CÓMO DESPERTAR UN APETITO SALUDABLE EN LOS NIÑOS
Preséntales alimentos nuevos de manera divertida
“Cuando me convertí en mamá decidí amamantar a Violeta. Sabía que la leche materna iba a ser su única fuente de alimento hasta que cumpliera seis meses. Fue una etapa de altas y bajas, pero cuando llegué al sexto mes sentí que había completado una certificación profesional. En el sexto mes le di su primer alimento sólido”, contó Wendolyn Ortega Reinat, una súper mamá que con paciencia y creatividad supo iniciar la etapa de presentarle alimentos nuevos a su niña, que hoy tiene dos años.
La madre recordó que el primer alimento sólido de Violeta fueron guisantes verdes. “El truquito del ‘avioncito’ nunca me falló”, agregó. Por tres días corridos le presentó vegetales verdes (guisantes, brócoli, espinacas), luego anaranjados (papaya, zanahoria, batata), amarillos (mangó, guineo, batata dulce) y blancos (ñame, papa, arroz). Posteriormente los combinó todos.
La nutricionista Getsení Rodríguez Jiménez, de Healthy Habits by GR, indicó que a menudo escucha a padres decir que a su niño o niña no le gustó un vegetal porque no lo terminó de comer o hizo gestos de desagrado. “Para que un niño rechace un alimento debe probarlo por lo menos siete veces, de siete formas distintas”, aseguró.
La experta sostuvo que la forma más atractiva para presentar un alimento a un niño tiene que ver con su aspecto visual, por lo que ofreció las siguientes alternativas.
IDEAS PARA LLAMAR SU ATENCIÓN Y APETITO
• Prepara pinchos con frutas variadas y coloridas, en lugar de presentarle la fruta sola.
• Los “finger foods” pueden resultarle interesantes al niño o niña.
• Los vegetales gustan más si los mezclas en la comida, como en una pasta, por ejemplo.
• Cocina carne y acompáñala con brócoli. Añade queso derretido al brócoli, ya que resulta mucho más atractivo y apetecible.
• Utiliza moldes de figuras con los que puedas hacer sándwiches o “pancakes”.
• Dibuja detalles graciosos en la comida para que el niño se muestre más abierto a comer.
• Lo ideal es que los padres mantengan una alimentación similar dentro de cada etapa de la niña o niño, para que no se sienta diferente.
• Acostúmbralo a comer en cenas familiares para que se sienta incluido en el proceso social que supone el acto de comer.
Finalmente, lo más importante es que la niña o niño no se sienta obligado. “No tiene que dejar el plato limpio. Ese sentido de obligación no debe instaurarse en los niños”, puntualizó Rodríguez Jiménez.