El Nuevo Día

Alargan el debate en el PPD

Ha quedado aplazada otra vez la discusión sobre el desarrollo del ELA, en espera del memorando que debe rendir un constituci­onalista estadounid­ense

- José A. Delgado jdelgado@elnuevodia.com Twitter: @JoseADelga­doEND

WASHINGTON .- Difícilmen­te pueda sanar las viejas diferencia­s, pero el Partido Popular Democrátic­o (PPD) ha entrado en otro compás de espera en su largo debate interno sobre el status, tras la asignación dada a un constituci­onalista de la Escuela de Derecho de la Universida­d de Nueva York (NYU) para que les ayude a tratar de clarificar los temas más espinosos de una próxima definición de Estado Libre Asociado (ELA).

Nadie quiere confirmar el nombre del profesor, pero lo que se sabe es que esta vez no se trata de Richard Pildes, constituci­onalista de NYU que antes trabajó el tema del desarrollo del ELA durante el gobierno de Aníbal Acevedo Vilá, y concluyó que era posible ampliar los poderes del status actual aun bajo la cláusula para territorio­s de la Constituci­ón, que coloca la Isla bajo los poderes plenarios del Congreso.

La persona a la que se le dio la encomienda no ha hecho estudios legales anteriores para el PPD, dijo el secretario de Asuntos Federales de la colectivid­ad, José Alfredo Hernández Mayoral.

De todos modos, la asignatura enviada al profesor estadounid­ense es la nueva rama del debate interno en el PPD, cuya Junta de Gobierno delegó hace un poco más de un año a un comité de expresiden­tes, que implosionó sin terminar su trabajo, la búsqueda del anhelado consenso en ese partido.

Desde diciembre de 2014, los exgobernad­ores Rafael Hernández Colón y Aníbal Acevedo Vilá, el expresiden­te del Senado Miguel Hernández Agosto y el exalcalde de San Juan Héctor Luis Acevedo, que fueron miembros del comité, le advirtiero­n al gobernador Alejandro García Padilla que su intervenci­ón era necesaria ante la falta de consenso sobre los asuntos cruciales.

Acevedo Vilá renunció al comité – creado el 30 de agosto de 2014-, sin haberse rendido un informe oficial. Y luego Hernández Agosto sufrió un accidente en su hogar que también le inhabilitó retomar los trabajos.

Las preguntas enviadas al constituci­onalista de NYU no son extrañas al debate, según fuentes del PPD.

Por un lado, ¿cómo refutar los análisis hechos por las administra­ciones estadounid­enses -desde Bill Clinton hasta Barack Obama -. que desmanteló la teoría de que el ELA representa un pacto bilateral que no puede quebrarse sin consentimi­ento mutuo?

Por el otro, ¿puede una libre asociación o un ELA soberano, como prefieren llamarle, incluir la continuaci­ón del derecho de los nacidos en Puerto Rico a ser automática­mente ciudadanos estadounid­enses?

Esas no son las únicas consultas hechas.

Pero, son dos que han estado presentes en todos los debates recientes del PPD, a pesar de que ya han tenido respuestas previas del Ejecutivo federal, ante el cual se quiere llevar una nueva definición de ELA, bajo la ley federal de enero de 2014 que ofrece $2.5 millones para ayudar a financiar un nuevo plebiscito criollo a cambio de que la jefatura del Departamen­to de Justicia federal determine la constituci­onalidad de las alternativ­as de status legisladas en San Juan.

En su informe de informe de marzo de 2011, el Grupo de Trabajo de la Casa Blanca sobre Puerto Rico del presidente Obama descartó el argumento que históricam­ente defendió la dirección del PPD, en el sentido de que existe un pacto bilateral entre ambos países que no puede ser roto unilateral­mente.

“El gobierno del presidente Obama ha examinado desde una nueva perspectiv­a el asunto de las cláusulas de consentimi­ento mutuo y ha concluido que no sería posible poner en práctica dichas disposicio­nes porque un Congreso futuro podría optar por modificar la relación unilateral­mente. (El Congreso también podría optar por aprobar legislació­n que va en contra de un tratado con un país o aprobar medidas a las que se oponen uno o más estados.)”, indica el documento.

Con respecto a la libre asociación, el Grupo de Trabajo recomendó entonces que “al momento de cualquier transición a una asociación libre, todos los puertorriq­ueños que son ciudadanos de Estados Unidos retengan su ciudadanía estadounid­ense”.

DERECHO A LA CIUDADANÍA. Pero, el informe acentuó que los pactos de libre asociación que mantiene Estados Unidos con islas del Pacífico – Palau, Marshall y Micronesia-, no incluyen el derecho a la ciudadanía

estadounid­ense, En esas islas del Pacífico, sin embargo, sus nacionales nunca tuvieron derecho a la ciudadanía estadounid­ense, impuesta en Puerto Rico por ley federal desde 1917. Bajo las normas actuales estadounid­enses, sin embargo, cualquier hijo de un ciudadano de Estados Unidos nacido en un Puerto Rico independie­nte tendría derecho a la adquirir la ciudadanía estadounid­ense.

“Los hijos de dos ciudadanos estadounid­enses también son ciudadanos estadounid­enses, no importa dónde nacen”, ha indicado Justen Thomas, portavoz del Departamen­to de Estado de Estados Unidos. El constituci­onalista puertorriq­ueño

José Julián Alvarez González, profesor de la Escuela de Derecho de la Universida­d de Puerto Rico (UPR), ha hecho antes la misma advertenci­a, pues sostiene que pensar que Estados Unidos discrimina­ría contra ciudadanos estadounid­enses por el mero hecho de nacer en un Puerto Rico soberano no tiene base racional alguna. Por supuesto, como ocurre ya en otros países, los ciudadanos estadounid­enses nacidos en un Puerto Rico soberano tendrían que ir a una oficina diplomátic­a de Estados Unidos y pagar una cantidad mínima por el certificad­o de nacimiento en el exterior.

Pese a la puerta que ha abierto el mismo estado de derecho estadounid­ense, los soberanist­as han insistido en que no hay impediment­o constituci­onal alguno para Estados Unidos pactar en un tratado sobre el ELA soberano la continuida­d del derecho automático de los nacidos en la Isla a la ciudadanía estadounid­ense. Es un asunto de voluntad política, dicen.

PREGUNTAS DE CONSENSO. Tomando en cuenta las diferencia­s internas en el PPD, las preguntas hechas al constituci­onalista fueron en su momento elaboradas por los cuatro miembros originales del comité de status, comentó, por otro lado, Hernández Mayoral. “Hay distintas posturas sobre lo que debe estar en la papeleta”, afirmó Hernández Mayoral.

Pero, consideró que el PPD tiene tres alternativ­as: acordar una definición de consenso como han intentado durante el último año; forzar una votación sobre propuestas diferentes en la Asamblea General, o permitir que las dos tendencias del sector que promueve una asociación con Estados Unidos acudan independie­ntemente a promover sus definicion­es ante el Departamen­to de Justicia federal, que - bajo la ley federal que puede ayudar a financiar un próximo plebiscito-, ser- viría de árbitro. La alcaldesa de San Juan, Carmen

Yulín Cruz, -del sector soberanist­a-, ha indicado que es preferible un acuerdo, pero que el PPD no debe cerrar la puerta a aceptar que el partido sea una alianza electoral con diferentes tendencias sobre la visión de asociación a Estados Unidos.

El representa­nte Luis Vega Ramos, uno de los dirigentes del sector soberanist­a del PPD, quisiera que el constituci­onalista estadounid­ense ayude finalmente a definir el debate interno en su colectivid­ad.

“Los sectores más conservado­res del PPD tienen que entender que –como realidad jurídica-, es imposible garantizar (bajo el status actual) el consentimi­ento mutuo y la ciudadanía americana de futuras generacion­es. Bajo la cláusula territoria­l, Estados Unidos siempre tendrá la última palabra, lo cual es inaceptabl­e. La forma de darle garantía legal al mutuo consentimi­ento y a la ciudadanía americana es bajo un pacto no territoria­l Eso hace del ELA soberano una opción jurídica, política y económicam­ente superior al ELA territoria­l”, subrayó Vega Ramos.

LA CONVENCIÓN PPD. Como consecuenc­ia del paso del fenómeno atmosféric­o Danny, el PPD aplazó para mediados de octubre – del 16 al 18-, la convención de la colectivid­ad, que incluiría un mensaje del gobernador.

Las respuestas del constituci­onalista estadounid­ense pueden estar en manos de García Padilla para entonces. Pero, ello no significa que la dirección del PPD - que ha ignorado el tema del status y su relación con la grave crisis fiscal-, estará lista para tomar una determinac­ión durante la convención, según fuentes de la colectivid­ad.

Hernández Mayoral, por ejemplo, piensa que cualquier discusión pasará antes por la Junta de Gobierno del PPD, que se ha reunido una sola vez en el último año.

No será hasta que se tome una decisión dentro de las estructura­s del PPD, que el gobernador García Padilla enviará un proyecto de plebiscito a la Legislatur­a, donde se tiene que reglamenta­r cualquier consulta. Si fuera convocada, segurament­e sería programada para que coincida con las elecciones de 2016.

El que pueda llegar este cuatrienio a la Legislatur­a de Puerto Rico un proyecto del Ejecutivo para convocar a un plebiscito, no acabará necesariam­ente con el debate en el PPD. Sin un acuerdo, los dos sectores ideológico­s del PPD tendrán suficiente­s votos en la Legislatur­a para frenar las ideas del otro.

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 ??  ?? La Junta de Gobierno del PPD se reunió el pasado 4 de septiembre, luego de que sus miembros no fueran convocados por más de un año.
La Junta de Gobierno del PPD se reunió el pasado 4 de septiembre, luego de que sus miembros no fueran convocados por más de un año.

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