Usa su talento en pro de la educación médica
La actriz boricua Yvonne Caro Caro trabaja en un proyecto especial en UCLA
Desde que se radicó en la ciudad de Los Ángeles en el 2003, la actriz puertorriqueña Yvonne Caro Caro se ha expuesto a una diversidad de escenarios, incluido un salón desde donde imparte clases de Iyengar Yoga.
Pero una de las experiencias más gratificantes e innovadoras que surgió para ella fue dentro del campus de la Escuela de Medicina de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA).
Como actriz -y más adelante como directora- entró al Programa de Pacientes Estandarizados, cuyo objetivo es entrenar a los estudiantes de medicina con unas destrezas más humanitarias de modo que el proceso clínico sea más efectivo.
“Nosotros traemos actores para que funjan como pacientes para que los estudiantes de medicina practiquen cómo comunicarse mejor con las personas que tienen al frente de ellos y no con el paciente, no con el montón de síntomas, así que le están proveyendo al estudiante un poco de sentido humanístico en la medicina”, detalla Caro Caro del curso que toman los estudiantes por tres años y que es común en las universidades de medicina en el estado de California.
“Los actores que usamos son profesionales y es un trabajo bien, bien retante, porque puede ser un actor bien talentoso y no poder hacer este tipo de trabajo, porque además de actuar, es improvisado. Nosotros le damos un libreto con toda la información del paciente, pero a lo último cuando se reúnen con el estudiante es improvisado”, agrega la egresada del programa de maestría en actuación de la misma universidad.
Para la actriz, que localmente participó en proyectos como la telenovela
Infieles y la película Sudor amargo, este trabajo especializado le permite jugar con todas sus habilidades como en la actuación, la dirección, la producción e inclusive, en el yoga.
Destacó que figuras de la talla de Annie Mumolo (nominada a un Oscar en el 2012 por Bridesmaids) y su compatriota Yvonne Coll han integrado el banco de actores y actrices del curso. “Desde que llegué al programa he estado trayendo más gente latina, porque era bastante blanco, y como se trabaja demográficamente, no todos los actores son perfectos para cada personaje, pero he estado haciendo un esfuerzo de abrir esos parámetros”, enuncia la artista que visita la Isla por motivos familiares.
Este trabajo le ocupa tres días a la semana y el resto de los días laborables se le encuentra en un salón impartiendo clases de Iyengar Yoga, una disciplina que descubrió en principio como aficionada y luego como instructora. “Cuando llegué a Los Ángeles un día encontré el Instituto de Iyengar Yoga y una vez entré, nunca salí. Son increíbles las maravillas que me ha dado como actriz, como madre (de un niño de siete años), como esposa (del dramaturgo californiano David Chrisman), como persona, ha
sido bien liberador”, afirma. “Ha sido bien liberador porque me ha ocupado la mente en lo que es esencial, como dice El Principito, lo esencial no se ve, entonces para uno lo esencial es el cuerpo, pero vivimos tan desconectados de nuestro cuerpo… Y esa fue una de las primeras conexiones”.
Como educadora de este método de flexión y respiración, la originaria de Rincón hizo del vegetarianismo su hábito alimentario. Lucir sus canas también la libera.
“Las encuentro súper cool, elegantes, coquetas y son yo. Son parte de mi cuerpo, y a mí me gusta mi cuerpo, y a mi esposo también”, anota la actriz con picardía.
QUIERE VOLVER. Yvonne Caro Caro tiene dos proyectos en mente y ambos están amarrados a su anhelo de regresar a vivir a la Isla. Regresar al teatro es parte de esas proyecciones, pero lo quiere hacer un compañía propia que permita el intercambio de actores y actrices puertorriqueños con otros con base en California. También anhela ofrecer acá unos talleres de Iyengar Yoga.
“Extraño mucho estar acá, aun cuando me dicen que el país se está cayendo en cantos, aun cuando me dicen ‘no vayas para allá’, vivo todos los días con ese hilito, que es un tesón bien fuerte: que es el amor por mi familia, el estar aquí, el poder estar entre la gente mía. No hay cosa que me ablande más el corazón que cuando me monto en el segundo avión y empiezo a escuchar más gente alrededor que habla puertorriqueño”.
“Entiendo que las cosas puedan estar bien malas ahora mismo, no es que me niegue a verlo, pero también hay tanto por hacer”
IVONNE CARO CARO
Actriz e instructora de Iyengar Yoga