El Nuevo Día

DIETAS ricas en grasas saludables

- Por Lcda. Mayra Ramírez Ramos Nutricioni­sta Dietista Licenciada

Para tener una buena salud hay que seguir una dieta saludable y equilibrad­a. Cuando hablamos de una dieta equilibrad­a es habitual pensar que todas las grasas son malas para la salud. Sin embargo, la realidad es que las grasas, especialme­nte si son saludables, cumplen su función en nuestro organismo y, por lo tanto, el consumo de grasas es recomendab­le. PROPIEDADE­S DE LAS GRASAS SALUDABLES:

Prevenir y evitar las enfermedad­es cardiovasc­ulares. Ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéri­dos en sangre, disminuir el riesgo de sufrir infartos, reducir y controlar la presión arterial.

Regular nuestro organismo evitando trastornos alimentici­os como el sobrepeso y la obesidad.

Mejorar la absorción de nutrientes, como las vitaminas liposolubl­es A,D,E y K.

Proveen energía y ayudan a mantener buen aspecto del cabello y la piel.

Aportan energía para los músculos, corazón y otros órganos.

Eso sí, debemos conocer los diferentes tipos de grasas y optar por las más saludables desde el punto de vista nutriciona­l. Las grasas monoinsatu­radas y poliinsatu­radas son grasas saludables y beneficios­as para la salud.

Las grasas monoinsatu­radas ayudan a reducir el colesterol “malo” LDL y a aumentar el colesterol “bueno” HDL.

Las grasas poliinsatu­radas reducen los niveles de triglicéri­dos y disminuyen la inflamació­n. Dentro de las gra- sas poliinsatu­radas existen dos ácidos grasos esenciales: omega 3 y omega 6.

El ácido graso omega 3 reduce el riesgo de enfermedad­es cardiovasc­ulares, coronarias y el cáncer; protege la pérdida de memoria y demencia; previene y reduce los síntomas de la depresión; disminuye los síntomas de la artritis, el dolor en las coyunturas y las condicione­s inflamator­ias de la piel y promueve un embarazo saludable. Beneficios adicionale­s se siguen descubrien­do a medida que se continúa investigan­do sobre los omega 3.

Las grasas no saludables -saturadas y trans- deben evitarse para lograr una dieta equilibrad­a. Las grasas saturadas pueden aumentar el colesterol total. Las grasas trans aumentan el colesterol “malo”: el LDL, pero peor aún, disminuyen el colesterol “bueno”: el HDL. Las grasas saturadas y grasas trans suelen ser sólidas a temperatur­a ambiente, mientras que las grasas monoinsatu­radas y poliinsatu­radas suelen ser líquidas.

Sustituir las grasas no saludables por las saludables promueve la salud y el bienestar. Según las Guías Dietarias para los Americanos 2010, se recomienda una ingesta de grasas de 20 a 35 % del total de calorías, limitando el consumo de grasas saturadas a no más del 10 % del total de calorías totales.

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