CAMBIO DE IMAGEN
Pacientes de cáncer con nuevos “looks”
Hilda Domínguez no pudo contener el llanto. En momentos en que trataba de mantener el ánimo en alto por los estragos de su tratamiento contra el cáncer, recibió una llamada para avisarle que sería una de 10 pacientes que participarían de un día de "spa" y cambio de imagen.
“Empecé a llorar… Créeme que lloré y todo… por la emoción… Es algo diferente y como uno está así medio…", expresó Domínguez sin terminar el pensamiento, aunque era evidente a qué se refería.
Domínguez nunca había pisado un salón de belleza. Sabía lo que es un "makeover" solo por referencia y su primera oportunidad llegó a pocos días de que regrese al quirófano para dar otra batalla contra el cáncer de mama, que le fue diagnosticado hace dos años.
Para Domínguez, al igual que para otras pacientes, la visita al salón de belleza este lunes se traduce en un complemento a la medicina que recibe.
“Ayuda en la autoestima, porque a mí, próximamente, me operan otra vez y esto es como que ‘Uf, vamos pa'lante, vamos a seguir’”, manifestó.
Desde media mañana de hoy, las diez pacientes inscritas en la Sociedad Americana contra el Cáncer visitaron el salón de belleza Caras del Millennium en San Juan, con motivo del mes de la prevención del Cáncer del Seno.
Es la tercera ocasión que los especialistas en belleza del local ofrecen gratuitamente sus servicios a las pacientes de cáncer. Según la dueña, Waleska Gómez, no solamente sienten que ayudan a otros, sino que además se sienten beneficiadas.
“Ellas nos dan más de lo que nosotros les damos. Pasamos unas horitas con ellas que nos quedamos tan llenas de lo que son sus experiencias y de verdad que, año tras año, más que una obligación, es un placer tenerlas aquí”, expresó Gómez.
Con algo de timidez, pero sin ocultar sonrisas de alegría, las participantes de la sesión de "spa" contaron con servicios de manicura, facial y tratamientos para el cabello, aunque tomando en cuenta que los productos utilizados no les fueran a afectar por sus tratamientos médicos.
“Ayuda mucho, ayuda a la autoestima, a amarse más. Hay mucho cariño entre el grupo que uno conoce”, destacó Susie Rivera, quien fue diagnosticada con la enfermedad hace un año.
“Esto ayuda un montón, especialmente a la autoestima, porque cuando llega la palabra cáncer a uno, siempre le baja la autoestima a uno, porque se cae el cabello", dijo Rivera, quien espera terminar el proceso de quimioterapia en mayo de 2016. El grupo estaba integrado por participantes de varios municipios y hasta de la isla caribeña de Tortola, indicó Arlene Colón, de la Sociedad Americana Contra el Cáncer.
Mientras sonaba el secador de pelo con potencia, Ana Calderón cerraba los ojos y dejaba escapar una sonrisa juguetona.Luego, al pasar a la mesa de manicura, resaltó cómo esas atenciones se convertían en un refuerzo a las medicinas y tratamientos médicos.
“Esto es una chulería. Es darnos cariño. El proceso es difícil y hay veces que nos sentimos así, medio decaídas y esto es una chulería”, comentó Calderón.
“Tenemos la ayuda familiar y los amigos, y esto, obviamente, refuerza mucho, porque hay veces que pensamos que nos estamos dando cariñitos, pero que se nos vaya cayendo el pelo, que se nos vayan poniendo las uñas negras por el proceso de las quimioterapias… Y que en medio de todo eso te den estos cariñitos, vale mucho”, afirmó.