Suavizan esta semana el racionamiento de Carraízo
La AAA reduciría esta semana el racionamiento de agua a 24 horas
El racionamiento que mantiene por 48 horas sin agua a los abonados que se nutren del embalse Carraízo, en Trujillo Alto, se reducirá a 24 horas esta semana, por lo que los abonados tendrían agua un día sí y un día no.
Esto quiere decir que, en el caso del embalse Carraízo, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillado (AAA) planifica regresar a los que ellos identifican como la fase 1 del plan de racionamiento.
Las buenas noticias para los 160,000 abonados que reciben agua de este embalse dependía ayer de que el presidente de la corporación pública, Albero Lázaro, tomara la decisión de flexibilizar el racionamiento.
“Me siento confiado en recomendarle al presidente (de la AAA) bajar a fase I Carraízo”, dijo Francisco Martínez Castello, vicepresidente de operaciones de la AAA, al destacar que las escorrentías continuaban “bastante altas ayer, por lo que esperaban que el nivel de este embalse continuara aumentando.
La intención de reducir el racionamiento responde a que la lluvia caída en los pasados días, en especial durante el pasado fin de semana, hizo que el nivel del embalse Carraízo aumentara 50 centímetros. A media tarde de ayer, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el nivel de este lago alcanzaba los 37.64 metros.
La AAA había informado que para que los abonados que se sirven de dicho embalse regresaran a la fase I era necesario que el nivel del lago llegara o superara los 37.50 metros.
NO LLEGA EL AGUA A LA PLATA. La información no es tan alentadora para los abonados que se suplen del embalse La Plata, en Toa Alta. En la tarde de ayer, el nivel de agua allí alcanzaba los 37.07 metros. Para que estos abonados regresen a la fase I, lo que representa que recibirían agua un día si y otro no, este deberá llegar a 43 metros.
“En la Plata los efectos de la lluvia del fin de semana no se dieron”, dijo el vicepresidente de operaciones de la AAA.
Martínez Castello señaló que en La Plata tienen “suficiente reserva para mantenernos en la fase II durante las próximas tres a cuatro semanas”.
El funcionario explicó que ese sería el escenario para dicho periodo en caso de que no llueva. Sin embargo, ese escenario de poca lluvia no forma parte de los pronósticos que el Servicio Nacional de Meteorología le ha informando a la AAA.
En ese sentido, indicó que las predicciones de lluvia se vislumbran positivas para las próximas dos semanas. “La segunda mitad de septiembre se ve más activa que la primera”, señaló Martínez Castello.
Resaltó que el embalse La Plata ha mantenido su nivel y la tendencia ha sido un aumento a razón de cinco centímetros diarios. “Hemos podido mantener el nivel”, dijo.
Alrededor de 140,000 abonados de la AAA, lo que se estima representa 476,000 personas, reciben agua potable de La Plata. Estos clientes comenzaron a afectarse con las primeras fases del racionamiento el pasado 15 de junio. Los pueblos afectados son Bayamón, Cataño, Toa Alta, Toa Baja, Naranjito, Corozal y Guaynabo. SALINAS SIGUE EN RACIONAMIENTO. Martínez Castello explicó que las comunidades afectadas en el municipio de Salinas reciben el servicio de agua del acuífero del sur y que las lluvias caídas en esa zona en los pasados días, en especial el sábado, tardarán en reflejarse por lo profundo en que se encuentra.
“Salinas se suple de pozos profundos y las lluvias tardan en reflejarse. Son aguas subterráneas y se tarda un poco más”, señaló Martínez Castello.
Aseguró que no hay planes de aumentar ni disminuir las horas de racionamiento en este municipio, que es el único afectado por la sequía en el área sur.
Varios comunidades de Salinas, divididas en dos zonas, son parte de este plan de un racionamiento de 12 horas diarias.
La cantidad de abonados afectados en Salinas ronda los 8,000 clientes de la AAA. Martínez Castello descartó que esa corporación pública tenga planes de aumentar las horas de racionamiento en ese pueblo o incluir otras área o municipios en este plan.
El vicepresidente de Operaciones de la AAA informó que el impacto del racionamiento en esa corporación pública es de cerca de $12.9 millones.
La mayoría de ese dinero, $10 millones aproximadamente, responde a la disminución en la facturación a los alrededor de 300,000 abonados afectados con la situación. “La mayoría es dinero dejado de facturar”, dijo el funcionario.
Explicó que la factura promedio por el servicio de agua potable ronda los $60 mensuales por abonado, según las escalas de consumo, pero el racionamiento ha provocado que esas familias bajen a la escala mínima de consumo. La situación, destacó, representa cerca de $30 mensuales menos por abonado. “Eso es lo que hemos visto, que se está facturando la tarifa básica”, concluyó.