Cruce de emociones por una máquina
La producción y el elenco de Ex Machina logran una excelente puesta cinematográfica
Los Ángeles- Ex Machina, el excelente filme que finalmente estrenó esta semana en Puerto Rico, es el ejemplo perfecto de lo que un director talentoso puede hacer con el terreno dramático familiar dentro de un género popular.
En el caso de esta película, el director es Alex Garland haciendo un debut espectacular con esta ópera prima, y el género es ciencia ficción. El temor a cuan lejos puede llegar la tecnología a reemplazar a los seres humanos no es particularmente nuevo, pero este joven cineasta se las ingenia para plantear este conflicto con originalidad y empujarlo hacia lugares nuevos e inesperados.
Aunque estrenó hace varios meses en Estados Unidos, su llegada a las salas locales es completamente oportuna. La película es el antídoto perfecto a producciones como Jurassic
World o Terminator Genisys, filmes que fuera de tener mejores efectos especiales que las versiones originales, no logran hacer nada nuevo con sus conceptos. Los efectos especiales de Ex Machina son espectaculares, pero el enfoque de Garland en el pulso de la trama y su manejo firme del lenguaje audiovisual impiden que esto sea lo único que sobresale de este filme.
La producción es un juego de manipulación y suspenso con un poder hipnótico indiscutible y un clímax que valida el ritmo lento en que se desarrollan los primeros dos actos de la trama.
El concepto central del libreto aparenta ser simple. Un programador destacado (Domhnall Gleeson) es seleccionado por el jefe de su compañía (Oscar Isaac) para evaluar la Inteligencia Artificial que ha estado perfeccionando por muchos años. En un complejo subterráneo, lejos de cualquier tipo de civilización, el protagonista tiene que evaluar las cualidades humanas de “Ava” (Alicia Vikander) y determinar si su creador es un genio excéntrico o un psicópata que ha decido crear una esclava artificial para todas sus necesidades.
Además de tener un director con una mano firme para todos los elementos esenciales de una experiencia cinematográfica memorable, la producción no tendría el impacto contundente que tiene sin las interpretaciones maravillosas del elenco principal. Hasta el momento, Oscar Isaac se ha caracterizado por la sutileza elegante de sus interpretaciones en filmes como W.E, 10 Years e Inside Llewin Davis. Este rol requiere esa habilidad junto con un despliegue de carisma espectacular que lo confirma como un excelente intérprete y como estrella de cine. En algunas de sus escenas, el actor canaliza la intensidad de Al Pacino con la energía impredecible y volátil de Marlon Brando. En contraste, Alicia Vikander tiene el difícil trabajo de hacernos olvidar la armadura artificial de “Ava” y de seducirnos con la honestidad emocional de un alma que aparenta ser completa- mente inocente. La actriz lo logra con la naturalidad de una veterana. Por su parte, Domhnall Gleeson tiene el peso de interpretar al personaje que representa el punto de vista de la audiencia, pero el actor no deja que esto se convierta en un manto de aburrimiento para un personaje que no es tan heroico como aparenta.
Con todo esto a su favor, Ex Machina deslumbra con un presupuesto menor que las súper producciones de Holly- wood y se convierte en la carta de presentación para un director que definitivamente debe ser invitado a trabajar en las grandes ligas de la industria.