Fracasa por desinterés emisión de la AAA
Por primera vez, una emisión de Puerto Rico no encuentra suficientes compradores
Si alguien tenía dudas de que el mercado de capital le ha cerrado las puertas a Puerto Rico, la emisión de bonos de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) ha servido para confirmarlo.
Pese a una semana de intentos por parte del sindicato de bancos de inversión a cargo de levantar unos $750 millones para la AAA, la corporación pública no ha convencido a suficientes bonistas para que le presten dinero. Ello, pese a que las finanzas de la AAA lucen relativamente mejores que aquellas de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT).
Según fuentes de El Nuevo Día cercanas a la transacción, el sindicato que encabezan Bank of America (BoA) y JP Morgan solo ha logrado órdenes por unos $500 millones.
De ser el caso, esta sería la primera vez en la historia de Puerto Rico que una transacción del gobierno -que emite bonos triplemente exentos del pago de impuestos- no encuentra suficientes compradores.
VEDADO EL ACCESO A CAPITAL. Por lo general, las emisiones de bonos de Puerto Rico solían tener más compradores que el capital que interesaba el Gobierno. Ese fue el caso de las obligaciones generales por $3,500 millones que se vendieron en marzo de 2014. Entonces, aún con una clasificación en grado especulativo, se recibieron casi cinco veces más órdenes de las que se aceptaron.
Ted Hampton, vicepresidente de Moody’s Investors Service, indicó que la posposición adicional de la emisión de la AAA muestra “los difíciles obstáculos que obstruyen el acceso al mercado de capital por parte de Puerto Rico”.
MÚLTIPLES ENMIENDAS. Ante el escepticismo inversor, la AAA ha enmendado el prospecto de los bonos en tres ocasiones desde que lanzó la transacción a mediados de este mes.
Por ejemplo, la AAA tuvo que informar de la radicación del certiorari ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso de la llamada ley de quiebra criolla.
Además, tuvo que aclarar qué sucedería con los bonos en caso de una aceleración de la deuda y cómo se aplicaría la ley que establece que el gobierno no puede tomar prestado a más de 12% de interés.
Ayer, el director ejecutivo de la AAA, Alberto Lázaro, aseguró que la transacción sigue en pie.
“Se ha enmendado (el prospecto), eso es evidencia de las condiciones del mercado y de que los posibles compradores están muy exigentes y leyendo detenidamente los documentos de oferta”, explicó.
CONTRADICCIÓN. Mientras en el recurso de certiorari que el gobierno radicó la semana pasada ante el Supremo se alega que la AAA no puede pagar sus obligaciones, Lázaro indicó a El Nuevo Día que la aseveración hecha por el Estado ante el máximo foro judicial estadounidense “no es totalmente correcta”.
“La AAA tiene suficientes ingresos para cubrir el servicio a la deuda”, dijo Lázaro. Explicó que pospusieron la transacción a pedidos de los bonistas, pues estos quieren saber el desenlace de las negociaciones en la AEE y acerca del plan de ajuste fiscal que debe presentarse a fin de mes.
Lázaro reconoció que la utilidad pública ha tocado a la puerta en mal momento y que ha pagado los platos rotos de los demás componentes del gobierno.
“El ambiente en el mercado es muy diferente, muy difícil”, aceptó Lázaro. Indicó que la AAA estaba lista para vender los bonos el año pasado, pero la prioridad era el aumento en la crudita para resolver la situación de la ACT e inyectar dinero a corto plazo al Fondo General.
EN RIESGO LOS SUPLIDORES. Lázaro aceptó que de no completarse la emisión de bonos, la AAA no podrá pagar unos $120 millones a suplidores. Dijo que negocia con Banco Popular para lograr una extensión en la línea de crédito de $90 millones que debe pagarse al concluir este mes.
“En la medida en que esto continúe, si esto se alarga (la no venta de la emisión), habrá que tomar determinaciones adicionales”, agregó el inge- niero haciendo referencia a unos 40 proyectos de obras capitales que la AAA todavía mantiene en curso y que se llevarían a término con los dineros que se levanten de la emisión.