DIETAS ricas en grasas saludables
Para tener una buena salud hay que seguir una dieta saludable y equilibrada. Cuando hablamos de una dieta equilibrada es habitual pensar que todas las grasas son malas para la salud. Sin embargo, la realidad es que las grasas, especialmente si son saludables, cumplen su función en nuestro organismo y, por lo tanto, el consumo de grasas es recomendable. PROPIEDADES DE LAS GRASAS SALUDABLES:
Prevenir y evitar las enfermedades cardiovasculares. Ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, disminuir el riesgo de sufrir infartos, reducir y controlar la presión arterial.
Regular nuestro organismo evitando trastornos alimenticios como el sobrepeso y la obesidad.
Mejorar la absorción de nutrientes, como las vitaminas liposolubles A,D,E y K.
Proveen energía y ayudan a mantener buen aspecto del cabello y la piel.
Aportan energía para los músculos, corazón y otros órganos.
Eso sí, debemos conocer los diferentes tipos de grasas y optar por las más saludables desde el punto de vista nutricional. Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas son grasas saludables y beneficiosas para la salud.
Las grasas monoinsaturadas ayudan a reducir el colesterol “malo” LDL y a aumentar el colesterol “bueno” HDL.
Las grasas poliinsaturadas reducen los niveles de triglicéridos y disminuyen la inflamación. Dentro de las gra- sas poliinsaturadas existen dos ácidos grasos esenciales: omega 3 y omega 6.
El ácido graso omega 3 reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, coronarias y el cáncer; protege la pérdida de memoria y demencia; previene y reduce los síntomas de la depresión; disminuye los síntomas de la artritis, el dolor en las coyunturas y las condiciones inflamatorias de la piel y promueve un embarazo saludable. Beneficios adicionales se siguen descubriendo a medida que se continúa investigando sobre los omega 3.
Las grasas no saludables -saturadas y trans- deben evitarse para lograr una dieta equilibrada. Las grasas saturadas pueden aumentar el colesterol total. Las grasas trans aumentan el colesterol “malo”: el LDL, pero peor aún, disminuyen el colesterol “bueno”: el HDL. Las grasas saturadas y grasas trans suelen ser sólidas a temperatura ambiente, mientras que las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas suelen ser líquidas.
Sustituir las grasas no saludables por las saludables promueve la salud y el bienestar. Según las Guías Dietarias para los Americanos 2010, se recomienda una ingesta de grasas de 20 a 35 % del total de calorías, limitando el consumo de grasas saturadas a no más del 10 % del total de calorías totales.