Continúa la pugna por el café
Miembros de la industria insisten en que no se utilizó una base legal ni científica para elaborar el mandato
El Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) defendió ayer la orden que emitió el mes pasado para aumentar el precio del café local, dejando inalterado el costo del café importado, enfatizando su intención de impedir que aumente el precio del producto a nivel del consumidor.
El secretario del DACO, Nery Adames, detalló ante los miembros de la Comisión senatorial de Agricultura, Seguridad Alimentaria, Sustentabilidad de la Montaña y de la Región Sur el proceso que condujo hacia la aprobación de la Orden Número 1 bajo el Reglamento 8678 para el Control de Precios de Café.
El secretario aseguró que, al ratificar la nueva normativa que aumentó en 10% el precio del café maduro y verde maduro, cumplió con la Ley 222-2008, que le impone al DACO la facultad de revisar el precio de ese producto, al menos, cada cinco años. El cambio garantizaría a los caficultores un margen de ganancia de 32% y de 20% a los beneficiadores, que se encargan del procesamiento primario del grano.
No obstante, advirtió que el referido estatuto enmendó la ley orgánica del DACO, y por tanto, cualquier ajuste en el precio del café debe estar supeditado al deber ministerial de velar por los intereses de los consumidores.
“En el DACO, determinamos no subir el precio del café semitostado, dándole así un merecido respiro al consumidor de que su café en góndola no subirá de precio. La determinación se tomó luego de estar seguros que el caficultor puertorriqueño estará en una posición económica mucho mejor a partir de la revisión del precio del café local concedida, y de contar con información que indica que el café local no estará en peligro de ser desplazado por el importado”, manifestó Adames durante una vista pública a la que también acudieron numerosos representantes de la industria del café.
La mayoría de los presentes en la sala, entre los que figuraba el torrefactor y presidente de Pan American Grain, José González Freyre, vestían camisetas que leían “#salvemoselcafe 100% puertorriqueño”.
Adames dijo que, durante el análisis previo a la aprobación de la nueva orden, además de considerar el informe económico elaborado por un comité asesor dispuesto por la Ley 222, también consideró las recomendaciones que sometieron distintos integrantes de la industria del café que, según dijo, favorecieron igualmente que no se alterara el precio del grano semitostado.
Explicó que el café que se produce en Puerto Rico solo suple el 25% de la demanda, por lo que es necesario importar el resto para garantizar la estabilidad del mercado.
“En al menos tres propuestas de to- rrefactores y beneficiadores se recomendaba aumentar el precio del café local y mantener igual el precio del café importado. Los representantes del principal torrefactor de Puerto Rico, con cerca del 70% de participación en el mercado, expresaron que, de mantenerse el precio del café semitostado inalterado, no subiría el precio en góndola para los consumidores”, enfatizó el titular del DACO.