Solicitan ayuda para Puerto Rico
NY asiste para lograr dispensa y allegar fondos que eviten una crisis de salud en la Isla
Antes de que culmine el 2015, el Gobierno de Puerto Rico sometería una petición formal al gobierno federal solicitando una dispensa que le provea fondos suficientes para evitar el colapso de los servicios de salud del País.
Considerando la crisis y el peligro que reviste el posible recorte de $3,000 millones en fondos Medicare/ Medicaid, se espera el gobierno federal conteste la solicitud en un término no mayor de 90 días.
Se explicó que la dispensa o “waiver” le permitiría a la Isla destinar dinero federal de partidas específicas para usos distintos a los originalmente determinados y allegar nuevos fondos.
La meta es mejorar la calidad de los servicios del sistema de salud y bajar sus costos. Para comenzar, Puerto Rico necesitaría “más de $1,000 millones”.
Así lo informó ayer Jason Helgerson, director del programa Medicaid en Nueva York (NY), quien ayudó a transformar el sistema de salud pública de dicho estado tras conseguir la dispensa de $8,000 millones.
“En Puerto Rico no tenemos dos años (el tiempo que le tomó a NY conseguir la dispensa del gobierno federal). Hay que recordar que para el 2017 se acabará el paquete de fondos (del Obamacare para Puerto Rico)”, dijo Helgerson.
El funcionario, junto a un equipo de expertos en servicios de salud y finanzas de NY, están auxiliando al Gobierno de Puerto Rico en el proceso de allegar más fondos y mejorar el sistema de salud. Esta ayuda responde a una alianza que se creó con el gobernador de NY, Andrew Cuomo, para aliviar la crisis económica y de salud que enfrenta el País.
REESTRUCTURACIÓN. Helgerson sugirió que Puerto Rico podría seguir un camino similar al que tomó NY con la creación de un “Delivery System Reform Incentive Payment Program” (Dsripp). En NY, el propósito del programa fue reestructurar el sistema al reinvertir en el programa Medicaid con el fin principal de reducir usos hospitalarios en un 25% al cabo de cinco años.
“Es lograr que los proveedores de salud trabajen juntos, en colaboración, bajo un sistema centrado en el paciente y que sean responsables de los servicios”, dijo Helgerson.
Agregó que los esfuerzos deben enfocarse en mejorar la salud de la comunidad, por ejemplo, prevenir la obesidad infantil.
Esto, explicó, puede lograrse con o sin el modelo de cuidado coordinado (“managed care”) que rige el Plan de Salud del Gobierno (PSG). En NY, comentó, se logró sin intermediarios (aseguradoras) ya que, según explicó, el sistema de ellos está centralizado a través del “Medicaid Managemente Information System”, que no existe en Puerto Rico.
“Managed care” es un sistema de prestación de servicios que maneja los costos, calidad y utilización de los servicios de salud. El de Puerto Rico utiliza la capitación o pago mensual por paciente para remunerar a los proveedores de salud contratados.
EVITANDO UNA CRISIS HUMANITARIA. De acuerdo con Helgerson, el clima en Washington D.C. es “retante”, aunque no imposible para lograr que el Congreso le dé luz verde a los cambios que reclama Puerto Rico para lograr paridad en los fondos Medicare y Medicaid.
Sin embargo, recalcó que se debe trabajar un “plan B” en vías de lograr que la administración de Barack Obama ayude a salvar los servicios aún sin acción congresional.
“Ellos (el gobierno federal) necesitan reconciliar el pobre financiamiento (en las aportaciones a Puerto Rico)”, sostuvo Helgerson.
Agregó que permitir que los recortes al programa Medicaid en Puerto Rico provoquen la salida de 1,000,000 de asegurados del PSG sería el mayor “retroceso” de los Estados Unidos, uno aún mayor que el que ocurrió en Tenesí en la década de 1990 con la salida de unas 800,000 personas del programa Medicaid.
“No creo que la administración de Obama y el presidente permitan una crisis humanitaria así”, indicó.
Aunque los recortes de fondos federales comenzarán a partir de enero 2016, se espera que la crisis mayor ocurra en el 2017, cuando se agoten los fondos que recibe el País a través del Obamacare.
Así lo informó ayer Ricardo Rivera, director de la Administración de Seguros de Salud (ASES), quien mencionó como Puerto Rico recibió en el 2014-2015 un 53% menos fondos Medicare/Medicaid que el estado más pobre de Estados Unidos, Mississippi.
Esta situación, dijo, junto al alza en el costo de vida y la baja remuneración que reciben los proveedores de salud, en comparación con lo que recibirían en los estados, está acelerando la fuga de médicos a EE.UU.