Cáncer de seno Y MEDICINA NUCLEAR
El cáncer no es sinónimo de muerte en el siglo XXI. Todo depende del tipo de cáncer, cuán temprano se encuentre y del estadio en que está cuando se descubre. Ha habido progreso significativo en el diagnóstico y el tratamiento de muchos tipos de cáncer y esto ha permitido que cada día se encuentren más personas que se curan y otras que sobreviven durante años a muchos tipos de cáncer, especialmente si se detectan temprano y se utilizan las mejores prácticas médicas para tratarlo. El propósito del tratamiento es curar al paciente y alargar la vida con buena calidad.
El cáncer de seno ocurre en mujeres y también en hombres, aunque con menor frecuencia. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la detección temprana del cáncer de seno sigue siendo la piedra angular para mejorar la sobrevida y el control de estos tumores. Los resultados del tratamiento son mejores si el tumor se descubre temprano una vez se desarrolla. Es también necesario tener un diagnóstico confiable de la extensión de la enfermedad para proveer el tratamiento más efectivo de acuerdo a la extensión del tumor. Es por eso que el PET/CT con 18Fluorodeo-xyglucosa (FDG) se ha convertido en una de las pruebas más útiles para evaluar las pacientes con cáncer de seno. Este estudio nos permite ver los tumores primarios, además de las metástasis a otras áreas del cuerpo y se utiliza, además, para evaluar si la terapia que se administra al paciente está siendo efectiva.
Vemos tumores de seno con un análogo de la glucosa porque sabemos, desde hace 80 años, que esta es una de las sustancias que usan esos tumores para crecer. Hay una correlación entre la intensidad de la captación de FDG y el grado de agresividad de los tumores. Entonces, es posible determinar si los tumores son agresivos para tratar el tumor primario e intentar impedir que se extienda. Además, si sabemos desde el momento en que se diagnostica, si ya el tumor se ha extendido a otros órganos, tales como los nódulos linfáticos o los huesos, podemos cambiar los tratamientos de distintas maneras, con cirugías más agresivas o incluso con quimioterapia antes de la cirugía, para reducir el tamaño de los tumores.
Hay otros estudios que se utilizan rutinariamente cuando el diagnóstico de cáncer de seno se establece. Los estudios de huesos para buscar metástasis son comunes y el estudio del “nódulo centinela” es útil para evaluar los nódulos linfáticos. El nódulo centinela es el primer nódulo linfático que recibe los líquidos y las células del tumor en el seno. Se entiende que si hay células de tumor en ese nódulo, se debe hacer una cirugía más extensa que incluya los nódulos axilares. La importancia de este estudio es que la cirugía más agresiva resulta en más efectos no deseados, tales como adormecimiento, hinchazón del brazo y dificultades de movimiento del brazo y puede haber dolor a largo plazo. Si el nódulo centinela no tiene células tumorales se puede realizar una cirugía menos agresiva sin afectar la sobrevivencia y que el paciente tenga una mejor calidad de vida.
La presencia de nódulos con células cancerosas en la axila correlaciona con la sobrevivencia del paciente de cáncer de seno. Otra ventaja del estudio de nódulo centinela es que al hacer imágenes moleculares del tórax completo podemos identificar, en ocasiones, más de un nódulo centinela y también nódulos en el otro lado del pecho, lo cual nos da información muy importante y puede ayudar a los cirujanos y a los oncólogos a tomar decisiones con más información y crear terapias más certeras e individualizadas para cada paciente.