Preocupa alza en las cesáreas
Representante urge a hospitales a tomar medidas para reducirlas
En Puerto Rico, la tasa promedio de cesáreas es de 47%, y aunque esa cifra más que triplica el 15% que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), esconde la magnitud y la gravedad del problema, pues existen hospitales en la Isla en los que la tasa ronda el 70%.
La representante Luisa “Piti” Gándara, presidenta de la Comisión cameral de Bienestar Social y para la Erradicación de la Pobreza, presentó ayer datos recopilados por el Registro Demográfico sobre las instituciones médicas con mayor incidencia de cesáreas, y recabó atención inmediata del Departamento de Salud y de los diversos componentes de la industria de la salud para atender este problema, que aumenta significativamente la posibilidad de complicaciones durante y luego del parto.
“Toda madre, insisto, tiene derecho a escoger el hospital que le garantice un parto natural, un parto humanizado y un proceso, que es el momento más importante de esa madre, feliz”, manifestó la legisladora del Partido Popular Democrático (PPD) al presentar los hallazgos de una investigación legislativa sobre el nivel de cumplimiento de las leyes que protegen a las mujeres y a sus crías antes, durante y después del alumbramiento.
La lista de hospitales que, en el 2014, tuvo el mayor número de cesáreas la encabeza el Doctor’s Center, en Bayamón, con 69.5%, seguido por la Clínica Santa Rosa Inc., en Guayama, con 67.6% y el Caribbean Medical Center, en Fajardo, con 66.5%.
Gándara mencionó que, de todas las cesáreas practicadas en el País, en el 77% de los casos las mujeres no presentaron factores de riesgo durante el embarazo. Asimismo, presentó otros datos vertidos durante la investigación que apuntan a que los días que se registran más partos son los lunes, martes y miércoles, siendo el 68% de ellos por la vía de cesáreas, y que el 59.5% de los alumbramientos son inducidos.
La representante recalcó que bajar la tasa de cesáreas es posible y, a modo de ejemplo, mencionó al Hospital Federico Trilla, en Carolina, y al Hospital Menonita en Aibonito y Cayey, que tienen tasas de 27.8%, 32.6% y 34.2%, respectivamente.
El presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales, Jaime Plá, recordó que el alza en las cesáreas es un problema que abunda tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, que tiene una tasa de cesáreas de 33%, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El consenso de todos es que no se deben hacer tantas cesáreas. Por eso hay que trabajar con hospitales, médicos y pacientes para que no se hagan cesáreas si no son necesarias”, señaló Plá.
Los hallazgos de la investigación de la Comisión cameral de Bienestar Social y para la Erradicación de la Pobreza fueron refutados por el principal oficial ejecutivo de la Clínica Santa Rosa en Guayama, el licenciado Fernando Alarcón, ya que indicó que hace dos años se cerró la unidad de partos de esta clínica, en parte, debido a una baja en el censo de pacientes.
Alarcón dijo no poder comentar sobre los hallazgos del estudio ya que desconocía de su contenido y el tiempo que midió.
Mientras, no fue posible conseguir ayer tarde una reacción del Doctor’s Center a través de la relacionista pública del hospital. Dos centros de este sistema hospitalario están entre las primeras cinco instalaciones con las tasas de cesárea más altas del País.
“DESCONOCEN SUS DERECHOS”.
Gándara fue enfática en que la situación de las cesáreas es solo una de múltiples prácticas obstétricas que a diario atentan contra el bienestar de las mujeres y sus bebés, y en algunos casos, incluso, violentan leyes creadas para proteger sus derechos.
El problema se agrava por el desconocimiento de las personas sobre los derechos que cobijan a las madres gestantes y a los infantes, y la ignorancia respecto a los mecanismos existentes para vindicarlos, aseguró la representante.
De igual forma, resaltó la pobre fiscalización que ejercen agencias como el Departamento de Salud para garantizar que la clase médica y los hospitales cumplan con la Ley para el Desarrollo y la Implantación de la Política Pública para la Niñez Temprana (Ley 93-2008), la Ley de Acompañamiento durante el Trabajo de Parto, Nacimiento y Post-Parto (Ley 156-2006) y la Ley sobre el Suministro de Sucedáneos de la Leche Materna a los Recién Nacidos (Ley 79-2004).
“De la investigación surgió que las mujeres desconocen sus derechos. Las leyes vigentes no se están cumpliendo, se están violando los derechos de las madres, y muchos bebés están naciendo en ambientes deshu-
manizados”, subrayó.
Entre otras prácticas, mencionó que se les niega a las madres alojarse en el hospital junto a sus bebés, se les niega estar acompañadas por personas de su confianza y elección, se desalienta la lactancia y se les regalan sustitutos en fórmula de la lecha materna.
También, Gándara manifestó que algunos médicos obstetras les realizan procedimientos a las madres sin explicárselos y sin obtener su consentimiento. De acuerdo con el doctor William
Ramírez Cacho, perinatólogo del área norte, en Puerto Rico se abusa mucho de los partos por cesárea.
“Esa es una de las peleas que he tenido desde que llegué a Puerto Rico (a practicar la medicina)”, comentó.
Ramírez Cacho sostuvo que los hospitales deben intentar reducir las cesáreas ya que esta es una de las métricas de calidad que exige la Comi- sión Conjunta de Acreditación de Hospitales.
“Hay hospitales que se reúsan a cambiar los protocolos”, lamentó el jefe de obstetricia y ginecología del Manatí Medical Center, institución que no aparece en las listas de los hospitales con las tasas de cesáreas más altas o las más bajas.
RECOMENDACIONES VARIADAS.
Plá recalcó que es de suma importancia que los embarazos lleguen a término (40 semanas) para tratar de evitar el nacimiento de bebés prematuros que luego enfrentan problemas de desarrollo. Ante esto comentó que la Asociación de Hospitales continuará integrando en su Proyecto de Calidad el rol educativo para evitar que sigan aumentando las cesáreas en la Isla.
Según el doctor José Cordero, presidente del Comité Timón de Prematurez de March of Dimes, capítulo de Puerto Rico, no debe haber ningún parto inducido antes de las 39 semanas de embarazo cuando no media una recomendación médica que lo amerite. Como ejemplo, mencionó que algunas excepciones podrían ser cuando la embarazada desarrolla preeclampsia (hipertensión arterial) o diabetes descontrolada.
Cordero señaló que a nivel nacional hay un programa llamado “Detente” que es auspiciado por los Centros de Servicios Medicare y Medicaid (CMS, por sus siglas en inglés) que busca, entre varios parámetros de calidad, reducir la cantidad de partos por cesárea y de partos prematuros.
“(El programa) ha tenido un impacto positivo de reducir las tasas”, comentó el profesor de salud pública en la Universidad de Georgia.
Gándara insistió que el problema no radica en la ausencia de legislación, sino en la falta de cumplimiento y rigor con la normativa existente. Recomendó, entre otras cosas, que se enmiende el Reglamento 117 del Departamento de Salud sobre el licenciamiento y mantenimiento de los hospitales para que se exija cumplir con los estatutos como condición para otorgarle a las instituciones médicas el permiso para operar.
Igualmente, propuso que el Departamento de Salud publique regularmente las estadísticas sobre los nacimientos y los métodos utilizados y que se establezcan unas “categorías de vigilancia” para supervisar los índices de cesárea de los hospitales, con el fin de desarrollar planes correctivos que reduzcan esos números.