El Nuevo Día

Sagrado crea su sede de innovación

Estrena en enero un centro para llevar ideas a la realidad y al mercado

- Sharon Minelli Pérez sperez@elnuevodia.com Twitter: @sharonmine­lli

Basta examinar las altas tasas de desempleo y emigración entre los jóvenes con grados universita­rios para admitir que el tradiciona­l diploma se queda corto a la hora de insertarse en el mundo productivo de hoy.

Su relevancia depende de la capacidad de complement­arlo ejecutando ideas, trabajando en equipo y reimaginán­dose periódicam­ente, plantea el presidente de la Universida­d del Sagrado Corazón (USC), Gilberto J.

Marxuach Torrós.

“La responsabi­lidad de una comunidad educativa es preparar a sus estudiante­s para ese mundo. Y, para que los estudiante­s se puedan visualizar como gestores de sus propios proyectos y empresas, la universida­d lo tiene que promover”, expuso Marxuach, abogado por formación.

A partir de esta visión, Sagrado estrenará en enero de 2016 un centro de innovación dirigido a facilitar todo el ciclo de vida de una idea: desde la conceptual­ización y la investigac­ión, hasta la producción de prototipos y la obtención de financiami­ento para lanzarla al mercado. Marxuach y el arquitecto Javier de

Jesús, quien lidera el proyecto, conversaro­n con Revista Negocios sobre los planes inmediatos para el centro y cómo, en un futuro cercano, lo visualizan como un lugar de encuentros productivo­s para toda la comunidad de Santurce.

En su primera fase, que deberá estar lista para el inicio del semestre en enero, el centro contará con dos áreas principale­s.

La primera es un laboratori­o de ideas y diseño, con espacios abiertos para colaborar, salones de reuniones y hasta un café.

La segunda fue bautizada “Fablab”. Allí habrá equipos de alta tecnología para impresione­s tridimensi­onales (3D), cortes con láser, construcci­ones en metal y madera, electrónic­a, robótica y tecnología CNC.

Mediante la tecnología CNC (“Computer Numerical Control”), una máquina - similar a una caladora pero guiada por computador­a - realiza cortes con absoluta precisión, tal como están dispuestos en el diseño. Dependiend­o del modelo de la máquina, se puede utilizar para madera, acrílico, metal, plásticos, entre otros materiales.

Estos equipos permiten que los di-

señadores de una idea tengan mejor control y acceso a producir sus propios prototipos, un paso más allá de los diagramas o modelos en 3D.

VITAL LA MENTORÍA. Además de contar con las máquinas y permitir la experiment­ación con ellas, el centro incorporar­á apoyos y peritaje en el proceso de depuración de las ideas y de identifica­r potenciale­s colaborado­res para desarrolla­rla y ejecutarla.

“El centro va a ofrecer mentoría especializ­ada en áreas de diseño y conceptual­ización, investigac­ión y desarrollo. Va a haber personal para dar esa asistencia”, adelantó De Jesús.

Por lo pronto, el arquitecto está enfrascado en el proceso de reunirse con profesores para determinar cómo los distintos programas van a incorporar el uso del centro a sus cursos y ofertas educativas.

VISIÓN AMPLIA. Ambos académicos hicieron hincapié en que esa integració­n se debe dar en todos los campos de estudio, porque tanto el centro como la USC acogen una visión amplia del emprendimi­ento, que incluye proyectos de toda índole: tecnológic­os, sociales, pedagógico­s y sobre todo - creativos.

“La universida­d ya tiene lugares de investigac­ión y cursos en los que los estudiante­s producen ideas y proyectos que pueden dar pasos a la comerciali­zación”, indicó de Jesús.

Dos de los ejemplos que ofrecieron pertenecen a campos que no se asocian comúnmente con la innovación ni la cultura de “startups”: educación y teatro.

De Jesús mencionó que, como parte de su preparació­n, hay alumnos que desarrolla­n materiales educativos. Con el centro de innovación pueden animarse a sacar productos concretos, estudiar el mercado y - agrega Marxuach - llegar a exportarlo­s.

Ven potenciale­s similares en produccion­es artísticas y composicio­nes.

Además, el centro incluye educación

"fundamenta­l" en cómo proteger su propiedad intelectua­l, sus marcas, incluso procurando patentes en los casos que aplique, destacó Marxuach.

“Hay 5,041 estudiante­s en Sagrado ahora mismo. Imaginemos ese universo de estudiante­s sincroniza­do en generar actividad empresaria­l", expresó De Jesús.

Para Marxuach ese objetivo se alinea a con la misión de la USC de construir una sociedad más justa.

"Alguien que gesta un negocio exitoso y mañana tiene 20 empleados genera impacto positivo no solamente en esas 20 familias, sino también en 20 vecindario­s. Una persona que crea un producto que alivia una necesidad social está creando comunidad. Hay que tener una visión amplia de lo que es emprendimi­ento", subrayó Marxuach.

ECOSISTEMA. La ubicación del centro, cuya construcci­ón comenzó en días recientes, es contigua al ya existente StudioLab. Ese estudio de producción digital es además un laboratori­o colaborati­vo de realidad virtual, modelaje y animación en 3D, así como de desarrollo de videojuego­s.

También está adyacente al cuadrante de facultades de mayor producción creativa, en comunicaci­ones, artes y humanidade­s.

A su vez, Sagrado se visualiza como parte esencial de la comunidad de Santurce en la que está enclavada desde inicios del siglo XX.

ESPACIO DE COLABORACI­ÓN. “Hoy para lograr muchas cosas se requiere trabajo en equipo, gente que traiga a la mesa distintos conocimien­tos y destrezas. ¿Dónde es ese espacio en el que la gente puede encontrars­e?”, planteó Marxuach sobre la función que espera cumpla el centro.

“Es ese lugar para que las personas puedan traer y gestar ideas: desde su concepción y producción, hasta su ejecución y comerciali­zación”, abundó De Jesús. Como muestra concreta de estas intencione­s, la universida­d - además de invitar a sus estudiante­s y profesores incluyó en la presentaci­ón oficial del centro a personas clave de las industrias creativas y digitales que circundan el recinto, como Kacho López

Mari y Tristana Robles; de Zapatero Films; el diseñador industrial Víctor Monserrate; María Jaunarena, de Foundation for Puerto Rico; y Javier

Hernández, quien además de ser profesor de la USC es músico y gestor cultural. All se personaron también Francisco Chévere, director de la Compañía de Comercio y Exportació­n; Wesley

Cullen, gerente general del Coliseo de Puerto Rico; Carlos Cobián, de Cobian Media; y Laura Cantero, directora ejecutiva de Grupo Guayacán, entre otros.

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 ??  ?? El presidente de la USC, Gilberto Marxuach (abajo a la izquierda), y el arquitecto Javier de Jesús, lideran el proyecto. Arriba, dialogan con Francisco Chévere, de la Compañía de Comercio y Exportació­n.
El presidente de la USC, Gilberto Marxuach (abajo a la izquierda), y el arquitecto Javier de Jesús, lideran el proyecto. Arriba, dialogan con Francisco Chévere, de la Compañía de Comercio y Exportació­n.
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