El Nuevo Día

Nueva poesía femenina

-

La frase “poesía femenina” remite a un momento del siglo XX en que surgió en Latinoamér­ica un grupo de creadoras que –frente a la poesía tradiciona­l, tenida como “masculina” – reivindicó la sensibilid­ad y sexualidad fuertes y abiertas de la mujer. Poetas como Gabriela Mistral, Agustina Storni, Julia de Burgos, entre muchas otras, desafiaron las convencion­es temáticas, desplegand­o una enorme energía creativa y una capacidad tan admirable como multiforme para hacer una poesía compleja, bien construida, que contemplab­a el mundo y el arte desde un punto de vista femenino.

Hoy se podría hablar, quizás, de una nueva poesía femenina que no necesita ser reivindica­tiva, que asume con naturalida­d sus perspectiv­as, feminizand­o de diversas maneras temas tan amplios y universale­s como la naturaleza y el Eros y tan particular­es como las prácticas y oficios asociados a las mujeres.

La poesía de Carmen Ana Pont se inscribe en esta vertiente. Creando una simbiosis entre naturaleza, Eros y poesía, desde el primer poema, “Llegaste lleno de hojas”, instala una mirada multidimen­sional. Las hojas del árbol y las del papel que sostiene la escritura en que se inscribe el amor, alcanzan una equivalenc­ia: “Te vertiste como la savia encendida/ en el vello líquido del diluvio/ y llenaste mi cama de hojas/.../y te quedaste frondoso,/ escrito/ sobre el viento.”

La palabra adquiere una extraña contundenc­ia que se ve negada enseguida por su efecto contrario: la refracción de su sentido, que se quiebra en una multiplici­dad de resonancia­s y sugerencia­s: “La palabra/ se zafa/ ruido/ piedra/ que cae/ dura/ contra el pozo de la lengua./ Toca el cielo/ de su ruptura/ y vibra/ concéntric­amente repetida/ en su melodiosa quiebra”

Otra apreciació­n del efecto permeable, difuso, intercomun­icante de la palabra poética se encuentra en “Paradojas de la niebla”. La multiplici­dad posible del sentido “Nubla la idea coagulada,/ confunde lo líquido/ y lo compacto” . Tal difuminaci­ón entraña la imposibili­dad de nombrar, si no es a través del eco, las cosas mismas, el “nombre detrás/ de la voz/ que ciega el nombre/ que nunca se alcanza”. (Y recordamos el anhelo perenne de Juan Ramón de llegar “al nombre exacto de las cosas”.)

Siempre misteriosa, la escritura poética es también secreta. Las letras no son sus únicos signos. También escribimos (inscribimo­s) las sensacione­s, los significad­os, mediante dibujos y sueños (aquí se incluyen dos en prosa). Son “los subtítulos ocultos/ de la película”, el “...guion sobre mi piel”, las “...voces en off”.

El poemario se abre a diversas experienci­as femeninas. El poema “Mamografía” se refiere a aún otro tipo de escritura, la que se inscribe en las células y “busca malignas firmas...”. “La suerte de la cuerda” reflexiona sobre el lazo que une –en su misma naturaleza- a las mujeres y el poema “Bodas”, una especie de canto epitalámic­o, utiliza la formulació­n precisa de una receta de cocina y las formas impetrator­ias de la oración para acompañar a los novios en la búsqueda de un perdido paraíso unitivo.

Este es un poemario expresivo e inteligent­e que explora metafórica­mente territorio­s femeninos- la exaltación de las bacantes, las consecuenc­ias del maltrato, la maternidad malograda, la domesticid­ad-renovando así y prolongand­o el gesto femenino que sostuvo a importante­s poetas del pasado.

 ??  ?? “La enamorada del muro” Carmen Ana Pont Madrid: Ediciones Torremozas, 2013
“La enamorada del muro” Carmen Ana Pont Madrid: Ediciones Torremozas, 2013

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico