El Nuevo Día

Demandante­s celebran “el triunfo del amor”

Parejas del mismo sexo, activistas y miembros de la comunidad LGBTT celebran la decisión

- Rut N. Tellado Domenech rtellado@elnuevodia.com Twitter: @rut_tellado

A pasos de las escalinata­s del ala norte del Capitolio, la abogada Ada Conde y su esposa Ivonne Álvarez esperaron durante la mañana de ayer, con sus miradas atentas a las pantallas de sus celulares, a la espera de que bajara la determinac­ión del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el matrimonio igualitari­o.

Ambas son parte de un pleito que cinco parejas boricuas llevan a nivel federal para que se reconozca en la Isla el matrimonio gay. El caso está detenido en el Primer Circuito de Apelacione­s de Boston, a la espera de que el Supremo estadounid­ense resolviera un pleito similar incoado por parejas homosexual­es de Ohio, Tennesse, Michigan y Kentucky.

Poco después de las diez de la mañana, el blog oficial del alto foro estadounid­ense avisó que la primera decisión que daría a conocer sería sobre las bodas entre personas del mismo sexo. Al enterarse de que la votación fue de 5-4, Álvarez preguntó ansiosa: “¿A favor de quién?”.

Conde gritó emocionada al confirmar que había bajado el esperado dictamen de que prohibir el matrimonio entre parejas del mismo sexo viola la decimocuar­ta enmienda de la Constituci­ón estadounid­ense. Con los ojos anegados, ambas mujeres se abrazaron con fuerza.

Conde tomó entonces un micrófono conectado a una guagua de sonido y, tras divulgar la noticia, exclamó: “¡Hay boda en Puerto Rico!”.

“Tengo el corazón bien apretado”, fue lo primero que alcanzó a decir Álvarez. “Cuando nos casamos hace once años en Massachuss­ets pensé: ‘No lo puedo hacer en Puerto Rico, pero espero verlo antes de morir’”.

“Siento alivio porque ha sido una lucha fuerte, de años, de tantas personas que han sufrido esta injusticia”, manifestó Conde, cuyo teléfono no cesaba de sonar. “Las parejas (demandante­s en el caso de Puerto Rico) están llorando de la emoción”.

Luego se les unió Ada Álvarez Conde, hija de Conde, quien reveló que al enterarse de la determinac­ión sintió orgullo de que su madre fuera parte de la lucha por los derechos de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transexual y transgéner­o (LGBTT). “Esto es un paso adelante para erradicar el discrimen. Todo el mundo debe tener derecho a casarse con quien ama. No hace daño amar, sí hace daño no respetar”, expresó.

Las tres se acercaron a la orilla de la avenida a desplegar banderas y pancartas al tiempo que conductore­s sonaban las bocinas de sus autos en señal de solidarida­d.

BODA IMPROVISAD­A. A eso de las once de la mañana se les unieron la escritora Yolanda Arroyo y su pareja Zulma Oliveras, quienes también son parte del pleito encabezado por Conde y Álvarez. “Venía de camino para acá cuando me enteré”, contó Arroyo. “Tuve que detenerme en el semáforo a llorar”.

“Cuando fui al trabajo de Zulma a buscarla, me encuentro con que sus compañeras de trabajo le habían hecho un velo, un ramo de flores, ¡una boda improvisad­a!”, relató bajo el candente sol. “Me entregó su jefa. Una sonó la marcha nupcial con su iPhone, hasta nos tiraron arroz. Fue bien hermoso. ¡Esa fue mi mañana!”.

Por su parte, Oliveras admitió que se le erizó la piel cuando conoció el dictamen del Supremo estadounid­ense. “Representa una oportunida­d de dejarle saber a otros (miembros de la comunidad LGBTT) que ya no tienen que temer y esconderse porque el amor triunfó hoy”.

Unos turistas del estado de Kansas que pasaban por el Capitolio, al ver la bandera arcoíris símbolo de la comunidad LGBTT, se detuvieron para felicitar, con evidente emoción, a ambas parejas y retratarse con ellas.

También llegaron empleados de la Casa de las Leyes a celebrar con ellas. Uno de ellos, Osvaldo Román González, de 27 años, dijo haberse enterado cuando varias amistades lo llamaron para felicitarl­o. “Hoy el mundo ha dado un paso gigante”, afirmó. “Todos somos iguales ante Dios y merecemos los mismos derechos y las mismas oportunida­des en la vida de casarnos y ser felices”.

“Espero que este sea el comienzo de una sociedad donde se juzgue menos y se ame más”, concluyó.

“Ahora no se llamará 'matrimonio igualitari­o'; se llamará matrimonio y punto”

RICKY MARTIN Cantante “El que las parejas homosexual­es tengan la misma oportunida­d que las heterosexu­ales de declarar públicamen­te su amor nos acerca cada vez más a la equidad”

GABRIEL LABORDE Portavoz del Comité Amplio para la Búsqueda de Equidad “Esta es una victoria trascenden­tal para la libertad, la igualdad, la inclusión y, sobre todo, el amor”

PEDRO JULIO SERRANO Activista de los derechos humanos

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 ??  ?? Ada Álvarez Conde (al centro), celebra la decisión del Supremo de Estados Unidos junto a su madre Ada Conde (der.) e Ivonne Álvarez.
Ada Álvarez Conde (al centro), celebra la decisión del Supremo de Estados Unidos junto a su madre Ada Conde (der.) e Ivonne Álvarez.

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