UN BUEN AUGURIO
La demostración en el 2015 de varios jóvenes del patio apunta a un prometedor futuro en las Mayores
La temporada 2015 del béisbol de las ligas menores en Estados Unidos concluyó el pasado lunes y varios boricuas despuntaron en sus respectivos circuitos en distintos niveles desde Clase Rookie hasta Triple A, con notables casos de jugadores que batearon sobre .300 y un par de lanzadores con más de 10 victorias.
Esto parece augurar un futuro prometedor para la cepa actual de talento joven puertorriqueño en el béisbol organizado, sin contar que ya en Grandes Ligas hay varios exponentes llamando la atención de fanáticos y de las propias organizaciones, como son los casos de los debutantes Carlos Correa, Francisco Lindor y Eddie Rosario. A estos nombres súmele los de Javier Báez y Kennys Vargas, que debutaron en el 2014 y recién fueron ascendidos de nuevo tras jugar la mayor parte del 2015 en las menores.
Entre los jugadores que sobresalieron estuvieron cuatro lanzadores, un aspecto en el que, en los últimos años y décadas Puerto Rico no ha tenido tanta representación al mayor nivel.
Los derechos José Orlando Berríos y Jorge López fueron los más dominantes al conseguir 14 y 12 triunfos, respectivamente.
Berríos, de la organización de los Mellizos de Minnesota, tuvo marca general entre Doble A y Triple A, de 14-5 con 2.87 de promedio de carreras limpias permitidas por cada nueve entradas. En total lanzó en 166.1 entradas en las que ponchó a 175. Realizó 27 aperturas y entre ellas se apuntó un juego completo que ganó vía blanqueada.
López, por su lado, tuvo la mejor efectividad entre los boricuas abridores en las menores, con 2.26 en 143.1 entradas de labor. Su récord fue de 12-5 en Doble A, con la filial de los Cerveceros de Milwaukee en Biloxi. Su excelente desempeño le mereció el premio de Lanzador Más Valioso de la Southern League.
“Había desespero (en la gente) porque no había la calidad de jugadores como Roberto Alomar e Igor González (en Grandes Ligas), pero lo que había era que tener paciencia, y que a los muchachos que venían subiendo le dieran la oportunidad”, opinó el cazatalentos de los Astros de Houston, Joey Solá, en referencia a los boricuas que debutaron este año en las Mayores, al tiempo que anticipa la promoción de otros que están en liga menor aún.
“Son muchachos que deben llegar a Grandes Ligas. El problema con Anthony García es la organización, que es San Luis. Puede ser que por el tapón (de jugadores de los jardines) se aguante un poquito (su ascenso). Pero no me extrañaría que para el año que viene deba estar ahí, aunque sea como un cuarto outfield. Porque su bate está avanzado”. Solá también cree que otro que está a la puerta de subir a las Mayores es Roberto Peña, receptor de la organización que él representa.
Otro lanzador que resultó galardonado fue el hijo del exreceptor Iván Rodríguez. Dereck, quien se estrenó en el 2015 como abridor tras convertirse en pitcher la pasada campaña, se alzó con el galardón de Lanzador del Año de la Appalachian League, tras acumular récord de 6-3 con 2.85 de ERA y 61 ponches en 66.1 entradas.
Por su parte José de León e Hiram Burgos no fueron tan ganadores al compilar registros de 6-7 y 8-8, respectivamente, pero aun así tuvieron temporadas sobresalientes.
León, de la organización de los Dodgers, dividió su año entre Clase A fuerte y Doble A. Totalizó 114.1 innings en los que abanicó la friolera de 163 rivales y compiló efectividad de 2.99. Burgos, en tanto, jugó en tres niveles desde Clase A avanzada hasta Triple
A, pasando la mayor parte del tiempo en esta última. El cayeyano, que debutó en las Mayores con Milwaukee en el 2013, tuvo su mejor demostración del 2015 en Triple A. Jugando para Colorado Springs, terminó con 3-4 y 3.35 de efectividad en 149.1 episodios, en los que ponchó a 148.
En el grupo de promesas del montículo que también brillaron en el 2015 estuvieron dos zurdos. El abridor Luis Cruz y el relevista Giovanni Soto, este último recién ascendido a las Mayores. Soto incluso ya debutó el 5 de septiembre con el equipo grande, tras participar en 46 desafíos en Triple A con el Columbus y registrar marca de 2-1 con dos salvados y 2.68 de ERA. En 53.2 innings ponchó a 51 y la oposición apenas le bateó .187.
Cruz terminó con 7-5 lanzando para la filial Triple A de Houston, en Fresno, y compiló efectividad algo abultada de 4.27. No obstante lanzó 116 entradas y ponchó a 93.
PURA OFENSIVA. Con el bate, el siore Javier Báez promedió un sólido .328 con 13 cuadrangulares y 62 empujadas con la filial Triple A de Chicago, antes de subir de nuevo al equipo grande en septiembre. Había debutado en las Mayores en el 2014.
El jardinero Reymond Fuentes, de la organización de los Reales de Kansas City, tuvo también una excepcional campaña en Triple A. En general bateó .310, producto de 127 hits con nueve jonrones y 77 carreras anotadas y 47 impulsadas. Como si fuera poco, Fuentes, quien debutó en el 2013 en Grandes Ligas con San Diego, se robó este año 29 bases.
Otro que dio palos en liga menor fue el también patrullero Danny Ortiz, de la organización de los Mellizos, en cuyo equipo grande ya hay dos boricuas, Rosario y Vargas. El bateador zurdo conectó en Triple A 17 jonrones y empujó 78 carreras además de anotar 61. En total disparó 120 imparables.