INTELIGENCIA FELINA
Todo lo que puedes aprender de ellos
He aprendido mucho de mis perros, mucho de los callejeros que he rescatado, pero también, he aprendido mucho de mis gatos. Los felinos son muy incomprendidos. Son especiales, inteligentes, astutos y cariñosos, si tú eres cariñoso con ellos. ¡Son grandes maestros!
Los humanos siempre buscamos cómo ser mejores personas, más eficientes, felices y amorosos. A los gatos no parece importarles qué pensamos de ellos, tienen confianza en que sus vidas tienen significado y propósito y que todo lo que hacen es importante y relevante.
No hay cosa más linda que ver un gato en una esquina o recoveco, dormido, sin preocupación alguna. ¡Que vida! Es mucho lo que podemos aprender de ellos si nos tomamos el tiempo de estudiarlos.
ENFOQUE FELINO. Cuando los gatos quieren algo, no hay forma de cambiar su mente. Ya sea persiguiendo un lagartijo o velando tu plato de comida, es bien difícil disuadirlos. Las metas son importantes, y en nuestro mundo tan desarticulado, un “enfoque” felino es justo lo necesario para progresar en nuestras vidas.
ASPIRACIONES ALTAS. Los gatos tienen una habilidad increíble de brincar a lugares que creemos imposibles. Miran con detenimiento a donde quieren subir, analizan la distancia y área de aterrizaje y finalmente se enfocan y brincan. Lo hacen tan naturalmente que uno se pregunta si pudieran llegar más alto. No solo podemos adoptar esta misma actitud positiva, pero también saber que si fallamos, muy probablemente vamos a aterrizar de pie.
AMA A QUIEN TE DA DE COMER. Ellos saben muy bien quien los alimenta y se lo dejan saber con atención adicional. Nosotros tomamos por sentado a esos que más nos atienden. Aprecia a esas personas en tu vida que te apoyan.
LEVANTA LAS OREJAS. Los gatos están conscientes de su entorno. Cuando miran a la distancia, están escuchando, aun durmiendo una siesta. Nos enseñan que hay conversaciones a las que debemos estar atentos. Soltemos el teléfono y prestemos atención a lo que ocurre.
VIVE EL MOMENTO. ¿Por qué los gatos brincan a nuestra falda, se mueven a otro cuarto o salen corriendo? Sencillo, porque lo sintieron. Los humanos nos ponemos tanta presión, tantas limitaciones y especificaciones alrededor de lo que sentimos o “debemos” estar haciendo que es casi una tortura con uno mismo. ¡Quieres no hacer nada, hazlo!
SE ÁGIL. Los gatos entran y salen de situaciones rápidamente. Nosotros aprendemos por tanteo y evolución. El mundo de hoy requiere que seamos proactivos pero también flexibles para aprovechar las oportunidades en nuestro camino.