Poesía y microficciones
Ambos géneros se exploran en Secretos inconfesos, del puertorriqueño Luis Enrique
Edgar Allan Poe decía que el género literario más cercano al cuento era la poesía. El autor se refería a la manera en que ambos revelaban, con una economía de palabras, un sentimiento, en el caso de la poesía, o un efecto, en el caso del cuento. A pesar de sus semejanzas, son géneros muy diferentes y exigen diferentes destrezas de parte de quien escribe. En Secretos inconfesos, del puertorriqueño Luis Enrique Vázquez Vélez, los lectores tendrán la oportunidad de comparar ambos géneros en un solo volumen.
El libro está dividido en dos partes: “Sujeto inconfesable”, una colección de poesía; y “Secretos inconfesos”, que reúne cuentos que no pasan de tres páginas y podrían considerarse microficciones.
Los poemas de la primera parte varían en su selección de temas. Hay poemas patrióticos, eróticos, amorosos, políticos y sociales. El primero, “Y te soñé posible”, brilla por las múltiples interpretaciones que pueden sacársele al poema. Puede ser amoroso y acechante y, la vez, patriótico e inspirador, todo esto dentro del marco de un recorrido de las calles del Viejo San Juan. La variedad de temas y técnicas en la selección poética apelarán a todo tipo de lector.
La segunda parte del tomo contiene veinte microficciones de temas variados. Aunque en prosa, estos escritos se asemejan más a la poesía que al cuento, ya que tienden más a propiciar sentimientos, en vez de efectos. Aunque de temas imaginativos y relevantes, podrían nutrirse más de técnicas narrativas como las de mostrar más en vez de decir, e incluir conflictos a los textos. Algunos, además, son algo inconsistentes dentro de la lógica su propia ficción. Podrían ser detalles nimios, pero en los detalles es que se encuentra el arte.
Es pertinente destacar la aventura de casar los dos géneros en un solo tomo, en el que puede apreciarse la técnica poética y narrativa de un solo autor.