Puertas abiertas a los refugiados
Llega una primera ola de inmigrantes retenidos en Hungría a Austria en su camino hacia Alemania
VIENA - No menos de 6,500 refugiados, en su mayoría provenientes de Oriente Medio, pudieron ayer abandonar Hungría tras días de estancamiento en ese país y fueron calurosamente recibidos en Austria, desde donde la mayoría prosiguió viaje a Alemania.
Las fronteras permanecían abiertas a ayer para muchos otros aspirantes de asilo que se acercaban en trenes al paso fronterizo de Nickelsdorf, en el estado federado austríaco de Burgen land.
La avalancha humana desde Hungría hacia occidente comenzó en la madrugada de ayer, después de que el gobierno húngaro ofreciera trasladar en autobús a los miles de refugiados que acampaban desde hacía días en los entornos de la estación de Keleti en Budapest. La oferta valía también para las más de un millar de personas que, cansadas de esperar en Keleti, se habían lanzado a una marcha a pie por una autopista húngara en dirección a la frontera.
Austria y Alemania respondieron dando la luz verde al acceso de los refugiados a sus territorios, si bien como una medida excepcional, tomada ante una “situación de emergencia”
Hacia la medianoche de ayer salían de Keleti los primeros autobuses que llegaron a Nickelsdorf unas tres horas después.
Los vehículos, escoltados por la policía húngara, se detuvieron pocos metros antes de la frontera y decenas de refugiados se bajaron y cruzaron a pie la frontera.
Agotados pero felices, muchos expresaban su agradecimiento a los policías, voluntarios y personal de organizaciones caritativas austríacos que los esperaban con agua, alimentos, ropa y mantas.
Más de cien autobuses llevaron durante el día a estos refugiados que habían estado estancados en Hungría tras una ardua travesía a través de la “ruta de los Balcanes” que pasa por Grecia, Macedonia y Serbia, antes de llegar al país magiar.
Ayer temprano salió un primer tren hacia Viena, el primero de una serie que, con capacidad para 400 personas cada uno, seguirían partiendo cada media hora.
A pesar del visible cansancio, la gran mayoría de los recién llegados quisieron continuar viaje hacia Alemania, país que asegura que no devolverá a los refugiados sirios al Estado por el que entraron en la Unión Europea, tal como exige la norma comunitaria.