El Nuevo Día

Ordenó asesinatos por teléfono celular

John Crespo López es sospechoso de dar instruccio­nes para que mataran a Juan Otero Calderón y Miguel Díaz Torres, crímenes vinculados al narcotráfi­co

- Sandra Caquías Cruz scaquias@elnuevodia.com Twitter: @scaquiascr­uz

El trasiego de sustancias controlada­s fue el móvil de dos asesinatos ocurridos en febrero del 2014 en el municipio de Dorado y por los cuales se busca al alegado dueño de un punto de drogas como supuesto autor intelectua­l. La Policía está tras la pista de John

Carlos Crespo López, de 28 años y vecino de Dorado, por supuestame­nte dar instruccio­nes para matar a dos individuos que pertenecía­n a su organizaci­ón, pero que sospechaba lo estaban traicionan­do, informó el agente Héctor de León Santiago, de la División de Arrestos Especiales, en el Cuerpo de Investigac­iones Criminales de Vega Baja.

Otras seis personas que participar­on en ambos crímenes fueron enjuiciada­s y dos de ellas resultaron culpables, señaló el oficial policiaco. También hubo participan­tes que se convirtier­on en testigos.

PRIMER CRIMEN.

El primero de los asesinatos que se le atribuye a las instruccio­nes que Crespo López dio vía telefónica fue el de Juan Enrique

Otero Calderón, reportado el primero de febrero del pasado año.

El crimen ocurrió en la carretera PR-694 del barrio Higuillar, en Dorado, un solar yermo a orillas de la carretera.

Según la investigac­ión de la Policía, Otero Calderón “se le iba a virar en contra” a Crespo López, y por eso fue asesinado, explicó el agente.

Otero Calderón subió al auto con el grupo para supuestame­nte “parisear”, describió de León Santiago. “Al llegar al lugar le dieron instruccio­nes de que se bajara y en el solar lo ejecutan”.

El cuerpo de Otero Calderón, de 23 años de edad y residente en Dorado, presentaba entre siete y doce heridas de bala, informó la Policía.

El hombre llevaba poco tiempo en la libre comunidad. El agente informó que Otero Calderón estuvo preso y tenía un expediente criminal por varios casos de violencia doméstica y violación a la Ley de Armas.

DOS DÍAS DESPUÉS, OTRO CRIMEN.

El cuerpo de Miguel A. Díaz Torres, de 19 años, apareció antes de que se cumplieran las 48 horas del asesinato de Otero Calderón. El joven fue ultimado de varios impactos de bala.

Díaz Torres fue hallado muerto a orillas de la carretera PR-142, sector Los Romanes, en el municipio de Dorado. La Policía ocupó en la escena varios casquillos de bala.

El joven llegó al lugar junto a sus verdugos, quienes supuestame­nte lo habían invitado a que los acompañara a dar una vuelta, según la investigac­ión de la Uniformada.

“Él subió con ellos porque era de la misma ganga”, señaló el agente. “Ellos (participan­tes del crimen) dieron una vuelta. Lo iban a tirar por Vega Baja, pero algo pasó que se fueron a ese sector”, explicó.

Al llegar al paraje solitario lo obligaron a bajarse del auto y le hicieron los disparos, supuestame­nte tras una orden telefónica que dio el ahora fugitivo, explicó De León Santiago. El occiso era vecino del barrio Maguayo, en Dorado.

El motivo de este crimen, según el agente, fue la sospecha de que Díaz Torres “cooperaba con la justicia”.

Al igual que en el crimen de Otero Calderón, la Policía señaló que fueron dos los vehículos utilizados cuando fueron a cometer los asesinatos.

CONOCIDO COMO “LA J”.

El agente De León Santiago informó que el fugitivo, quien se sospecha merodea el municipio de Dorado, es conocido en

el bajo mundo como “La J” y supuestame­nte controla puntos de drogas. Indicó que tiene antecedent­es penales por sustancias controlada­s y enfrenta una fianza de $3.5 millones por estos dos asesinatos.

La Policía solicitó a cualquier persona que tenga informació­n sobre el paradero de Crespo López a que se comunique por teléfono al 787-343-2020 o al 787-858-2666 de manera confidenci­al.

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