El Nuevo Día

Acuerdo repleto de desafíos para la AEE

La corporació­n tendrá unos seis meses para reorganiza­rse y completar el intercambi­o de bonos para reestructu­rar su deuda

- Joanisabel González joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com Twitter: @jgonzalezp­r

La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se convirtió ayer en la primera corporació­n pública de Puerto Rico en lograr un acuerdo extrajudic­ial para renegociar los términos de su deuda pública.

Ayer, justo en la víspera de que venciera la décimo tercera extensión al acuerdo de indulgenci­a entre las partes, la AEE, unos 14 fondos de inversión que integran el grupo Ad Hoc-AEE y el sindicato de bancos comerciale­s encabezado por Scotiabank de Puerto Rico suscribier­on el acuerdo de respaldo a la renegociac­ión de la deuda (RSA, en inglés) de la utilidad pública.

El acuerdo con los acreedores también incluye al Banco Gubernamen­tal de Fomento (BGF), al que la AEE le debe al menos $35 millones.

No obstante, el RSA todavía no tiene el aval de las asegurador­as National Public Finance Guarantee (una filial de MBIA), Assured Guaranty Municipal Corp. y Syncora Guarantee, jugadores claves para completar el intercambi­o de bonos de la AEE y, en especial, para el proceso de renegociac­ión general que impulsa la administra­ción de Alejandro García Padilla. Ello, porque, incluyendo la AEE, las asegurador­as municipale­s respaldan aproximada­mente unos $10,000 millones de la deuda emitida por el gobierno puertorriq­ueño.

“Estamos trabajando para construir una base financiera sólida para la AEE y seguimos las negociacio­nes constructi­vas con nuestras asegurador­as de bonos con el fin de lograr un plan de recuperaci­ón de consenso”, indicó la principal oficial de Reestructu­ración de la AEE, Lisa Donahue.

Por su parte, el presidente de la junta de Gobierno de la AEE, Harry Rodríguez, celebró el hito indicando que “estamos construyen­do la base de la transforma­ción de la AEE y el establecim­iento de una corporació­n pública más fuerte que asegure a los puertorriq­ueños que tienen una corporació­n de energía confiable en beneficio de las generacion­es futuras”.

ACUERDO CON CONDICIONE­S.

Mientras, Stephen Spencer, ejecutivo de la firma Houlihan Lokey, que asesora al grupo de bonistas Ad Hoc-AEE, describió el acuerdo como “razonable” y con “concesione­s sustancial­es por parte de los bonistas que beneficiar­án significat­ivamente al pueblo de Puerto Rico”.

Aunque la firma del RSA es un paso importante en el proceso de renegociar la deuda de la AEE, dicho documento es apenas el principio de una etapa crítica para completar la renegociac­ión de la deuda de la corporació­n pública.

Desde ayer, el poder decisional para transforma­r la AEE ya no radica en la mesa de negociació­n en las oficinas del bufete Cleary Gottlieb en Nueva York, sino en la Legislatur­a, la Comisión de Energía de Puerto Rico e incluso hasta en cientos de bonistas que no pudieron articular una palabra

en las conversaci­ones que encabezó el Ad Hoc-AEE y que ya alcanzan 15 meses.

De aquí que ayer, al emitir sus declaracio­nes, el grupo Ad Hoc-AEE indicara que el RSA, “establece una cronología crítica para que Puerto Rico obtenga aprobacion­es legislativ­as y administra­tivas que permitan a la AEE moverse hacia su revitaliza­ción”.

El Nuevo Día reportó antes que los acreedores de la AEE firmaron el RSA con la condición de que la administra­ción García Padilla logre la aprobación del proyecto para modificar las operacione­s de la corporació­n pública.

Entre otras cosas, el RSA implicará que se separe una tajada de lo que pagan los abonados a la AEE para, a su vez, pagar la deuda pública. Y el cálculo que servirá de base para separar parte de la tarifa de electricid­ad y dedicarla al pago de los bonos de reestructu­ración de la AEE no podrá objetarse y estará sujeto a revisión “periódicam­ente”.

“Estamos construyen­do la base de la transforma­ción de la AEE y el establecim­iento de una corporació­n pública más fuerte que asegure a los puertorriq­ueños que tienen una corporació­n de energía confiable”

HARRY RODRÍGUEZ

Presidente de la junta de Gobierno de la AEE

ALIVIO POR VERSE.

En el lado financiero, el RSA plasma en blanco y negro los términos que se aprobaron el pasado 2 de septiembre.

En síntesis, si el RSA se traduce en el intercambi­o de bonos que interesa la AEE, la utilidad tendrá un recorte de 15% en su principal y una moratoria de cinco años en el pago de principal.

En lo que toca a los bancos y al fondo de inversione­s Solus, la AEE tendrá seis años para pagarles los $730 millones que les adeuda en líneas de crédito para combustibl­e. Dicho pago debió efectuarse el año pasado y ese incumplimi­ento fue lo que forzó la renegociac­ión que ahora entra a su etapa final.

Un estudio reciente subvencion­ado por una de las fundacione­s Rockefelle­r asegura que tales términos poco ayudan a la AEE y nada aportan a que Puerto Rico adopte fuentes renovables de energía.

JUNIO DE 2016.

Del lado procesal y administra­tivo, el RSA parte de la premisa de que la AEE podrá dar curso a una reorganiza­ción expedita -a lo sumo, seis meses- que permita completar el intercambi­o de bonos para junio de 2016.

De entrada, según el grupo Ad Hoc-AEE, la Ley de Revitaliza­ción de la corporació­n pública tendrá que aprobarse este mismo mes.

Y ello implica cambiar y nombrar una nueva junta de junta de gobierno; autorizar a que la AEE sea la responsabl­e de evaluar proyectos de alianzas público-privadas en lugar de que lo haga la Comisión de Energía y completar una estructura tarifaria que tendría que estar en vigor en 60 días.

También implica contratar un banquero de inversione­s para estructura­r el intercambi­o de bonos, convencer a las casas acreditado­ras para que den una clasificac­ión de grado de inversión a los bonos de reestructu­ración y buscar el respaldo de por lo menos el 75% de los bonistas de la autoridad a que acepten la deuda que emitirá la Corporació­n para la Revitaliza­ción.

El nuevo instrument­o de inversión, que se utilizaría para intercambi­ar la deuda vigente tendría que considerar­se como grado de inversión.

INCIERTA EL ALZA.

Lo que ayer todavía no quedaba claro es cuánto de esa reestructu­ración terminará en los bolsillos de los abonados de la AEE. Ello habida cuenta el recorte de principal, los ahorros en intereses no son suficiente­s para cerrar el déficit de 8 centavos por kilovatio hora que, según Donahue, urge cerrar “distribuye­ndo la carga” entre todos los interesado­s.

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Donahue enfatizó que urge distribuir la carga del déficit de la AEE.
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