Causa para juicio por matar a su compañera en Gurabo
Carlos M. Padilla Viera presuntamente asesinó a Sandra I. Mojica Estrada el 15 de agosto de 2014
CAGUAS.- Carlos M. Padilla Viera, apodado Manolo, enfrentará juicio por el asesinato de su compañera consensual, Sandra Ivette Mojica Estrada, ultimada el 15 de agosto de 2014, en el sector Valle Verde del barrio Celada de Gurabo.
El juez superior José Ramírez Legrand encontró ayer causa probable para enjuiciar a Padilla Viera, a quien se le imputan cargos de asesinato en primer grado, dos violaciones a la Ley de Armas y una infracción a la Ley para la Intervención contra la Violencia Doméstica.
Mojica Estrada murió tras recibir un balazo en la cabeza y otro en un brazo.
En la vista preliminar, que se llevó a cabo en el Tribunal de Primera Instancia de Caguas, declaró como primera testigo una niña de nueve años, hija de la víctima. La niña dormía en la habitación de su madre al momento de la fatal agresión.
“Estaba durmiendo en el cuarto de mi mamá y escuché un ruido. Eran como unos martillazos”, relató la menor, quien lloró varias veces cuando declaraba mediante el sistema de cir- cuito cerrado.
La menor fue interrogada por la fiscal Aileen González, así como por la abogada de la defensa, Ana Gonzá
lez, en un salón contiguo a la Sala 302, desde donde el acusado observó y escuchó el testimonio de la nena a través de un monitor.
La niña dijo que era temprano en la mañana y que después de escuchar el ruido fue hasta la cocina donde supuestamente dormía el acusado en un colchón, pero el hombre no estaba. Narró que se asomó por la ventana y observó “el carro de Manolo” que subía a alta velocidad, por la cuesta que da acceso a la casa.
“Después fui al baño y mi mamá estaba en el piso botando sangre. Llamé a mi hermano que estaba durmiendo en su cuarto… Manolo la mató”, relató la menor, quien dijo que la noche anterior su padrastro y su mamá discutieron.
“Mi mamá me había dicho que estaba solita, que la acompañara a dormir”, detalló la niña en su testimonio. Añadió que su hermano, de 15 años, llamó a la Policía y que luego se fueron a la casa de una vecina.
La menor declaró también que la noche antes de los hechos fueron a una farmacia a comprar pastillas porque su mamá tenía dolor de cabeza.
“Antes de bajarme vi… (Se lleva las manos a la cara y llora.) Yo vi la pistola de él (Manolo)”, dijo para agregar que también había observado el arma en otra ocasión, en la casa, en un gabinete ubicado encima del fregadero.
En la vista también testificó el agente de la División de Homicidios de Caguas, José Mateo Colón, quien investigó el incidente.