Equipados para el año escolar
Participantes de los Centros Sor Isolina Ferré reciben bulto con materiales
SALINAS.- Niños, niñas y jóvenes andaban sonrientes de un lado al otro del tabloncillo del coliseo Ángel “Cholo” Espada, cargando sobre sus espaldas las mochilas recién recibidas. El júbilo era evidente entre estos más de 350 participantes de los programas de prevención de los Centros Sor Isolina Ferré, que recibieron el obsequio de materiales escolares para su regreso a clases, en una actividad que fue llamada “Educación: La esperanza del futuro”.
Uno a uno iban llamando a los grupos participantes y subían a la tarima en ordenadas filas para recibir sus presentes de manos de directivos comunitarios de los Centros Sor Isolina Ferré, la Administración de Vivienda Pública o la alcaldía de Salinas. Poco antes habían podido calmar la ansiedad con pedazos de pizza y jugos, mientras esperaban por la entrega de los materiales escolares.
“Estoy contento con mi mochila nueva”, dijo Carlos Medina Rivera tras volver a su asiento y revisar con curiosidad el contenido del bolso, junto con su amiguito Carlos Echevarría Collazo, quien también había recibido un bolso.
Ambos niños contaban ahora con libretas y lápices nuevos, además de un libro para pintar, sacapuntas, crayolas, pega, tijeras, gomas de borrar, reglas, estuches.
En otro lado de las gradas, mientras, Vivian Rosa, residente de Adjuntas y madre de dos nenes participantes de los Centros Sor Isolina Ferré, agradecía el obsequio y el alivio que representaba para sus finanzas.
“Esto es algo muy bueno, muy entretenido. Y esos materiales nos sacan de apuros. A este (su hijo Ángel Joel Reyes Rosa) le gusta gastar lápiz a todo lo que da. Todo eso siempre se usa, siempre es útil”, comentó Rosa.
La agradecida madre aseguró que la participación de sus hijos en las actividades de los Centros Sor Isolina Ferré eran de gran ayuda.
“Las tutorías le ayudan con las asignaciones, en los días de juego se entretiene mucho, les dan muchas conferencias buenas, talleres”, expresó Rosa. “Ayer (anteayer) le dieron un taller de manejo de estrés con una doctora, una sicóloga. Llegó a la casa y me dijo, ‘de ahora en adelante me voy a portar bien no te voy a hacer maldades’ ”.
Entre los participantes en la actividad había estudiantes y familiares residentes en complejos de vivienda pública de los pueblos de Cayey, Salinas, Guayama, Santa Isabel, Juana Díaz, Adjuntas y Ponce. Pudieron disfrutar de casas de brincos, música en vivo, exhibiciones de artesanía y la presencia en el lugar de Ciencia Móvil, un tráiler convertido en un laboratorio rodante para ayudar a educar sobre las ciencias.
Para el joven Ryan Ortiz Pérez, la actividad fue una ocasión para reafirmar su respaldo al programa Faro de Esperanza, de los Centros Sor Isolina Ferré.
“Estoy activo en los programas. El que más me gusta, que participo siempre es el de mentorías. Ayuda a personas que necesitan ayuda académica”, explicó Ortiz, relatando que él mismo fue ayudado por ese programa para salir de un mal momento.
“Yo tuve unos años que no tenía buenos resultados en las clases. Entraba a la escuela intermedia y estaba confundido. No sabía cómo reaccionar a actitudes o sentirme más conforme conmigo mismo. Hice malas amistades que me traían problemas”, narró Ortiz. “Entonces me mostraron el programa de mentorías y fue lo mejor que encontré. Sea un problema académico o uno personal, ellos siempre te ayudan sin pensarlo. Esto cambia una vida”, afirmó el participante de Faro de Esperanza en Ponce.
El principal oficial ejecutivo de los Centros Sor Isolina Ferré, José Luis Díaz Cotto, destacó que esta actividad “permite darles una ayuda adicional a nuestras familias de los residenciales públicos que servimos, para el regreso a la escuela, que todos sabemos co-
nlleva gastos que muchas veces se les hace difícil afrontar en medio de la realidad económica que vive el país”.
Los materiales educativos fueron provistos por la cadena de farmacias Walgreens, el Programa Faro de Esperanza de los Centros Sor Isolina Ferré y la Administración de Vivienda Pública, que auspicia el programa de prevención que los Centros Sor Isolina Ferré ofrecen.
A través del programa Faro de Esperanza, los Centros Sor Isolina Ferré ofrecen servicios de prevención a más de 2,500 personas en 19 residenciales públicos. Contando con fondos provistos por la Administración de Vivienda Pública, brindan servicios en las áreas de educación, liderazgo en jóvenes, desarrollo familiar, deportes, recreación, capacitación, artes y apoyo a personas de edad avanzada. Además, ofrecen tutorías gratuitas luego del horario escolar, con las que ayudan a diario en sus asignaciones y proyectos a unos 700 estudiantes.
Los Centros Sor Isolina Ferré son una institución sin fines de lucro que promueve el desarrollo integral del ser humano a plenitud con justicia, dignidad, respeto y amor. La organización se vale de la intercesión, la capacitación, la tecnología y la autogestión para impactar positivamente a más de 62,930 personas de todas las edades, desde niños y adolescentes hasta adultos y personas de la tercera edad.
Los Centros ofrecen programas correctivos y de prevención, desarrollo humano y desarrollo comunitario que brindan soluciones para enfrentar problemas como la deserción escolar, la violencia y el desempleo y la crisis económica. Los diferentes programas y servicios se ofrecen en Ponce, Guayama, San Juan, Canóvanas y otros pueblos de la Isla.