EN COMA LA NEGOCIACIÓN EN LA AEE
Faltando tres semanas para el vencimiento del último acuerdo de indulgencia, las partes no están ni cerca de un arreglo final. Si falla el diálogo, lo próximo es el tribunal
Las negociaciones entre la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y sus acreedores entraron en una fase neurálgica cargada de amenazas de demandas y un abismo entre las partes en los principales temas económicos que quedan sobre la mesa.
Por un lado, la AEE insiste en que los acreedores de la corporación pública acepten un recorte sustancial en el valor principal de la deuda, mientras los bonistas promueven una propuesta que impediría el impago del gobierno a cambio de una estabilización en el precio de la electricidad, un recorte de $2,800 millones el servicio de la deuda (principal más intereses) hasta el año 2046 y un retraso, en promedio, en el repago de las obligaciones de unos ocho años.
Hasta ayer, ninguna de las partes parecía inclinarse a ceder en esta disyuntiva que exige una resolución antes que termine este mes. Steven Spencer, asesor del grupo Ad Hoc de bonistas, recordó que el acuerdo de indulgencia termina el 1 de septiembre. Y en esta ocasión no se pospondrá la expiración del acuerdo.
“Nosotros acordamos con la AEE que no habrían extensiones adicionales al acuerdo de indulgencia... Ellos saben que nos quedan solo tres semanas”, dijo Spencer.
El asesor de los bonistas explicó que de no llegarse a un acuerdo, la opción que queda es llevar la batalla a los tribunales, con los enormes costos legales que implica y la animosidad que se crearía entre las partes. Esa opción, afirmó, no le conviene a ninguna de las partes.
Spencer rehusó dar detalles precisos sobre el proceso de negociación debido al pacto de confidencialidad acordada entre las partes. Sólo mencionó que la última propuesta de los acreedores a la AEE fue rechazada rápidamente.
Versiones extraoficiales, sin embargo, apuntan a que la última propuesta de los bonista consistía en aplazar gran parte del servicio de la deuda. Básicamente, los pagos se supenderían por un periodo de tres años. A partir de entonces comenzaría el repago de una parte de la deuda. La porción restante comenzaría a pagarse dentro de 19 años. Fuentes de este diario explicaron que esto, junto a otras concesiones, reduciría el servicio de la deuda en unos $2,500 millones durante este periodo, de acuerdo a los estimados de los bonistas.
Otra supuesta ventaja es una estabilización de la tarifa por debajo de lo que ha sido el promedio en los úl- timos años.
Esta oferta sería a cambio de una reestructuración profunda de la AEE y un nuevo sistema de repago, parecido al que tiene la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina), que garantizaría el dinero a los bonistas, independientemente de cómo anden las finanzas de la corporación pública. En el caso de Cofina, los recaudos del Impuesto sobre las Ventas y Uso (IVU) pasan a una cuenta que se usa para pagar los bonos de esta corporación. Una vez se alcanza el dinero suficiente, lo que sobre pasa
“Nosotros acordamos con la AEE que no habrían extensiones adicionales al acuerdo de indulgencia... Ellos saben que nos quedan solo tres semanas”
STEVEN SPENCER Asesor de los bonistas