Responsabilidad de cada sector
El aparente revuelo con la que se ha acogido la noticia de que en Puerto Rico existen miles de ciudadanos que se acuestan a dormir sin un plato de comida en su mesa, a mí me sorprende, aunque la realidad es que no debiera sorprenderme.
Llevo más de 20 años trabajando con organizaciones sin fines de lucro y me consta que el mensaje que siempre ha llevado este sector al pueblo, al Gobierno y a la empresa privada es que en nuestro país existe mucha pobreza. Sin embargo, dicho reclamo nunca ha sido acogido con la seriedad que merece, sino más bien se trabaja de manera solapada, aprobando algún fondo dizque para “ayudar a las sin fines de lucro”.
Por décadas, y de forma distinta, la mayoría de las organizaciones de base comunitaria y de fe, han trabajado con los sectores más pobres y discriminados de la isla, haciendo mucho con poco. De hecho, el “Estudio de Organizaciones Sin Fines de Lucro 2015”, consigna que por cada dólar que el Gobierno transfiere a una de estas instituciones que ofrece servicios de salud éste tendría que invertir $7 para proveer el mismo servicios, mientras que en el área de educación, la proporción es $1 a $20.
Lamentablemente, todavía el mensaje del trabajo y la labor que realizan estas instituciones no ha logrado percolar en la conciencia ciudadana. Es más fácil conseguir apoyo y ayuda cuando se van a realizar trabajos o misiones humanitarias a otros países que cuando se solicita para apoyar a los nuestros.
La realidad es que tanto los gobiernos municipales como el estatal, deben invertir más en las organizaciones sin fines de lucro. Tengo la completa seguridad de que las organizaciones serias y comprometidas con su misión, van a maximizar cada dólar que se les otorgue y no van a temer que se les fiscalice de manera adecuada.
En adición, la empresa privada debe abrazar el concepto de responsabilidad social empresarial y adoptar una causa, aportando labor voluntaria y apoyo económico.