad en la decoración, son aptos para alimentar cualquier rincón.

El relax de los muebles de terraza se traslada también a las zonas de ocio con chaises-longes en mimbre donde acomodar el sueño cuando nos venza el cansancio a la hora de la siesta.

Pies de lámparas para exterior y farolillos también se cuelan en las mesillas de noche para hacer del dormitorio un lugar campestre.

Taburetes tranzados sirven de mesitas, y no solo de mesas auxiliares, para esta firma de hogar. En el baño dosificado­res y lámparas se visten con nudos marineros y un toque bastante informal.

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Una butaca en mimbre le da calidez a cualquier rincón de la casa.
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Los complement­os en mimbre, como una mesita y su silla consiguen captar la atención de estos materiales.

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