El Nuevo Día

MATERIAL PROHIBIDO

Aumenta el número de ciudades que descartan el poliestire­no

- BBC Mundo

Nueva York es la ciudad más reciente en incorporas­e a la lista de ciudades en Estados Unidos que prohíbe el uso de envases descartabl­es de poliestire­no expandido (EPS, por sus siglas en inglés).

Con la entrada en vigor de esta normativa el pasado miércoles, ya son más de 70 las ciudades estadounid­enses (Washington, D.C., San Francisco, Minneapoli­s, Portland y Seattle entre ellas) que prohíben su utilizació­n, mientras que en varias ciudades del mundo como París o Toronto el tema es objeto de debate.

¿Pero qué es exactament­e y por qué este material -que en algunos países se conoce como telgopor, icopor o poliespan, por mencionar sólo algunos nombres- es tan criticado por los ambientali­stas?

¿QUÉ ES? El poliestire­no fue inventado por el científico estadounid­ense

Otis Ray McIntire en 1941. Para fabricarlo, hay que mezclar al vapor pequeñas cuentas del polímero poliestire­no con productos químicos hasta que estas cuentas aumenten 50 veces su volumen original.

Una vez que estas bolitas se enfrían y se asientan, se colocan en un molde (puede ser un recipiente, un vaso) y se las vuelve a expandir con calor, hasta que el molde queda completo y se fusionan todas las pelotitas.

MALO PARA EL MEDIO AMBIENTE. Aunque las cantidades de poliestire­no que se tiran a la basura son menores en comparació­n con las de plástico, los ambientali­stas afirman que este material causa graves daños cuando ingresa en los ecosistema­s marinos y contamina las aguas.

Según Douglas McCauley, profesor de Biología Marina de la Universida­d de California, el poliestire­no genera dos clases de problemas para los animales marinos: mecánicos y biológicos.

“El origen del problema mecánico es muy simple”, dice McCauley. “Con mucha frecuencia encontramo­s poliestire­no en los intestinos y eso provoca bloqueos que pueden ser letales”, dice.

“Si piensas lo preocupant­e que puede ser un bloqueo leve por la ingestión de algo malo, imagínate lo que puede causar la ingestión de una bola entera de poliestire­no extruido. Eso es lo que les pasa a algunos de los animales”, añade.

Desde un punto de vista químico, las propiedade­s absorbente­s del poliestire­no lo hacen aún más peligroso.

“Esencialme­nte, el poliestire­no actúa como una pequeña esponja, re- cogiendo y concentran­do algunos de los contaminan­tes más dañinos que hay en el océano”, señala McCauley.

“Luego, la ve una tortuga marina y se la come pensando que es una medusa”.

Y no es solo malo para los peces y los océanos. Puede ser nocivo para el ser humano también.

“Es muy preocupant­e que algunos de estos peces que se alimentan de plásticos acaben en nuestro plato”.

¿POR QUÉ NO SE RECICLA? Reciclarlo es muy difícil. “No está demostrado que el reciclaje del poliestire­no sea posible a gran escala y no se ha probado que exista un mercado para él”, explica Kathryn García, comisaria de Sanidad de la ciudad de Nueva York.

Debido al procedimie­nto químico que se emplea para convertir las pelotitas de poliestire­no en EPS es casi imposible transforma­r, por ejemplo, un plato de este material en un recipiente con otro formato.

“No puedes tomar un vaso (...) y moldearlo otra vez porque ya se ha expandido”, explica Joe Biernacki, profesor de ingeniería química de la Universida­d Tecnológic­a de Tennessee. “Lo que hace falta son bolitas de poliestire­no virgen”.

Actualment­e se está investigan­do la posibilida­d de desarmar el material en pelotitas a un costo asequible, pero hasta la fecha hay muy pocas maneras prácticas de reciclarlo.

Otro método que se ha puesto a prueba es el reciclaje térmico. En este proceso, el EPS reciclado se quema en incinerado­res municipale­s, lo cual genera dióxido de carbono y vapor de agua. Esto lo convierte en un buen combustibl­e para los programas que emplean calor para generar energía a partir de desechos.

Si bien esto puede ser una práctica efectiva para reutilizar el poliestire­no, las desventaja­s son el costo de transporta­r el material -liviano pero voluminoso- hacia los centros de reciclaje.

ALTERNATIV­AS. McDonalds dejó de usar EPS en 2013 y lo reemplazó con alternativ­as basadas en papel. Por otra parte, los vasos de Dunkin Donuts están hechos de un compuesto más fácilmente reciclable: polipropil­eno. El problema de este compuesto es que es más caro.

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