Impago del ELA empeora la situación de Cosvi
Pero la cooperativa reitera que “siempre hemos cumplido, esta vez no será la excepción”
QNo obstante, pese a tal curso de acción, a marzo pasado, los informes trimestrales de Cosvi indicaban que la aseguradora tenía pérdidas no realizadas por $46.2 millones asociada con la deuda de Puerto Rico.
Múltiples fuentes de este diario, aseguran que el anuncio del Gobierno para renegociar la deuda pública en julio pasado acrecentó las pérdidas en Cosvi, pero también ha producido “una salida silente” de dinero en cooperativas, bancos y casas de inversiones.
BAJO LA LUPA DE AM BEST. El deterioro en las finanzas de Cosvi también ha quedado confirmado con la advertencia de una posible degradación crediticia por parte de la firma evaluadora de aseguradoras, A.M. Best.
“El estatus de revisión con implicaciones negativas refleja la incertidumbre en relación a la capacidad de Cosvi para cumplir con el programa y las metas necesarias para mejorar sus relaciones de capital como se ha informado”, indicó el pasado 13 de mayo, el analista senior de A.M. Best, Steve Vincent.
Entonces, la casa evaluadora degradó la fortaleza financiera de Cosvi a la categoría C+ y a su rango crediticio a b-, ambas consideradas como “marginales”. La categoría “marginal” en la escala de A.M. Best se aplica a una entidad que es susceptible a cambios en el mercado o en la economía donde opera y por ello, su capacidad para cumplir con sus obligaciones principales y de seguros es limitada.
Vincent ajustó a la baja la clasificación de Cosvi, como secuela del “marcado deterioro” que experimentó la base de capital de la aseguradora, provocado a su vez, por las degradaciones en los bonos del Gobierno que acontencieron en febrero y abril pasados.
ALTO RIESGO. A grandes rasgos, la Asociación Nacional de Comisionados de Seguros (NAIC) a la que se adscribe la OCS, establece la necesidad de capital de un asegurador utilizando diversos factores como el portafolio de inversiones de la entidad.
La NAIC establece un paralelo entre las degradaciones crediticias de entidades como Moody's y les adjudica un factor multiplicador. Mientras más adversa es la clasificación crediticia, más dinero necesita la aseguradora para preservar sus obligaciones con acreedores y asegurados. En el caso de los bonos de Puerto Rico, según A.M. Best, la NAIC los ubican en la “clase cinco”, el penúltimo nivel de riesgo en la escala, antes del más adverso.