MIKE BALADO: COMPROMETIDO CON EL EQUIPO DE PUERTO RICO
El ascendiente de cubanos es la mano derecha de Rick Pitino en la Selección Nacional y en Louisville
Richie Dalmau y Nelson Colón no son los únicos miembros del cuerpo técnico del Equipo Nacional que ofrecen instrucciones en español a los jugadores.
Hay otra voz latina en el grupo. Y vino directamente desde Louisville en compañía del dirigente Rick Pitino.
Es la mano derecha de Pitino. Es hijo de padres cubanos y habla español. Se trata del asistente Mike Balado. Nació en Miami y jugó football en su niñez antes de practicar el baloncesto por primera vez a los 12 años.
“Crecí jugando football. Mi papá era el entrenador de un equipo. Luego me cansé del calor y me fui para el aire acondicionado a jugar baloncesto. Crecí siendo fanático de Larry Bird”, cuenta Balado.
Posteriormente, Balado fue becado en St. Thomas University en Miami, donde estudió psicología deportiva.
“Allí, fue donde me dijeron que no podía ser jugador de la NBA y era verdad. Fue entonces cuando me moví a lo de dirigir y ser asistente, y me gustó”, agregó.
DEBUT TÉCNICO. Su primera experiencia en un cuerpo técnico fue en Augusta State University. Luego estuvo un año en Nova Southeastern University, antes de trasladarse a Miami Dade College. Mejores oportunidades continuaron surgiendo en su carrera al pasar por Florida Atlantic University, Miami University y High Point University.
El momento cumbre fue cuando surgió la oportunidad de trabajar con el hijo de Rick Pitino, Richard Pitino, en Florida International University (FIU) en la campaña del 2012-13. Ese año, los Panthers registraron su primera temporada ganadora en 13 años con 18-14.
Al año siguiente, Richard Pitino recibió una oferta para dirigir el equipo de un reconocido programa de baloncesto como el de Minnesota. Balado también empacó maletas y se marchó a Minnesota. Su estadía, sin embargo, fue corta. “Cuando me voy a Minnesota, uno de los asistentes de Rick Pitino acepta una oferta para dirigir y se va. Como Richard enseña un sistema parecido al de su papá, Rick me llama y me
hace una oferta porque no quería buscar una persona nueva para enseñarle el sistema. Solo estuve 10 días en Minnesota. Me dieron la oportunidad en Louisville y aquí estoy”, relata Balado, quien atraviesa su tercera temporada en este programa de baloncesto.
A GUSTO CON PITINO. El salto a Louisville fue significativo, reconoce Balado. Nunca pensó llegar a las ‘grandes ligas’ de la NCAA al lado de un miembro del Salón de la Fama como Rick Pitino.
“El salto fue muy grande. Tanto en el tamaño de los jugadores del programa como en el tamaño del nivel del programa”, dice Balado.
“Rick es un dirigente buenísimo. Lo mejor de él es la relación que establece con los jugadores y con el staff de trabajo. Todos los días aprendes algo nuevo con él. Me siento muy feliz de estar aquí”, asegura.
Balado viste las camisetas de Puerto Rico en las prácticas y en los juegos de fogueos. No imaginó que surgiría el turno de trabajar para la selección de un país. Y él está disfrutando la experiencia de cara el Torneo Preolímpico de México.
“Nunca lo pensé, pero la experiencia ha sido bien buena. Uno está aprendiendo cómo es el juego internacional, que es uno muy diferente al co- legial. Me gusta la pasión que hay aquí por el baloncesto. La gente quiere ganar y para eso estamos trabajando. Queremos ayudar al equipo a lograr la clasificación a las Olimpiadas”.
“Me gusta la pasión que hay aquí por el baloncesto. La gente quiere ganar y para eso estamos trabajando. Queremos ayudar al equipo a lograr la clasificación a las Olimpiadas”
MIKE BALADO Asistente de Rick Pitino con el Equipo Nacional