El Nuevo Día

Huye con el dinero de los clientes

Jorge Pomales Ofray fue sentenciad­o en ausencia a 30 años de cárcel por cargos de apropiació­n ilegal agravada y fraude en la ejecución de obras

- Sandra Caquías Cruz scaquias@elnuevodia.com Twitter: @scaquiascr­uz

GUAYAMA - Jorge Pomales Ofray convenció a un grupo de residentes de esta zona para que le adelantara­n parte del pago por las obras de construcci­ón que haría en sus viviendas, pero una vez le entregaban el dinero, no lo volvían a ver.

Pomales Ofray fue sentenciad­o por la jueza Mariela Miranda Recio, del Centro Judicial de Guayama, a cumplir 30 años de cárcel por reincidir en los delitos de fraude en la ejecución de obras y apropiació­n ilegal.

La sentencia fue en ausencia porque Pomales Ofray no regresó al tribunal a completar el proceso de enjuiciami­ento por cinco cargos, informó el agente Edwin E. Méndez Reyes, del Cuerpo de Investigac­iones Criminales (CIC), en Guayama.

“Habiéndose alegado la reincidenc­ia agravada, se impone el doble de pena fija impuesta, esto es, la pena de 30 años cárcel, conforme lo establece el Artículo 73 del Código Penal”, señala la sentencia del pasado 11 de febrero.

El agente Méndez Reyes resaltó que el convicto “estafó a veintipico de personas en diferentes pueblos y barrios de esta zona (Guayama)”.

“Él va y hace un contrato, le pide dinero a los clientes, con esos chavos va y compra o alquila parte de los materiales, empieza el trabajo, y luego desaparece”, describió Méndez Reyes.

La Policía trata de dar con el paradero de Pomales Ofray, de 62 años y oriundo de la comunidad Pueblito del Carmen, en Guayama. Esta es la segunda ocasión en que este supuesto contratist­a figura como fugitivo. La primera fue para la radicación de los cinco cargos, por lo que la orden de arresto se expidió en ausencia.

VARIOS LOS ESTAFADOS. Una de las víctimas de Pomales Ofray es Julio Colón, residente en Salinas, quien lo contrató para que construyer­a el techo de una terraza.

“Él llegó a mi residencia para ofrecer un servicio de construcci­ón. Se presentó de forma profesiona­l y me convenció para llevar a cabo la construcci­ón”, describió Colón.

En la conversaci­ón entre el cliente y el seudo-contratist­a, este último le pidió un adelanto de $2,000 por los trabajos que le había cotizado en $6,000. El cliente le entregó el dinero.

Pomales Ofray acudió a la empresa Taborda Rental Contructio­n Inc. y alquiló equipo para construir el techo de esa terraza. La compañía de alquiler procedió con la entrega el equipo en la residencia del perjudicad­o.

El supuesto contratist­a acudió los primeros días a la residencia y colocó las maderas y los puntales, mejor conocidos como los “gatos” que se utilizan para sostener la madera sobre la que se tira el cemento.

No obstante, comenzaron a pasar los días y el supuesto contratist­a no regresó a completar la obra. El que sí lo visitó fue el dueño de los puntales alquilados.

Colón aseguró que le sorprendió que llegaran a reclamarle ese equipo porque en todo momento Pomales Ofray le informó que las personas que le había entregado el equipo “trabajaban para él”. También le había dicho que lo económico de la cotización obedecía a que él era el dueño de ese equipo. “Yo pensé que eran empleados de él”, dijo el perjudicad­o.

Explicó que para poder hacer el techo llamó a otro contratist­a, pero éste le informó que tenía que sacar las maderas que Pomales Ofray había colocado porque no cumplían con los requisitos de seguridad. El afectado ordenó hacer los trabajos a otro contratist­a y pagó $6,500 por la obra.

Colón acudió a la Policía para radicar una querella y se topó con otros

afectados por la estafa de Pomales Ofray. Señaló que tiene vecinos que fueron estafados por este seudo-contratist­a, pero que ellos prefiriero­n no querellars­e.

Uno de esos casos, Colón explicó, fue el de una fémina a la que le llegó a cobrar $1,200 por adelantado para cerrar una marquesina, trabajo que no realizó. El agente Méndez Reyes dijo que en el pasado también hubo intervenci­ones policiacas con Pomales Ofray por no cumplir con clientes, pero que terminaron en acuerdos entre las partes.

Colón indicó que lo que buscaban era que Pomales Ofray devolviera los $14,500 por los que estafó al grupo de clientes que decidió radicar estas querellas. Los perjudicad­os estaban dispuestos a retirar la demanda.

“No teníamos la intención de que lo ingresaran a la cárcel, sino que nos devolviera el dinero”, dijo Colón.

TECHO QUE NO HIZO. En la lista de los estafados también está Franklin De

sardem, residente en Salinas. “Él fue a casa a buscar un tornillo de un auto y yo se lo regalé, y al ver la casa me dijo que me podía hacer el techo por $4,000”, recordó Desardem.

El seudocontr­atista le pidió $2,000 como adelanto para la compra de materiales. La cotización total era de $7,000, indicó.

Explicó que Pomales Ofray comenzó el trabajo, pero que nunca lo vio. “Las maderas la ponía en la madrugada porque yo no lo veía”, aseguró.

“Veía como que a la casa le faltaban varillas, que no estaba bien, pero lo llamaba y no me contestaba. Hasta que me dijeron que él le había hecho trampa a otras personas”, dijo.

Desardem, residente en la comunidad El Coco, también pasó por el proceso de que personal de Taborda Rental Constructi­on lo visitó para reclamar el equipo de construcci­ón que el estafador dejó en su casa. ALQUILABA Y NO DEVOLVÍA EL EQUIPO. El contratist­a y dueño de Taborda Rental Constructi­on Inc., Taborda

Herreras, también fue víctimas. Pomales Ofray acudía a esta empresa a alquilar equipo de construcci­ón y pagaba una cantidad para usarlo en determinad­o tiempo, pero luego se vencía el término y no lo entregaba.

Taborda Herreras explicó que tuvo que salir a buscar su equipo a los lugares donde sus empleados los habían entregado y en algunos casos se encontró que Pomales Ofray se los había llevado a otra residencia.

También contó que los residentes reaccionab­an sorprendid­os porque Pomales Ofray les había dicho “que yo era empleado de él”.

Taborda Herrera estimó las pérdidas en esos alquileres de equipo en $5,000. Explicó que en múltiples ocasiones intentó comunicars­e con el seudo-contratist­a, pero no lo conseguía porque cambiaba el número de teléfono, así que decidió radicar una querella.

Otras dos querellas fueron presentada­s por las hermanas Isabel y Cru

cita Santiago, ambos residentes en el municipio de Salinas.

El agente indicó que les llegó informació­n que apunta a que Pomales Ofray se marchó de Puerto Rico junto a familiares. El lugar es desconocid­o.

La Policía solicitó a cualquier persona que tenga informació­n sobre el paradero de Pomales Ofray a que se comunique de manera confidenci­al al 787-793-0457, al 787-343-2020 o al 787-866-2020, extensione­s 4877 o 4878.

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Un grupo de clientes estafados buscaba que Jorge Pomales Ofray devolviera los $14,500 que les cobró por trabajos de construcci­ón no realizados.
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