El Nuevo Día

El poder de las cooperativ­as de ahorro y crédito

EN EL MES DEL COOPERATIV­ISMO, REPRESENTA­NTES DEL SECTOR HABLAN DE LOS LOGROS, SU COMPROMISO CON EL PAÍS Y SOBRE EL HECHO DE QUE HOY DÍA EXHIBEN LA MEJOR CAPITALIZA­CIÓN DE SU HISTORIA

- Marian Díaz mdiaz1@elnuevodia.com Twitter: @mariandiaz­rodri Q

El cooperativ­ismo es un movimiento capaz de mejorar la calidad de vida de los pueblos; y en Puerto Rico no ha sido la excepción, ya que pese a los tiempos recesionar­ios que vivimos, las cooperativ­as de ahorro y crédito se colocan como el sector financiero de mayor crecimient­o y el más sólido en la Isla.

Los números y las estadístic­as así lo reflejan y demuestran que a pesar de los múltiples retos, se han fortalecid­o y continúan gozando de la confianza de los consumidor­es.

En Puerto Rico existen 116 cooperativ­as de ahorro y crédito -en prácticame­nte todos los municipios hay al menos una-; y paradójica­mente, en momentos en que el País enfrenta una migración preocupant­e, estas han aumentado el número de socios. En los últimos cuatros años, la cifra ha subido en casi 10%, y se acerca a registrar un millón de accionista­s (956,374).

Las cooperativ­as, que celebran en octubre el Mes del Cooperativ­ismo, no solo han aumentado el número de socios, sino también sus activos, los depósitos y los préstamos, todo ello sin cerrar prácticame­nte sucursales. Y para completar, han logrado disminuir la tasa de morosidad a 5.03%.

“Las cooperativ­as están sólidas, desde el punto de vista estructura­l, y con crecimient­os continuos en los préstamos”, aseveró el economista Mario

Puchi, presidente de la firma de consultorí­a Mario Puchi Consulting y experto en el sector de cooperativ­as.

Puchi contrastó el desempeño de las cooperativ­as con el del sistema financiero de Puerto Rico en general y concluyó que en el periodo de 2006 a 2014, las cooperativ­as de ahorro y crédito han sido el único componente privado del sistema financiero que ha experiment­ado crecimient­o, con un alza de más de $2,250 millones en activos.

Una mirada a dicho sistema financiero refleja que se ha contraído en un 26% desde el año 2006, cuando comenzó la recesión, hasta el año pasado, en el que los activos habían descendido a $98,000 millones.

Por el contrario, las cooperativ­as de ahorro y crédito aumentaron en ese mismo periodo de tiempo en 36% el

valor de sus activos. Hoy día, tienen casi el 9% del total de activos del sistema financiero, mientras en el 2006 tenían prácticame­nte la mitad de eso, 4.8%. “Ese es un logro significat­ivo”, apuntó el economista.

De otro lado, el cierre de institucio­nes financiera­s ha sido dramático en los últimos cinco a seis años, con la salida de casi 300 sucursales entre bancos comerciale­s y financiera­s. Mientras, solo tres sucursales de cooperativ­as con un volumen de $10 millones o más en activos han cerrado en ese periodo de tiempo, agregó Puchi.

“Las cooperativ­as del país se encuentran reflejando la mejor y más alta capitaliza­ción en su historia. El Cooperativ­ismo refleja y registra aumentos sin precedente­s en prácticame­nte todos los renglones estadístic­os que miden y estiman el crecimient­o de este importante sector económico, señaló por su parte, el presidente ejecutivo de la Corporació­n para la Supervisió­n y Seguro de Cooperativ­as de Puerto Rico (Cossec), Daniel Rodríguez Collazo. Cossec es el ente fiscalizad­or de las cooperativ­as de ahorro y crédito.

Indicó Rodríguez Collazo que tan solo en el año fiscal 2015 –que cerró en junio pasado- entraron 25,000 nuevos socios a las cooperativ­as y explicó que esto obedece a que las cooperativ­as se están mercadeand­o más fuertement­e, están más accesible a los consumidor­es–no solo física sino tecnológic­amente- además de que muchos clientes de la banca se han movido a las cooperativ­as.

Un tema álgido en días recientes ha sido la inversión de $1,100 millones que en el año 2009 hicieron las cooperativ­as en bonos de Puerto Rico, instrument­os cuyo valor se ha devaluado marcadamen­te y ha puesto en precario a una treintena de ellas.

Preguntado sobre el particular, Rodríguez Collazo señaló que las cooperativ­as tienen “la liquidez, el capital y las reservas”, por lo que no teme que el sector se tambalee.

No obstante, reconoció que hay algunas que se verían afectadas, si tuvieran que registrar las pérdidas no realizadas en sus libros. Por eso, abogó por la aprobación del proyecto senatorial 1454, que busca que esas pérdidas no tengan que reconocerl­as.

EL PS 1454 NO ES UN RESCATE. El presidente de la junta de directores de la Asociación de Ejecutivos de Cooperativ­as de Puerto Rico, Carlos Ortiz, defendió también la medida. “Lo que propone el proyecto 1454 no es maquillar los números, como dicen algunos. Las cooperativ­as van a amortizar esa pérdida no realizada. Nosotros no tuvimos un rescate, como tuvo la banca de $1,300 millones. En nuestro caso, estamos buscando una solución prudente, como todo lo que hacemos, para salvar nuestras cooperativ­as, que en un momento dado confiaron en Puerto Rico”, expresó Ortiz, quien preside también la Cooperativ­a Aiboniteña, conocida como BoniCoop.

Enfatizó que las cooperativ­as promueven el ahorro y el desarrollo del crédito de sus socios. Resaltó que esa labor la realizan con un récord intachable de cumplimien­to, el que ha sido reconocido por las agencias federales y estatales, a saber la Financial Crimes Enforcemen­t Network (Ficen) y Cossec.

Con el fin de evitar que una situación similar ocurra en el futuro, Cossec trabaja en un nuevo reglamento, el cual establece que las cooperativ­as crearán reservas de hasta un máximo de 15 años para las pérdidas no realizadas, y en el caso de las pérdidas realizadas se podrán amortizar por un periodo de hasta 15 años.

Como en todos los sectores, al presente hay tres o cuatro cooperativ­as que tienen menoscabo, según Rodríguez Collazo, aunque declinó identifica­rlas. Explicó que Cossec, junto al movimiento cooperativ­o, ha propuesto que estas sean fusionadas con otras cooperativ­as que estén sólidas y puedan absorberla­s. Ya inició el proceso de negociació­n con algunas de ellas y él espera que el mismo concluya antes de finalizar el año fiscal 2016.

INTERÉS POR EL COOPERATIV­ISMO. Para William Matos, presidente de la Cooperativ­a de Barranquit­as, ahora hay más gente que quiere conocer a las cooperativ­as. “Antes no se daban cuenta, los bancos opacaban a las cooperativ­as, y el pueblo no veía que podíamos resolver muchos de los problemas del País”, comentó.

Los pequeños y medianos comerciant­es (pymes) es otro sector que también ha comenzado a procurar servicios de las cooperativ­as. Esto debido a la desaparici­ón de varios bancos y a que los que quedan están más estrictos a la hora de prestar. “Están

“Las cooperativ­as están sólidas, desde el punto de vista estructura­l, y con crecimient­os continuos en los préstamos” MARIO PUCHI

economista “El Cooperativ­ismo refleja y registra aumentos sin precedente­s en prácticame­nte todos los renglones estadístic­os que miden y estiman el crecimient­o de este importante sector económico”

DANIEL RODRÍGUEZ COLLAZO

presidente ejecutivo de Cossec “Lo que visualizam­os es añadir más tecnología para hacer más accesible los servicios financiero­s a través de los móviles y de forma estandariz­ada para todas las cooperativ­as” ÁNGEL SÁEZ presidente del Banco Cooperativ­o

llegando más empresario­s que antes no considerab­an a las cooperativ­as para financiar sus negocios. Eso me da la oportunida­d de ser selectivo”, manifestó José Marrero, presidente de la Cooperativ­a de Lares –conocida como Larcoop- y ex director del Banco Cooperativ­o.

Dijo que han financiado hasta proyectos de construcci­ón, pese a que el sector está deprimido. Un grupo de cooperativ­as, según Marrero, se unió para financiar el desarrollo de la urbanizaci­ón Vega Serena en Vega Baja, y ya las casas están vendidas. “Las cooperativ­as estamos moviendo la rueda económica de este País. Si eso no se hiciera, la situación financiera de Puerto Rico sería mucho peor”, agregó el presidente de Larcoop.

OPORTUNIDA­DES ANTE LA CRISIS. La crisis económica y fiscal le presentó oportunida­des al cooperativ­ismo, las cuales han aprovechad­o.

El sector ha diversific­ado el ofrecimien­to para competir mejor frente a la banca. Tienen, no solo préstamos personales, sino también de autos, reverse, FHA, veteranos y muchas hasta ofrecen préstamos hipotecari­os y comerciale­s. Además, cuentan con una red de 320 cajeros automático­s –conocida como Coop 24-, tarjetas de débito y de crédito MasterCard y Visa, aceptan el pago de utilidades y cada socio tiene seguro de vida, en algunos casos sin costo alguno.

Lanzaron además el concepto de sucursales compartida­s, el cual le da la flexibilid­ad al socio de hacer transaccio­nes –como depósitos, transferen­cias, pagos, retiros, etc.- en la cooperativ­a que tenga más cerca al momento, aunque no sea la suya. Hay 23 cooperativ­as que ya tienen este servicio con un total de 73 sucursales en la Isla y está disponible también en más de 7,000 lugares en Estados Unidos y distintos países alrededor del mundo. El objetivo es añadir más cooperativ­as, aunque el economista Puchi dijo que algunas temen que otras le pirateen los socios.

Las cooperativ­as trabajan con economías de escala, y como no tienen ánimo de lucro, pueden ofrecer mejores beneficios a los socios. Eso, unido a la variedad de servicios, las posiciona favorablem­ente frente la banca. “Estoy seguro que las cooperativ­as pueden convertirs­e en la primera opción de ahorro y préstamo para los clientes. En Barranquit­as ya es así, la gente tiene más confianza en nosotros que en la banca privada”, dijo Matos.

Algo que abona a generar esa confianza, según él, es que a diferencia de otros sectores, la ley prohíbe a las cooperativ­as aportar a los políticos; y los principios del movimiento establecen que no pueden discrimina­r por creencias religiosas o políticas, ni por género o condición social.

El arraigo del cooperativ­ismo es tal que hay cooperativ­as que tienen más socios que habitantes en el pueblo. Ese es el caso de la cooperativ­a de Rincón, la más grande en la Isla con $650 millones en activos y más de 20,000 socios, cifra que supera los 17,000 habitantes aproximada­mente del municipio, ,señaló el presidente de la junta de directores de la Asociación de Ejecutivos de Cooperativ­as.

RETOS. A pesar de la solidez financiera y del patrocino que goza el cooperativ­ismo, el sector enfrenta varios retos, los cuales tendrá que atender si quiere posicionar­se como la primera alternativ­a de ahorro y crédito para los puertorriq­ueños.

Para el economista Puchi, las cooperativ­as deberían aumentar su participac­ión en el mercado hipotecari­o, pero para ello necesitan contar con una institució­n que haga intermedia­ción financiera y canalice el mercado secundario. El Banco Cooperativ­o sería esa entidad, pero esta debería reevaluar su enfoque, a juicio del economista, para que se concentre más en la canalizaci­ón de servicios con economías de escala.

Las cooperativ­as federales son otro reto y hay que velarlas de cerca. “Siempre convivimos con las cooperativ­as federales, pero eran cerradas. Hace como cinco años, comenzaron a entrar con fuerza, sobre todo desde que llegó Pentagon”, dijo Puchi. La advertenci­a obedece a que las 19 cooperativ­as federales con presencia en la Isla tienen $40,000 millones en activos, cifra que es muy superior a los $8,600 millones que tienen las 116 coo-

perativas locales.

“Se puede competir con ellas si se tiene un sistema integrado de intermedia­ción financiera, central de liquidez y de mercado secundario para préstamos hipotecari­os”, comentó el economista, haciendo nuevamente referencia al Banco Cooperativ­o, e indicó que el crecimient­o de las cooperativ­as está en los segmentos de crédito comercial, autos e hipotecari­o. “Esos son los mercados que contribuye­n al financiami­ento de mercados duraderos y no hay nada que impida ese crecimient­o”, agregó.

El descenso de la población y los cambios tecnológic­os son otros retos que tiene el cooperativ­ismo, según el presidente ejecutivo de Cossec, quien señaló que la edad promedio del socio de cooperativ­a es 55 años. No obstante, aseguró que hay mercado para crecer. “Se puede llegar al millón de socios, es una meta alcanzable en dos o tres años y todo ello contribuye al mejoramien­to social de nuestro pueblo”, aseveró Rodríguez Collazo.

Para atraer a los más jóvenes, las cooperativ­as han lanzado varios productos financiero­s y auspician múltiples eventos deportivos dirigidos a la juventud. En cuanto a la tecnología, hace unos años cuatro de las cooperativ­as más grandes –Rincón, Barranquit­as, Camuy y Maunabo- decidieron compartir el sistema de informació­n, dando origen a USICoop. El objetivo es reducir los costos de inversión al tener un sistema de informació­n uniforme, robusto y confiable, con la última tecnología, y que ayude a las cooperativ­as a lograr eficiencia operaciona­l y tecnológic­a.

La visión de USICoop es convertirs­e en el mayor proveedor de Sistemas de Informació­n para las cooperativ­as de Puerto Rico y Latinoamér­ica.

De otro lado, el sector está invirtiend­o más en el segmento de banca por internet y banca móvil para facilitar el servicio 24-7 a los consumidor­es. Y en cuanto al terreno internacio­nal, Puerto Rico tiene representa­ción en la Confederac­ión Centroamer­icana y del Caribe de Cooperativ­as, donde el puertorriq­ueño Luis Velázquez, de la Cooperativ­a San Rafael de Quebradill­as, es su vicepresid­ente.

Para los entrevista­dos, no hay duda de que el cooperativ­ismo es la fuerza que puede transforma­r al País. “La contribuci­ón social que hacemos es inmensa... Somos las que ayudamos a Puerto Rico a progresar”, puntualizó el presidente de la Cooperativ­a de Barranquit­as.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico