Elevado ambiente de tensión
Linchamiento de migrante eritreo en medio de un atentado sacude a gobierno israelí
JERUSALEN.- La muerte de un migrante eritreo que fue herido de bala primero y linchado después por una turba que creyó era un atacante palestino en un atentado ocurrido en una estación de autobuses en Beersheba ha suscitado una profunda reflexión en medio de un ambiente de nerviosismo dentro de la oleada de violencia que asuela a Israel.
El primer ministro Benjamin Netanyahu condenó que se tratara de hacer justicia por cuenta propia. Algunos detractores acusan a las autoridades israelíes de fomentar un entorno de tensión, mientras que otros exigieron que se lleve a juicio a la turba.
“Esto es una desgracia para la sociedad israelí, y quienes perpetraron este linchamiento deben ser encontrados y enjuiciados”, dijo Yaakov Amidror, exasesor de seguridad nacional de Netanyahu.
“Aun si hubiera sido el terrorista, una vez baleado, una vez neutralizado y tirado en el suelo, hay que ser un animal para atormentarlo”, declaró Amidror a Radio Israel.
Nueve israelíes han perdido la vida en el último mes en diversos ataques, principalmente con cuchillos, en calles de Jerusalén. Por lo menos 41 palestinos han muerto, entre ellos 20 a los que las autoridades israelíes han identificado como agresores; el resto ha fallecido en enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
En medio de lo que parecen ser ataques al azar, los israelíes han comprado cartuchos de gas lacrimógeno y pimienta, en tanto que algunos funcionarios portan abiertamente armas de fuego y alientan a la ciudadanía a que haga lo mismo. La seguridad se ha intensificado, especialmente en Jerusalén.
Los hechos de violencia han causado miedo y a veces pánico.
Después de un ataque ocurrido la semana pasada en una estación de autobuses en Jerusalén, numerosos elementos de seguridad y civiles armados corrieron por una avenida central en busca de un segundo agresor debido a una falsa alarma.
En otra parte, un israelí apuñaló a un judío al confundirlo con un árabe porque tenía la piel oscura. Los palestinos en Jerusalén expresaron su temor de que los baleen si los perciben como una amenaza.
Sin embargo, el comportamiento de la turba la noche del domingo en la estación de autobuses en la ciudad sureña de Beersheba llevó las cosas a un nuevo nivel.
Los hechos comenzaron cuando un árabe que llevaba un cuchillo y un arma de fuego mató a un soldado, tomó su arma y abrió fuego. El atacante hirió a nueve personas y fue muerto por la policía.
En el caos, Habtom Zerhom, un migrante eritreo de veintitantos años, corrió a la estación para protegerse, dijo la policía. Un guardia de seguridad, que creyó que era un atacante, le disparó.
Cuando el hombre joven yacía en el suelo, una turba lo insultó, pateó y golpeó con objetos. El vídeo que captó una cámara de seguridad muestra a Zerhom en un charco de sangre cuando era golpeado con una banca y pateado en la cabeza por transeúntes, mientras un agente israelí y algunos peatones intentaban protegerlo. Zerhom murió después en un hospital.
Durante una reunión con legisladores de su Partido Likud, Netanyahu condenó los hechos y envió sus condolencias a la familia de Zerhom.
La policía dijo que revisaba las imágenes de ese vídeo para identificar a los participantes en la turba. Para el lunes en la noche, no se habían anunciado arrestos.
Los detractores afirman que el incidente fue resultado de un ambiente caldeado. El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, por ejemplo, ha exhortado a todos los que tengan autorizada la posesión de un arma, como él, a que la porten para que ayuden a las fuerzas de seguridad.
Hanan Ashrawi, una importante funcionaria palestina, acusó a las autoridades israelíes de incitar a la ciudadanía. “Están creando una mentalidad de turbas linchadoras y evidentemente alimentando la cultura del odio y el racismo”, agregó.
La actual oleada de violencia comenzó el mes pasado con enfrentamientos en el sitio más sagrado de Jerusalén, un complejo ubicado en lo alto de una colina al que veneran tanto judíos como musulmanes.
“Somos un país respetuoso de la ley. Nadie debe hacer justicia por su propia mano”
BENJAMIN NETANYAHU
Primer ministro israelí