Bolsillos separados
La importancia de crear una corporación cuando empiezas tu negocio estriba en poder separar tus finanzas personales de las del negocio.
Para esto puedes buscar orientación con profesionales de contabilidad para determinar el mejor modelo corporativo y manejo contributivo.
Mantener separadas las finanzas personales te ayudará, en primer lugar, a definir si tu negocio es rentable o no y podrás preparar un presupuesto tomando en consideración únicamente los ingresos y gastos de la empresa.
Una vez comienzas a inyectar a tu negocio ahorros personales o ingresos de algún otro trabajo regular es muy probable que tu negocio no deba permanecer en marcha. Además, no es recomendable que pongas en riesgo tus responsabilidades personales.
Si en la ecuación entra un socio o codueño, evalúa también su situación financiera. Si este no tiene la capacidad de pagar sus deudas personales, trabajará bajo presión y el manejo del dinero pudiera estar en riesgo; la toma de decisiones se afectará y la confianza -que es un elemento crucial en la relación de negocios- se va a quebrantar.
Recuerda que si las finanzas personales están en detrimento, no es un buen momento para comenzar un negocio. Lo mejor es resolver esa situación antes, ya sea mediante la radicación de una quiebra o solicitudes de planes de pago o consolidación de deudas. Así, cuando se lancen a emprender podrán dedicarle toda su atención a lograr sus objetivos.