“PUDE HABER LUCIDO MEJOR”
El campeón mundial 130 libras de la Federación Internacional de Boxeo habla de su dura pelea con Edner Cherry el pasado sábado y sobre sus planes para el futuro inmediato
Con abrasiones y moretones bajo ambos ojos, el rostro de José Pedraza ayer daba testimonio silente de la dura prueba que superó el pasado sábado en Cincinnati, Ohio. Esa noche en el U.S. Bank Arena, el cidreño vino de atrás para vencer vía decisión dividida al duro veterano Edner Cherry, en una pelea que estuvo pareja hasta los llamados asaltos de campeonato.
“No la he visto (la pelea). Me voy a poner a ver televisión, a ver si la encuentro. Yo sentí que lucí muy bien”, dijo Pedraza (21-0, 12 nocauts) ayer durante una visita a la redacción de El
Nuevo Día. “Claro está, cometí muchos errores, como pelear cuerpo a cuerpo, no utilizar el jab. Aunque eso (no usar el jab) fue en parte porque él (Cherry) no me dejó. Se me tiraba encima y me agarraba. Así que es justificable, por decirlo así”.
“Hicimos un buen trabajo. De que pude haber lucido mejor, seguro. Pu- de pelear de lejos, boxear más”, agregó el púgil ambidextro.
La de Cherry fue para Pedraza su primera como campeón mundial 130 libras, según la Federación Internacional de Boxeo (FIB). También fue la pelea más dura de su ya de por sí ardua carrera profesional. El exolímpico no ha tenido un andar cómodo por el boxeo pago. En sus primeras 20 peleas enfrentó rivales –Carlos Claudio en su novena salida, Gabriel Tolmajyan en su décimocuarta, Alberto Garza dos peleas después- que un prospecto más protegido no hubiera enfrentado tan temprano en sus carrera.
Y para su debut como campeón, la tendencia continuó. Cherry resultó ser tan duro de roer como sospechaba Luis Espada, padrastro, entrenador y comanejador del campeón apodado Goldo.
“La esquina de Cherry hizo un trabajo perfecto. Y Cherry vino en tremenda condición”, dijo Espada, quien esa noche también dirigió la esquina del prospecto Luis “El Zurdo” Rosario (7-0-1, siete nocauts), quien noqueó en el cuarto asalto al favorito local Aaron Hollis (3-1, dos nocauts). “Cherry vino contragolpeando y agarró muy bien a Pedraza cuando se pegaba. Hizo tremenda pelea”.
Cherry, un peleador duradero y pegador en el cuerpo a cuerpo pero generalmente considerado técnicamente limitado, demostró una sorprendente habilidad en el contragolpe.
Pedraza no ayudó a su causa cuando, después de comenzar a buen paso
y hacer retroceder a su rival con bombardeo a distancia, eligió invadir la cancha de Cherry e irse al “toma y dame” contra el bahameño residente en Florida.
De hecho, la semana previa al combate Pedraza y Espada anunciaron que su plan era atacar los planos bajos de Cherry para mermar su fuerza y entonces buscar el nocaut.
“Hubo momentos en esos primeros cinco asaltos en los que le llegué con buenas manos al cuerpo. Y sé que las sintió. Él retrocedía y yo buscaba rematarlo. Pero cuando lo hice, noté que aún estaba fuerte”, explicó Pedraza.
ESTRATEGIA CONTRAPRODUCENTE.
Ayer, Pedraza admitió que esa estrategia le resultó contraproducente.
“Le peleé adentro, pero no era muy efectivo. Mis golpes no eran muy efectivos. La verdad es que eso fue como una pequeña improvisación y no me fue muy bien”, explicó el cidreño.
Durante los asaltos cinco, seis y siete, Cherry dominó a Pedraza en intercambios a corta distancia. En un momento durante el minuto de descanso entre asaltos, Espada le imploró en voz alta que no continuara peleando en corto, al alcance de Cherry.
“¡Salte de ahí!”, se escuchó decir a Espada, en tono airado.
Ayer, Pedraza relató que fue luego de ese descanso cuando -en otra improvisación- decidió boxear a lo zurdo. Así encontró su distancia y retomó el jab ofensivo, cambiando por completo la dinámica del pleito
“El viejo (Espada) ya me había dicho que le peleara a la distancia y yo, a la distancia, peleando a lo zurdo me siento mejor, más incómodo, más largo”, dijo Goldo.
“Y no hice más que cambiarme a la zurdo que el rostro le cambió. Comenzó a caminar hacia mi zurda, mi mano fuerte, y no sabía en qué posición yo estaba”.
Cuando terminó ese episodio, Pedraza regresó a su esquina y le dijo a Espada: “Él no sabe qué hacer cuando le peleo a lo zurdo”.
Espada admitió que: “En ese asalto el ‘momentum’ lo tenía Cherry y si Pedraza no cambia, podía quedarse controlando la pelea”.
Pedraza cerró con fuerza los asaltos 11 y 12, lo que fue clave en la votación de los jueces: 117-111 dos veces para el boricua, y 112-116 para Cherry.
“Sinceramente, no pensé en si estaba abajo o no. Yo me sentía que estaba ganando. En ese ultimo asalto el viejo me dijo, ‘vamos a echar el resto’ y de hecho fue la estrategia perfecta. Ahí (Cherry) terminó cortado, y retrocedió”.
Cuando el maestro de ceremonias anunció que el veredicto era dividido, Pedraza contempló por un instante que podría perder su corona.
“Sí, lo pensé. Pero yo estaba bien seguro en el trabajo que hice”.
El campeón indicó que trata de hacerle caso omiso a las críticas referentes a su desempeño ante Cherry.
“Yo por lo menos estoy tranquilo. Estoy satisfecho con mi trabajo”, sostuvo Pedraza. “Sucede que el fanático puertorriqueño a veces es difícil de complacer. Si le doy una ‘rosca’ (paliza), dicen que el tipo (rival) es un muerto. Y en esta me salió fuerte y dicen que perdí. Yo me mantengo alejado de esos debates”.