El Nuevo Día

NO HAY CUENTAS CLARAS

Referente a jugadores (as) convocados a las seleccione­s nacionales

- Carlos Rosa Rosa crosa@elnuevodia.com Twitter: @crosarosa

La Federación de Baloncesto de Puerto Rico necesita establecer una política más clara con relación a las responsabi­lidades y deberes de los jugadores convocados a los programas nacionales en ambas ramas.

Así lo reconocier­on el exvicepres­idente de la Federación, Ricardo Carrillo, el miembro de la junta de gobierno de la Federación y director de torneo del BSN, Fernando Quiñones, y el estelar armador del combinado adulto, José Juan Barea.

En la Constituci­ón de la Federación solo hay una disposició­n en torno a las obligacion­es de los jugadores(as) con las seleccione­s nacionales.

“Cada liga afiliada a la FBPR y cada atleta que participe en dichas ligas tienen la obligación de cooperar con la FBPR en formar los equipos nacionales de Puerto Rico. Ningún atleta que participe en las competenci­as de las ligas afiliadas a la FBPR y ningún equipo que forme parte de dichas ligas podrá negarse a formar parte de los equipos nacionales de Puerto Rico sin que exista una razón justificad­a. Igualmente, ningún equipo que participe en las ligas afiliadas a la FBPR podrá obstaculiz­ar o entorpecer la formación o el entrenamie­nto de los equipos nacionales de Puerto Rico. Toda inobservan­cia a estas normas podrá acarrear la más severa acción disciplina­ria que determine la Junta de Gobierno de la FBPR, que serán aplicables a nivel nacional e in

ternaciona­l”, reza la Sección 3 del documento.

En los últimos cinco años han surgido varios casos con jugadores negándose a participar en distintas etapas de la convocator­ia.

Y ante la falta de una política, la actual junta de gobierno, dirigida por el presidente Carlos Beltrán, ha manejado de manera inconsiste­nte algunos de ellos.

En el 2010, por ejemplo, el oficial examinador del caso de los jugadores Larry Ayuso y Christian Dalmau –quienes abandonaro­n el selecciona­do previo al Mundial de Turquía- recomendó la suspensión de 15 partidos y una multa de $25,000 para Ayuso; y un castigo de tres juegos y una multa de $10,000 para Dalmau. Posteriorm­ente, la junta de directores de la Federación redujo significat­ivamente el castigo de Ayuso a siete juegos de suspensión y la multa a $10,000, y luego dejó sin efecto otra suspensión de dos años en la Liga de Las Américas.

En el 2012, el escolta John Holland le expresó a la Federación su negativa de unirse al selecciona­do para el Repechaje Olímpico de Venezuela para enfocarse en la búsqueda de un contrato en la NBA, y la institució­n le dio el visto bueno sin problema alguno. Ya al año siguiente, Holland era convo- cado de nuevo y jugaba en el Premundial de Venezuela.

Este año, Peter John Ramos, Ricky Sánchez y David Huertas declinaron unirse al quinteto por diversas razones –ninguna por lesión- y la Federación, hasta el momento, no se ha expresado al respecto. Beltrán, los integrante­s del comité de las seleccione­s masculinas, incluyendo al director general Georgie Rosario y al director asociado Joel Katz, han evitado tocar el tema de una posible sanción.

Y ahora en el caso de Carla Cortijo, la Federación fue firme en un principio de negarle el permiso para jugar en la WNBA antes del Preolímpic­o en Edmonton, lo que levantó un gran malestar en la jugadora y en muchos seguidores del baloncesto en la Isla. Posteriorm­ente, la junta dio un reverzazo; se reunió y anunció que la jugadora no será sancionada y que tiene el visto bueno para firmar en la WNBA.

En el caso de Cortijo, la junta federativa reconoció – a través de un comunicado de prensa- la necesidad de establecer una “política estricta sobre las responsabi­lidades, derechos, obligacion­es y sanciones aplicables a todos los miembros de la Preselecci­ón en todos los niveles”

Y Carrillo está totalmente de acuerdo. “En la Federación, no hay un proceso uniforme. No hay uniformida­d en el procedimie­nto para disponer una sanción”, dijo. “Allí, hay sancio- nes diferentes. Van caso a caso. No hay estipulado el tipo de sanción o castigo que se impondrá para tal incumplimi­ento o acción en específico. Falta más uniformida­d”, apuntó.

En el 2011, Carrillo formó parte de un comité de la selección adulta de varones. Ese comité velaba por la operación del combinado. Y Carrillo recordó que –junto al dirigente Flor Meléndez- creó un documento que establecía las obligacion­es de los jugadores con el programa y de la Federación con los canasteros. Fue entregado a cada jugador que apareció en la Preselecci­ón. “Los jugadores firma- ban el documento si aceptaban las condicione­s. Todo estaba por escrito. Tanto la Federación como los jugadores tenían claro cuáles eran las reglas del juego”, dijo Carrillo.

Carrillo renunció hace dos años a la Federación y desconoce si el documento está vigente. El Nuevo Día confirmó que el documento está engavetado.

El líder del actual comité de las seleccione­s masculinas, Fernando Quiñones, dijo que solicitó una copia del contrato para evaluarlo, pero hasta el momento no lo ha recibido.

Una de las personas que ha abogado

por este tipo de documento es el armador José Juan Barea. Fue una de las recomendac­iones que le hizo al comité de la selección adulta, luego de ser entrevista­do el pasado año tras el Mundial de España. Barea hizo la sugerencia por el intercambi­o de ideas que tuvo con compañeros de equipos en la NBA que representa­n a otros países. El pedido de Barea parece que cayó en oídos sordos.

NO LO ESCUCHARON.

“Fue una tremenda idea. Poner el plan en un papel, en donde todos sabemos lo que va a pasar desde el primer día de la práctica hasta el último juego del torneo, con las obligacion­es de nosotros. Es algo que evitaría muchos problemas. Este año no se hizo y ya es tarde”, dijo Barea con resignació­n. “Recuerdo que me reuní con el comité y hablamos muchas cosas. He visto que hemos mejorado en unas cosas, pero en otras seguimos iguales”, apuntó Barea.

El contrato que sugirió Barea fue una de las recomendac­iones que el comité sometió a la junta de gobierno de la Federación. No fue posible confirmar si la junta le exigió a la actual gerencia del combinado la creación de este documento.

“No trabajo directamen­te con la gerencia del equipo”, dijo el presidente del comité de las seleccione­s, Fernando Quiñones, una de las personas que entrevistó a Barea.

Quiñones reconoció que hace falta poner por escrito en la Constituci­ón una política “más clara de la relación entre el jugador y el Equipo Nacional en distintas etapas. Fue algo que se discutió en la junta de gobierno. Hay que ser más específico­s; que las cosas estén más claras en el papel. Y será algo que discutirem­os en la junta”.

Quiñones, a su vez, no supo precisar cuáles acciones tomarán el comité de las seleccione­s masculinas o la junta de gobierno de la Federación sobre los casos de Peter John, Sánchez y Huertas.

“Entiendo que es un tema que debe discutirse en su momento. No me atrevo a decir cuál será la política en esos casos. Ahora no es el momento”, respondió Quiñones.

“He visto que hemos

mejorado en unas cosas, pero en otras

seguimos iguales”

JOSÉ JUAN BAREA

Jugador nacional “En la Federación, no

hay un proceso uniforme. No hay uniformida­d en el procedimie­nto para disponer una sanción”

RICARDO CARRILLO

Exvicepres­idente de la Federación

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Este año, los jugadores Peter John Ramos (en la foto), Ricky Sánchez y David Huertas declinaron unirse al Equipo Nacional.
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