Vía de avance para P.R.
Puerto Rico presentó el mes pasado su tan esperado plan de ajuste fiscal, en el que se anuncian medidas de austeridad –recortes de presupuesto e incrementos de impuestos- reformas estructurales, reestructuración de deudas y mucho más.
No quiero entrar en detalles sobre cada uno, pero lo que no está claro, es el plan para impulsar la economía de la isla como tal. Sentarse a esperar a que el Congreso decida cuando proveerá alternativas más allá de las ayudas técnicas que han ofrecido, no es una opción con la cual realmente podemos contar. Como resultado, todos se hacen la misma pregunta:
¿Cómo logramos que Puerto Rico se encamine hacia una economía de desarrollo sustentable?
A raíz de esto, debemos comenzar a pensar cómo levantar una economía sub-desarrollada, la cual por años se ha confundido por una economía desarrollada. Como país necesitamos una guía, una que no dependa directamente de la manufactura –la isla ha sido construida prácticamente a base de esta industria- y que vaya encaminada hacia una economía del siglo 21, una que sea compartida e innovadora.
Los años de depender de los trabajos de manufactura como pilar económico han llegado a su fin. Esto no es solo un problema de Puerto Rico, sino uno global, con el cual cada nación ha tenido que lidiar. Los empleos de manufactura se han trasladado de lugar en lugar y ningún país –con la excepción de China y sus tácticas de manipulación de moneda- debería apostar completamente a la industria de manufactura como su principal fuente económica. Al menos ningún país que siga las reglas del juego.
Los empleos de manufactura se trasladan de país en país, no son fijos. Puerto Rico se encuentra actualmente apostando a una estrategia de desarrollo económico en la industria tecnológica, economía de los visitantes -turismo, turismo médico, agro-turismo, etc.- incentivos a impuestos y créditos para una variedad de industrias y también utilizando estas para atraer el capital extranjero de grandes corporaciones, al igual que se les ofrece el paraíso de los impuestos para ciertos individuos de alto capital a cambio de la creación de empleos. Recientemente, la isla legalizó el matrimonio homosexual y la producción, uso y distribución de marihuana medicinal; el cual representa un gran paso hacia adelante en la creación de política progresiva del gobierno estado-librista. Su enfoque está mayormente en mercadear a la isla como lo que es, un punto estratégico global donde se pueden hacer negocios, y que ofrece lo mejor de ambos mundos: negocios y placer.
Sin embargo, es irónico que Puerto Rico esté intentando invertir en la tecnología como un pilar económico, pero le hace imposible la entrada a una compañía exitosa de tecnología global como lo es Uber (economía compartida); que posiblemente podría emplear a cientos de ciudadanos locales.
También, el gobierno anunció el cierre de la oficina del Principal Ejecutivo de Informática, una oficina que estaba presentando señales prometedoras sobre cómo mejorar ciertos servicios gubernamentales.
Como país no estamos entendiendo colectivamente hacia dónde se está moviendo la economía global y cómo debemos insertarnos en ella. Nos estamos disparando en el pie y preguntándonos, ¿por qué no se nos hace posible fluir como el resto?
Constantemente, en nuestros esfuerzos políticos carecemos de una visión a largo plazo en la cual se construya un ecosistema que promueva la inversión inteligente y no invertimos a lo que todo el mundo está haciendo, una economía innovadora.
¿QUÉ ES UNA ECONOMÍA INNOVADORA? La economía innovadora es una teoría que apuesta al espíritu emprendedor e innovador como propulsor de la economía, una que se dirija a una mayor productividad.
Podemos preguntarnos: ¿Economía de Manufactura vs. Economía innovadora?
Rollin Stanley, planificador para la ciudad de Calgary, argumenta que, “Por cada empleo de manufactura que se pierde, la economía innovadora crea dos”.
¿Por qué crees que todo el mundo que diseña el iPhone vive y trabaja en San Francisco? ¿Pero sin embargo, todos los empleos de producción están esparcidos a través del mundo?
¿Sería extremadamente complicado relocalizar todos los empleos de innovación y diseño a China, no crees? Específicamente si estos pagan un salario de $265 al mes y se componen de 11 horas de trabajo diarias. ¿Por qué? Los empleos innovadores no se pueden mover tan fácilmente, los de producción sí.
Algunos países y sus respectivos sectores privados, públicos y sin fines de lucro se han mantenido a la vanguardia en la curva innovadora. Es porque han logrado comprender lo siguiente: “La geografía no es un factor influyente en la economía innovadora.” (Stanley, Rollin, Planificador de la ciudad de Calgary, 2015)
En San Francisco existen carriles para ciclistas que conectan prácticamente todas las comunidades, el acceso a necesidades básicas es posible, el gobierno trabaja de manera eficiente, el acceso a permisología es llevadero, hay altos niveles de transparencia, el dinero de los impuestos se invierte de manera inteligente y sustentable, la ciudad se enfoca intensamente en embellecer todas sus áreas para que los ciudadanos se sientan a gusto y seguros. Un ecosistema atractivo ha sido construido, uno que promueve el crecimiento económico y como resultado existe una cultura de innovación y hay un excedente masivo de empleos en todas partes.
Utilizando las sabias palabras del economista Orlando Sotomayor en un artículo reciente en Forbes este año, “La creación de empleos es la producción de desarrollo económico, no el medio hacia el mismo.” (2015)
Aquí es donde pienso que nos hemos equivocado y cuando digo nosotros, me refiero a Puerto Rico. Es la misma visión corta que nos ha llevado a donde estamos. Estamos contando empleos como si estos fueran el medio para el desarrollo y no el resultado final de una planificación inteligente y creación política. Necesitamos dejar atrás esta vieja, pobre y antigua manera de lidiar con nuestra economía y comenzar a ver hacia el futuro y qué se necesita para poner a Puerto Rico de nuevo en el camino de crecimiento para el desarrollo sustentable.
¿QUÉ PODEMOS HACER? ¿Qué tal una escuela pública que enseñe programación para niños y adultos?
Aparte de esto, necesitamos restaurar la confianza en nuestro gobierno local, estatal y en nuestras instituciones principales.
¿Quién no consideraría a Puerto Rico como el lugar ideal para innovar?
La Ciudad del Arte 2014; una de las mejores 50 barras en el mundo (La Factoría, Viejo San Juan); temperaturas a 80 grados Fahrenheit todo el año; la economía de clase media más fuerte en el Caribe; una industria bancaria comprobada; una de las mejores 5 playas en el mundo; escena gastronómica única; población bilingüe; fuerza trabajadora educada; y pudiera continuar mencionando muchas más. Muy pocos lugares ofrecen tantas riquezas en cultura y diversidad como Puerto Rico.
Hay un sinnúmero de oportunidades para Puerto Rico ahora mismo en cuanto a economía innovadora se refiere. Está de nuestra parte, unirnos y poner a Puerto Rico en donde se merece, en lo alto, como el hermoso, rico y vibrante país que es. Donde la vida y el trabajo se unen perfectamente y se vive la buena vida.