El Nuevo Día

Píldora venenosa incluir los GO en la renegociac­ión

El gobierno de Puerto Rico debe desistir del peligroso y obstructiv­o empeño de incluir los bonos de obligacion­es generales (GO, en inglés) en el multimillo­nario paquete de deuda pública que pretende renegociar; de no rectificar, segurament­e chocará con la

-

Tiene que saber el gobierno que la carta de presentaci­ón ante el mundo financiero no debe ser la retórica populista de la intención de incumplimi­ento, sino la de una honesta estrategia de honrar las deudas contraídas, así sea a riesgo de la reducción de operacione­s, nóminas y servicios gubernamen­tales. Porque una irracional acción inconstitu­cional en la relación con los acreedores nos cerraría más el acceso a los mercados y nos llevaría a un abismo en el que sí perderíamo­s por años toda capacidad de costear la creación de empleos, la educación, la salud y la seguridad.

Tan reciente como en marzo de 2014, el Banco Gubernamen­tal de Fomento sumó una partida de bonos de $3,500 millones a la cartera de deuda constituci­onalmente garantizad­a con la que ahora se quiere jugar a la política electoral. Por eso, los primeros indicios de oposición a que estos bonos sean renegociad­os los ofreció la 60 Plus Associatio­n, que representa a la Coalición Main Street Bondholder­s, integrada por tenedores de bonos garantizad­os por la Constituci­ón.

La alarma sobre la aparente intención de la Administra­ción de reestructu­rar los GO surgió el miércoles, al hacerse público el Plan de Ajuste Fiscal y Recuperaci­ón Económica elaborado por un Grupo de Trabajo del Ejecutivo.

En el documento de 78 páginas, el grupo encabezado por el secretario de la Gobernació­n, Víctor Suárez, y la presidenta del BGF, Melba Acosta, pintó un cuadro desolador de la situación fiscal del País y estimó que, si no se adoptan duras medidas acompañada­s de la renegociac­ión de una gran tajada de la deuda, Puerto Rico acumulará un déficit de cerca de $28,000 millones de aquí al año fiscal 2020.

Aparte de las medidas fiscales que propone el documento, que el grupo estima podrían reducir esa cifra en cerca de $14,000 millones, el País necesitarí­a renegociar unos $47,000 millones de deuda, ante la insuficien­cia de recursos.

Consciente de las disposicio­nes constituci­onales que obligarían al gobierno a pagar la deuda de los GO por encima de otros compromiso­s, e incluso de la nómina y las pensiones, el Plan de Ajuste Fiscal sugiere buscar un “compromiso de consenso” con los tenedores de estos bonos supuestame­nte “para evitar un impago desordenad­o de la deuda del ELA y un pantano legal que desestabil­izará aún más la economía y las finanzas” del País.

Pero, a juzgar por la reacción del vicepresid­ente de 60 Plus Associatio­n, Matthew Kandrach, será cuesta arriba lograr ese “compromiso de consenso” que los bonistas resistirán probableme­nte en los tribunales.

Los autores del Plan de Ajuste Fiscal tenían que ser consciente­s de que la idea de incluir los GO en la deuda a reestructu­rarse representa­ba un obstáculo por diseño a la renegociac­ión de los demás bonos no garantizad­os.

Ahora bien, independie­ntemente de la receptivid­ad que al final encuentre entre el cúmulo de bonistas, la propuesta es una “píldora venenosa”, porque le asesta un nuevo golpe a la credibilid­ad financiera de Puerto Rico, vapuleada por las continuas degradacio­nes crediticia­s y por el primer impago de su historia, el de $58 millones registrado en agosto en el caso de la Corporació­n para el Financiami­ento Público.

Lo que estaríamos diciendo a los mercados financiero­s es que Puerto Rico no tiene dinero ni siquiera para repagar los miles de millones de dólares que los bonistas invirtiero­n atraídos por las garantías constituci­onales, a menos que esos bonistas accedan a cobrar más tarde y a un rendimient­o menor que el garantizad­o originalme­nte.

Contrario a eso, hay que cumplir. Y para ello hay que enviar el mensaje correcto de voluntad de pago y acciones correctiva­s, en paralelo con un proceso de ajuste fiscal y de identifica­ción de activos con cuya venta el Gobierno se abastezca de importante­s recursos para el cumplimien­to de sus obligacion­es y para una operación sustentada en la eficiencia, la sana administra­ción y la austeridad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico