Sin ruido y sin pausa
La lista de cambios que el País necesita es larga y compleja. Por eso, en vez de estar haciendo ruido, en el Departamento de Hacienda hace meses trabajamos como las hormigas en su reestructuración. Silenciosamente, sin pausa y en equipo, trabajamos una serie de iniciativas transformadoras para su reorganización. Estamos delineando objetivos, reinventando estructuras y procesos y trabajando para suplir las necesidades de un país que enfrenta cambios dramáticos. Esto es necesario para lograr poner al día un departamento que no se atemperó a los cambios que el tiempo le impuso.
Para que los cambios sean reales, y ayuden al País a salir de este atolladero, es necesario empezar por la casa. Y así comenzamos, sin ruido, implementando cambios que buscan reforzar los cimientos y renovar la estructura de esta agencia que es vital para el desarrollo del País. La meta es que en los próximos meses hayamos completado los proyectos que ya están encaminados, para convertir a Hacienda en una entidad más eficiente, ágil, con mayor innovación tecnológica y mejor utilización de su recurso humano. Solo así lograremos fiscalizar con más eficiencia, aumentar los recaudos y servirles mejor a todos los contribuyentes.
Nuestro plan de reorganización tiene cuatro pi- lares. Estos son el desarrollo del recurso humano, la tecnología, la estructura organizacional y el desarrollo de las herramientas gerenciales. Entre los proyectos iniciados, que promueven fortalecer nuestro recurso humano, se destaca el acuerdo con la Universidad de Puerto Rico para establecer el Instituto de Capacitación y Desarrollo Profesional (InCaDep) del Departamento de Hacienda. Este proyecto crea un nuevo currículo de educación continua para mantener a nuestros empleados al día, de manera que desarrollen las destrezas que redunden en un mejor servicio.
Otros cambios que ya comenzaron son los planes de trabajo por unidad para evitar redundancia de labores y mejorar la utilización de los recursos, enfocados en la obtención de resultados y rendición de cuentas. Asimismo, ya hemos comenzado a recopilar de forma sistemática las métricas y datos estadísticos más importantes sobre la operación de Hacienda.
También ya iniciamos la actualización de la tecnología. Esto va desde su uso en un proceso interno integrado, hasta en los servicios que se ofrecen a los contribuyentes. La tecnología nos permitirá una fiscalización más efectiva, ampliar los canales de pago y los servicios que se ofrecen en línea de forma más ágil y confiable; aumentar la capacidad analítica interna y la reducción de costos operacionales. Además, para minimizar los riesgos de clasificación y cobro en la importación de bienes, estamos integrando una plataforma para administrar todas las gestiones hechas en los muelles. Y lo más importante de todos los cambios tecnológicos encaminados es la implementación de una solución tecnológica que integre toda la información contributiva en una sola plataforma (hoy día los sistemas funcionan por separado) que permita administrar los impuestos, los recaudos y todas las transacciones relacionadas.
Como parte de los cambios en estructura operacional, establecimos la Unidad de Grandes Contribuyentes y el centro de contacto Hacienda Responde. Ambas estructuras son ejemplo de nuevas formas de hacer las cosas. Una refleja que el Departamento se une a otras jurisdicciones en organizar sus servicios por tipo de contribuyente, y la otra ofrece servicio a nuestros ciudadanos a través del teléfono y de internet. Además, estamos transformando nuestras colecturías en centros de servicios integrados, cuya primera etapa consiste en consolidar colecturías para luego integrar servicios, incluyendo una gestión de cobro proactiva. Más a mediano plazo, se completará el plan de trabajo para establecer la Oficina del Administrador de Rentas Internas. Estos son solo algunos de los enormes cambios, que de manera callada, hemos venido trabajando en los últimos meses.
Así como las hormigas son capaces de trabajar en equipo de forma incansable e inadvertida para lograr grandes obras, así estamos trabajando. Tenemos un plan que servirá de base a este nuevo Departamento de Hacienda que todos reclamamos y que Puerto Rico necesita.
“Para que los cambios sean reales, y ayuden al País a salir de este atolladero, es necesario empezar por la casa”