Otro capítulo en la rivalidad Giants-Dallas
Con Tom Coughlin sintiendo la presión de mejorar, Nueva York visitará a los Cowboys
AP). - Tom Coughlin, entrenador de los Giants de Nueva York, enfrenta una situación similar a la de 2011.
Viene de tres campañas mediocres en las que medios y aficionados cuestionan su mandato y le exigen lograr un tercer campeonato que lo haría superar a su maestro, Bill Parcells.
Hace cuatro años mientras se demandaba su salida, el equipo ligó buenas rachas y venció sorpresivamente a los Patriots de Nueva Inglaterra en el Súper Bowl.
Tras la marca de 6-10 de 2014 una vez más se dice que Coughlin debe mejorar o irse, afirmación de la que se hizo eco el copropietario John Mara.
Eso no parece quitarle el sueño a Coughlin, ya que hace unas semanas declaró que esa discusión le afecta a su familia, no a él.
Los Giants recibieron el año pasado una gran adición, el wide receiver Odell Beckham, novato del año ofensivo de la NFL con 1,305 yardas por aire y 12 TD's.
Se espera que Víctor Cruz esté saludable este año para hacer pareja con Beckham en el ataque aéreo.
Para su mala fortuna en su duelo con los Cowboys, favoritos para ganar la División Este de la Nacional, Nueva York no tendrá a Cruz ni al defensive end Jason Pierre Paul, además de que Beckham no ha podido superar una lesión en el muslo. El partido se jugará esta noche en Dallas.
Dallas, por su parte, va por un nuevo campeonato divisional, y la interrogante es si Darren McFadden podrá reemplazar la producción del running back DeMarco Murray, quien se fue a Filadelfia.
Mientras, el quarterback de los Cowboys, Tony Romo, tratará de no echar de menos a Murray, quien fue el líder de yardas corridas en la pasada temporada.
Romo viene de acumular 3,705 yardas y 34 touchdowns en la pasada campaña.
EL RETO DE LOS COLTS. Pocos equipos se deben haber alegrado tanto como los Colts cuando el comisionado Roger Goodell suspendió por cuatro partidos a Tom Brady por el escándalo de los balones desinflados, precisamente en el duelo contra Indianápolis por el campeonato de la AFC.
Pero la sanción fue revocada por un juez, y el jueves quedó claro que pese a los cambios, Nueva Inglaterra está en posición de revalidar su corona y los Colts deben pisar el acelerador desde el comienzo si quieren disputar la corona de la división a los campeones del Súper Bowl. Buffalo, que ya el año pasado mostró mejoría, especialmente en la defensa, debe ser el primer peldaño. Las ausencias en ambos lados de la pelota pesarán: su corredor estrella, LeSean McCoy, arrastra una lesión en el muslo izquierdo y su participación está en duda, pero aún si juega la gran incógnita es el desempeño de Tyrod Taylor, quien se impuso en la competencia por el puesto de quarterback sobre E.J. Manuel y Matt Cassell. La fuerza de Buffalo está en la defensa, pero su jugador más destacado, el tackle Marcell Dareus está suspendido por violar el reglamento antidopaje. De ahí que Rex Ryan tendrá que echar mano de su genio para detener a los Colts y Andrew Luck, que cuenta con los receptores T.Y. Hilton y Andre Johnson, recién llegado de Texas. Indianápolis también sumó a Frank Gore.
SÓLIDOS LOS SEAHAWKS. De acuerdo con el ranking de The Associated Press, Seattle es el segundo mejor equipo de la NFL, sólo por detrás de Green Bay. En el ataque retornaron el quarterback Russell Wilson, el running back Marshawn Lynch y el wide receiver Doug Baldwin, jugadores que ayudaron al equipo a llegar hasta el Súper Bowl contra Nueva Inglaterra. Y sumaron a uno de los mejores tight ends, Jimmy Graham. Interesante también será ver a Nick Foles en los controles por San Luis. Con los Eagles tuvo una buena carrera que se interrumpió el año pasado por una fractura de clavícula y ahora es la apuesta de futuro para San Luis.