Esfuerzo con valor incalculable
Heriberto David Torres Rivera triunfó en las tres pruebas en las que compitió en Los Ángeles
CAROLINA. - “Donde más se manifiesta el deporte en su esfuerzo formador es en las Olimpiadas Especiales. Esas medallas, que están preciosas, son un pedazo de metal colado amarrado con una cinta que cuelga en el cuello su valor material es muy poco. Lo que le da valor a esas medallas es el esfuerzo de estos jóvenes, de los papás, de las mamás, de los entrenadores y de gente como el licenciado José Barea (presidente de Special Olympics Puerto Rico)”.
Las palabras de David Bernier, secretario de estado, al recibir anteanoche oficialmente a la delegación de Olimpiadas Especiales de Puerto Rico que regreso a casa con 53 preseas.
Un ejemplo claro es Marizel Rivera , quien aprendió el oficio de entrenadora de natación para poder ser la guía de su hijo Heriberto David Torres Rivera, quien regresó de los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales con tres preseas doradas.
“Sumamente orgullosa. No hay palabras que puedan describir lo que uno siente. Todos los adjetivos buenos y positivos... orgullosa, contenta, feliz. Como entrenadora que soy de él... se logró la meta que era traer al menos una medalla. Ocupar una buena posición”, señaló Rivera. “El chico no solo se ganó una, sino que se ganó tres medallas de oro”.
“Pero el mayor logro de David es cuánto él cala en las personas que lo ven. La huella que él deja en cada persona con las que él está en contacto”, agregó.
Y el orgullo y alegría era evidente en Torres, a quien le dicen ‘David, el delfín boricua’.
“Súper, súper”, señaló el triple medallista dorado, quien agregó que el recibimiento que le realizaron en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín lo hacía sentir “orgulloso. Me pompea”.
Cuando se le preguntó si como madre y entrenadora se sentía ansiosa al momento de la competencia de su hijo respondió que no.
“Me sentía muy tranquila al ver al chico tan tranquilo y con esa confianza. Estaba tan tranquilo disfrutándose la competencia, porque lo más que él hacia, aparte de todo, era disfrutarse la competencia durante, antes y después de la competencia. Eso me tranquilizaba también”, explicó.
Rivera destacó que su hijo comenzó en el deporte con los tríalos de educación física adaptada que creó María de Lourdes ‘Luly’ López.
“Al ver lo mucho que le ayudaba la natación físicamente y mentalmente también, porque verdaderamente ayuda de ambas formas, nos quedamos en esa línea. Empezamos para mejorar físicamente, fortalecer áreas que vienen con su condición”, indicó.
Así, el nadador de 21 años se concentró en la natación y con su madre (una exvoleibolista) fortaleciendo su conocimiento técnico llegó hasta el punto de brillar en los 100 y 200 metros pecho y los 400 metros libre.
“El reto es seguir clasificando y seguir mejorando sus tiempos y clasificar para las próximas competencias”, dijo Rivera.
“El mayor logro de David es cuánto él cala en las personas que lo
ven. La huella que él deja en cada persona con las que él está en
contacto”
MARIZEL RIVERA Madre y entrenadora del nadador
Heriberto David Torres Rivera