PASEAR AL GATO
Sacar a pasear a un gato, con correa en mano, puede llegar a ser una experiencia enriquecedora para el animal y su dueño, reafirmando el vínculo gatuno-humano y hacer de la mascota, un felino feliz.
La asesora de comportamiento animal de la asociación Best Friend Animal Society, en Utah, Sherry Woodard, comparte varios consejos para los que quieran experimentar un paseo gatuno.
Practica en la casa: Lo primero es comprar una correa de gato, más livianas y pequeñas que las de perro. Tal como comenta Woodard a The Huffington Post, se debe presentar al gato la idea de salir a pasear de a poco, priorizando que se sienta siempre seguro. Para esto aconseja dejar la correa accesible al felino, para que juegue con ella, la huela y se acostumbre a verla. Woodard recomienda darle comida húmeda para que se distraiga mientras la pones. La correa debe quedar ajustada de manera cómoda y hay que dejar al gato andar por la casa con ella, arrastrándola, para que no se sienta extraño con ella puesta.
Deja que él decida: Cuando ya creas que el gato está familiarizado con su correa y que no le parece extraño tenerla puesta, llegó el momento de salir a pasear con él.
Lo primero, según Woodard es, una vez abierta la puerta de tu casa o departamento, que sea él quien elija hacia dónde ir. Lo ideal es que finalmente lleguen a un espacio abierto que no tenga tantos estímulos como gente y ruidos, ya que podría asustar al minino.
Entre los beneficios que trae esta actividad, es que darles la experiencia de descubrir un nuevo mundo parece entregarles confianza a los felinos, según indica la asesora de comportamiento. “A muchos les gusta salir al exterior para poder oler y ver las cosas y revolcarse por la arena, la hierba y el barro; también les encanta arañar árboles de verdad. Así que estas cosas las podrían hacer durante un paseo”, agregó.