ASIA EN EL CARIBE
La colección de OF Atelier
Una puesta en escena que unió lo dramático, lo vistoso y lo provocador transportó a la audiencia que presenció la pasarela de la más reciente colección de OF Atelier, “Carrasian”, a su Asia en el Caribe.
“El nombre viene porque la inspiración es japonesa, pero presentada para la mujer del Caribe”, explicó Orlando López quien junto a Félix Fletcher creó la colección develada en la noche del jueves en el Hotel San Juan de Isla Verde.
Rodeada por una escenografía, a cargo de Arquetipo, compuesta por un centenar de linternas de papel que inundó con su iluminación escarlata el Gold Room del hotel, la soprano Hilda Ramos -a quien OF Atelier ha vestido en varias ocasionessentó el tono teatral del desfile.
Acto seguido, un dragón, símbolo en las culturas de Oriente de poder y majestuosidad, salió a escena para dar paso a una pasarela pintada de rojo, dorado, violeta, negro, azul, marrón y rosa y textiles como el chiffón de seda, charmeusse de seda, brocados y encajes.
La provocación fue palpable de principio a fin en una muestra que incorporó elementos de la vestimenta japonesa como el kimono, el kasa y el obi junto a un maquillaje, a cargo de Ingrid Román, que evocaba el sensual arreglo de las geishas. OF Atelier coqueteó con el contraste de estampados, color, texturas y entalle. Los patrones de franjas y flores, trabajados por separado y también en combinación, ofrecieron un balance entre la coquetería y la fuerza.
El torso y la cintura fueron objeto de particular atención, apreciándose en el uso de corsés, cinturones adornados con flores así como piezas con amarre en la cintura recordando al tradicional obi.
La propuesta se ajusta a múltiples posibilidades en el vestir. El kimono, que fue reinterpretado en piezas largas así como en cortas, se une a un guardarropa femenino para la primavera de 2016 que incluye: shorts, tops cortos, pantalones pitillo, pantalones “cropped”, faldas largas y amplias así como cortas, túnicas y trajes de cola con caída seductora.
Aunque las prendas ajustadas dominaron la pasarela, ya que los diseñadores buscaban destacar la figura de la mujer caribeña, el movimiento y la elegancia de trajes largos con cola e incluso tipo “ball gown” - visto en un glamuroso vestido de estampado azul y gran lazo en la espalda- estuvo presente.