Testifican los hijos de la supuesta víctima
Hija de la empleada estuvo presente y habría escuchado comentarios del alcalde Arlequín
El juicio contra el suspendido alcalde de Guayanilla, Edgardo Arlequín Vélez, continuó ayer con los testimotnios de los hijos de Lumari Torres Pérez y una compañera de trabajo de la mujer.
La primera en declarar fue Paola Rodríguez Torres, hija de la empleada del programa de fondos federales, quien dijo que estuvo presente durante la visita del acusado a su hogar una noche en el año 2013.
La joven de 19 años explicó que mientras se encontraba en el balcón junto a su hermano de 16 años llegó Arlequín Vélez y les dijo que buscaran a su mamá. “Mi mamá salió y él le dijo que bien te ves y luego le preguntó que si lo iba a recibir en el cuarto del hotel”, sostuvo la joven.
Señaló que tras escuchar las palabras del alcalde los tres entraron a la residencia y que le comentó a su madre “Arlequín es un ‘zafao’, me dan ganas de darle un bofetada”. Recordó que luego del incidente su madre ya no le gustaba salir ni al balcón.
“No estaba alegre ni animada”, co- mentó la hija, quien se emocionó necesitando un receso para tranquilizarse. A preguntas del abogado Carlos Padilla sobre si expresó o no en la declaración jurada y en la vista preliminar lo expresado en corte, esta respondió que no.
Por otro lado, los fiscales especiales independientes (FEI) Guillermo Garau y Ramón Mendoza pusieron a la disposición de la defensa el testimonio del menor de edad. Este fue entrevistado por los abogados y únicamente expresó al juez Carlos Salgado Schwarz que durante la vista preliminar no dijo que escuchó al alcalde decirle a su madre que la iba a esperar en el cuarto del hotel porque estaba nervioso debido a que nunca había declarado en un tribunal.
La otra testigo fue Nelly Sánchez, empleada de Sección 8 del municipio, a quien según dijo la alegada víctima le confió los incidentes con el alcalde.
Esta manifestó que Torres Pérez llegó a la oficina asustada y nerviosa y le confesó que el alcalde le pidió ver su tatuaje. Además le dijo que el alcalde estaba excitado. Esta narró que iba regularmente a seminarios con la perjudicada y que pernoctaban en hoteles.
Señaló que durante el seminario realizado en julio de 2013 pidió que las habitaciones estuviesen separadas a la del alcalde, que Lumari determinó que se quedarían una noche más al terminar el seminario y que nunca Arlequín Vélez se acercó a la mujer.